Como ya escribí ayer poco después de que se supiera la notica del tiroteo en Tucson, cada vez hay menos dudas de que su motivación es política. Según el informe de la policía: "Giffords ha provocado la ira de la derecha, especialmente de los partidarios de Sarah Palin, por su apoyo a la reforma de sanitaria". Y se añade también que "Su oficina en Tucson fue destrozada un par de horas después de que la Cámara de Representantes diera su aprobación a la ley de salud. Entonces alguien pateó y rompió la puerta y los cristales de la ventana. Gabrielle Giffords es una demócrata que consideran “moderada”, pero a la que no perdonan que ganara por estrecho margen la reelección el pasado mes de noviembre contra un candidato del Te Party. Su victoria desató las iras de los fundamentalistas del Tea Party, que se ha convertido en un problema de salud pública en los Estados Unidos: un asunto, como se ha demostrado, de vida o muerte. Cuando el odio político es capaz de inducir a asesinatos como el de ayer en Tucson algo demasiado podrido y fascista está envenenando la vida política. Todo apunta, en este caso, al Tea Party, incluso los informes policiales de después del atentado.
Ayer, finalmente, un hombre armado disparó contra el acto donde estaba Gabrielle Giffords y mató al juez federal de Arizona y otras cinco personas, entre ellas una niña de 9 años. El sheriff culpa a la vitriólica retórica política que está consumiendo el país, y en especial en Arizona. "Basta con ver cómo responde gente desequilibrada a la virulencia que sale de las bocas de los que quieren derribar el gobierno. La ira, el odio, el fanatismo lo que pasa en este país es llegar a ser escandaloso", dijo. "Y, por desgracia, Arizona, creo, se ha convertido en la capital. Nos hemos convertido en la meca de los prejuicios y la intolerancia."
La propia congresista ya había expresado su preocupación mucho antes de la tragedia. En una entrevista que le hicieron después de que su oficina fuera asaltada en el mes de marzo, se refirió a la animosidad que despertaba en los conservadores y a la decisión de Sarah Palin de incluirla en la lista que reproducimos (a pesar de que ha desaparecido de la página web original) "como uno de los" blancos" a abatir. Al respecto, en una entrevista a la MSNBC declaró: "Por ejemplo, estamos en la lista de Sarah Palin, pero en la forma en que lo ha representado tiene el punto de mira de un arma sobre nuestro distrito. Cuando la gente hace eso, tienen que darse cuenta de que hay consecuencias".
Los oficiales de policía explicaron que en los tres primeros meses del 2010, antes de la votación de la ley sanitaria, se había informado de 42 casos de amenazas o violencia a miembros del Congreso, casi tres veces más que en el mismo período del año anterior. No había duda que el proyecto de ley de salud, y la congresista Giffords era un objetivo a abatir por los partidarios más desequilibrados del nefasto Tea Party.
A pesar de las amenazas, el Presidente Obama opinó que "No es de extrañar que hoy Gabby estuviera haciendo lo que ella hace siempre, escuchar a las esperanzas y las preocupaciones de sus vecinos". Y continuó: "Esa es la esencia de nuestra democracia." (En la fotografía, la congresista abrazada por un seguidor durante su campaña.)
Aunque la congresista ha sobrevivido al atentado, se mantiene en la UVI en estado crítico después de ser operada de las heridas provocadas por la bala que le atravesó la cabeza. Los médicos se mostraron optimistas sobre las posibilidades de que Gabrielle Giffords sobreviva, pero dijeron también que se trata de “una herida devastadora”.
Ver también: Gabrielle Giffords: No dispare a su congresista.