Mientras Marruecos utiliza la represión y la violencia contra la población saharaui, el Gobierno español dice que no está ni con una parte ni con la otra.
Hace unos 30 años el Sáhara Occidental era una provincia española. La población saharaui ha sido históricamente una población independiente del reino marroquí. Sin embargo, desde que España abandonó el Sáhara, el Gobierno de Marruecos ha reclamado para sí los territorios saharauis. La pretensión de Marruecos es, sin embargo, completamente ilícita y responde sólo a un afán expansionista.
El Tribunal Internacional de Justicia, así como numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, han dado la razón al pueblo saharaui, reconociendo su derecho a decidir su futuro mediante un referéndum en el que debe incluirse la posibilidad de la autodeterminación. Es decir, que el pueblo saharaui debe tener la posibilidad de decidir si quiere crear un Estado, que hipotéticamente se llamaría República Árabe Social Democrática (RASD). El Sáhara es el último caso de colonización pendiente de resolver en África.
El pasado mes -octubre de 2010- tuvo lugar a las afueras de El Aaiún la mayor manifestación desde que el Sáhara dejase de ser provincia española. Más de 20.000 personas se agruparon en un campamento exigiendo al Gobierno de Marruecos que reconociese los derechos de la población saharaui que vive en los terrenos ocupados.
Aún en este caso, el Gobierno de Marruecos ha actuado con violencia para disolver la manifestación, causando muertes de las que es directa e indudablemente responsable. La Ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación, Trinidad Jimenez, insiste en que:
1. España aboga por que sea la ONU la que intervenga.
2. España no apoya las peticiones de una ni otra parte.
Sin embargo, respecto al primer punto, la Ministra ignora que España ha jugado un rol especialmente importante en la historia del pueblo saharaui y que es responsable directa de su situación. Los saharauis están aún sufriendo una mala salida de España. No en vano, de acuerdo a los servicios jurídicos de la ONU, España sigue siendo responsable de la descolonización del Sáhara Occidental.
Respecto al segundo punto, la Ministra hace oídos sordos al hecho de que el caso saharaui es un caso de abuso de poder y de apropiación ilegítima de un territorio ante el que es necesario un posicionamiento claro: el de la defensa del pueblo saharaui.
Estimada Señora Ministra,
Tras las últimas acciones violentas del Gobierno de Marruecos en El Aaiún, le escribo para transmitirle mi más sincera y profunda preocupación. Sus declaraciones al respecto me han resultado desconcertantes, dado que no esperaba menos que una condena rotunda de la vía represiva marroquí. Sin embargo, insiste usted en mantener el posicionamiento laxo e injusto que ya iniciase el pasado día 3 de noviembre, cuando se reunió usted con su homólogo marroquí, Taieb Fassi-Fihri.
Ante esta situación, le pido que,
- rectifique su actual posición de falsa neutralidad y tome una posición firme y de condena, como toda actitud violenta y represiva requiere.
- reconozca la responsabilidad heredada de España y los veredictos del Tribunal Internacional de Justicia y del Consejo de Seguridad de la ONU, y actúe en consecuencia, defendiendo el ya reconocido derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación vía referéndum.
Atentamente,