Homenaje a Joseph Comblin.
Nota editorial. Nuestro compañero Isidor Boix se ha lanzado ya al ruedo público con respecto al debate sobre el EL FUTURO DEL SINDICALISMO. Nos ha hecho llegar su punto de vista sobre ello. Por lo general, en la discusión que tuvimos en el Bar Raíz Cuadrada de Menos Uno en Parapanda, el personal daba su asentimiento, y así lo reflejamos. Ahí va lo que ha escrito Isidor Boix.
Exigencias del sindicalismo del presente me impedirán participar mañana en la discusión sobre el futuro del sindicalismo. Y lo mismo va a suceder en la segunda sesión (abril), espero poder asegurar mi participación en las siguientes (ya lo he comentado con Rodolfo para que se traslade mi intervención a la 3ª sesión (mayo). De todas formas me he leído los interesantes trabajos que se aportan para la discusión de mañana. Señalo a continuación algunas observaciones al respecto.
1) Echo en falta una reflexión más amplia sobre la relación, y diferencias, entre "sindicalismo" y "política", entre sindicato y partido, entre sindicato de clase y partido que se reclame de la clase trabajadora. Y lo considero necesario para evitar confusiones y, sobre todo, tentaciones más o menos conscientes de invadir espacios de uno y otro, en ambos sentidos. La debilidad de las organizaciones políticas de la izquierda (organizativa o de propuesta) acentúa este problema y no deja de resultar significativo la poca atención que en los tres trabajo se presta a los partidos, incluso al considerar la etapa en la que el PCE fue un importante referente (y dirigente político) de la acción sindical.
2) de la mano de lo anterior, opino que el sindicato NO debe tener como objetivo central formal "transformar la sociedad". Considero que su objetivo es más elemental: mejorar las condiciones de vida y de trabajo de la clase trabajadora en su conjunto. Sólo que en la acción para tal objetivo se plantean inevitablemente (si se formulan como objetivos de clase, no corporativos de colectivos más reducidos) reivindicaciones que rompen los equilibrios sociales y son por tanto transformadoras. El sindicato no es pues "para transformar" la sociedad, sino que su acción "transforma" la sociedad. Creo además que ésta es realmente la práctica de los sindicalismos europeos en general, más allá de las diferentes etiquetas ("revolucionario" o "reformista") y más allá de sus más o menos solemnes proclamas en los respectivos estatutos o en algunos documentos de relativa (escasa) significación para los trabajadores que organizamos, que representamos y que movilizamos.
3) El eje de la acción sindical debe estar en torno a los intereses colectivos de la clase, síntesis de los intereses de los colectivos (muchos y variados) que la componen y con capacidad para tutelarlos (no para contraponerse a los mismos). La elaboración de tales intereses colectivos (es decir de las plataformas reivindicativas) es un elemento clave, y no fácil.
4) Tales intereses, y los objetivos de mejora de las condiciones de vida y de trabajo, es lo que permite el objetivo proclamado de la unidad, unidad de acción ahora, sin olvidar el objetivo de unidad orgánica, al menos de los sindicatos que comparten estrategia sindical (CCOO y UGT hoy).
5) Siendo muy amplio el colectivo "interesado" en tales intereses generales de la clase, creo que no hemos de considerarlos como intereses "generales" de la sociedad. Diferenciándolos, seremos capaces de impulsar con más eficacia la movilización (y negociación y pacto) de la clase trabajadora. La clase trabajadora puede ser "referente" para toda la sociedad, pero no "representante".
6) No coincido con la definición de los sistemas del "socialismo real" como "postcapitalistas", quizás "pre" ... (vistos sus resultados, no sólo políticos, también sociales, económicos, ...). Tampoco creo que se los pueda considerar "ajenos" al capitalismo, menos si se analiza la creación y apropiación de la plusvalía en ellos.
7) y, como tema menor, no estoy demasiado de acuerdo con la afirmación de Ramiro de que "la propuesta de CCOO de convocar un Congreso Constituyente ... no pudo llevarse a cabo por la voluntad de UGT", pero ésto es quizás una discusión sobre el sindicalismo del "pasado", aunque a lo mejor podría ser de interés recuperar el frustado debate en CCOO y en el PCE sobre el sindicalismo en los últimos años del franquismo y primeros de la transición (en otra ocasión) porque quizás las cuestiones de fondo de aquel debate no esté demasiado alejadas de lo que ahora estamos comentando, y quizás alguna experiencia podríamos extarer de aquel peculiar "debate".
Bueno, lamentando no poder discutir con vosotros/as estas y otras cuestiones, recibid un cordial abrazo, Isidor Boix.
Radio Parapanda. Informa que los artículos de don Lluis Casas de este mes (y toda su amplia colección) están ubicados en su respectivo blog: http://lluiscasas.blogspot.com/