Poco a poco se va consiguiendo un análisis más completo de la crisis en Grecia, mientras dicen que se "ultima" el rescate conjunto de la U.E. por 100.000 millones de euros a cambio de "grandes sacrificios" que Papandreu pide a la ciudadanía... y que los trabajadores y trabajadoras de Grecia no están dispuestos a soportar... ¡Y con toda la razón!
Seguramente las importantísimas manifestaciones de ayer en todo el país, y la amenaza de la Huelga General para la próxima semana, ayuden a "ultimar" esas ayudas que no llegan y a despejar incógnitas, pero sobre todo, contribuyan a abrir el campo de visión para poder ver el papel que juegan personas e instituciones, y barajar muchos más datos fundamentales de este gran saqueo.
En este sentido, hoy en La Vanguardia se habla casi ya del posible doble juego de la canciller Merkel (aunque en el artículo se le considera también torpeza doble). Si se quieren analizar más a fondo los réditos de la supuesta torpeza, tenemos que manejar los datos innegables de que no sólo Alemania fue el país que más salió ganando con la unión monetaria, y que vende más del 60% de sus exportaciones en Europa, sino que además los bancos alemanes tienen deuda griega por valor de 28.000 millones (y esa cifra se eleva a 330.000 si se suman Grecia, España y Portugal). Por tanto, si por la caída del rating de la deuda pública de estos países se incrementa el tipo de interés, son los bancos alemanes los que más salen ganando por el más que considerable incremento del pago de intereses. ¿Cuánto? Esta es una cifra que debería hacerse pública, porque igual nos explicaba en gran medida las dudas y dilaciones de Angela Merkel... a más indecisión, más caída de la valoración, más subida de los tipos de interés, más ingresos para el Hypo y demás bancos acreedores...
Sin olvidar que el capital alemán está esperando ansioso una privatización desbocada (como la que se está trabajando e induciendo) del sector público griego.
Y los griegos tienen razón en negarse a saltar al abismo de las recetas neoliberales. También en LV recuerdan que lo que se quiere para Grecia se impuso hace dos años en Letonia. Y el resultado ha sido una caída del PIB de un 25%, una tasa paro que es la única que supera, por décimas, la de España (tambien está por encima del 20%) mientras se cierran escuelas y hospitales, se han recortado las pensiones y la seguridad social se arrastra por los suelos.... Y todo eso sin conseguir reducir el déficit presupuestario.
¿Qué opinan los griegos? Para saberlo, pueden ustedes dirigirse a La Ratera, donde se recogen las declaraciones de Apostolos Dedoussopoulos, economista de la Universidad Pantheion de Atenas, en una entrevista publicada en L'Humanité. En la misma explica cómo todo en el engranaje de la U.E. favorece al capital bancario y financiero. Por ejemplo, denuncia que los bancos comerciales pueden pedir préstamos al 1 % al Banco Central Europeo, pero ellos prestan a los Estados al 5 %, al 9 % e incluso ahora al 11 % a Grecia! Y concluye al respecto entre muchas otras afirmaciones que vale la pena leer y reflexionar, que el sistema monetario europeo, tal como está organizado, conduce a una especulación dramática.
Lean el resto del artículo que nos ofrece el blog de Toni Barbarà, y no se olviden de firmar, al final del mismo, el llamamiento para ayudar al pueblo griego... incluso por nuestro propio interés. Porque vean si no, hasta qué punto, lo que pretenden hacer a los trabajadores y trabajadoras griegos se parece a los ajustes que proponen para España. Dedoussopoulos concluye, refiriéndose a las "recetas" del FMI que Angela Merkel con tanto tesón apoya para Grecia: "Se podrá aumentar la competitividad de otra forma diferente, pero no disminuyendo los salarios y los gastos sociales. Son en realidad los criterios mismos del pacto de estabilidad los que están en cuestión. (...) Se nos dice que nuestro mercado laboral es muy estricto. No es el caso, la flexibilidad es ya un hecho: sólo hay que observar el tipo de trabajadores a tiempo parcial y el desempleo oculto. Pero al tener que respetar los criterios del pacto, los Estados se ven privados de instrumentos para actuar en la reactivación de su economía."