LAS AGENCIAS AL BANQUILLO

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Los amigos Jaume Asens y Gerardo Pisarello han publicado un artículo titulado “Las agencias al banquillo”. Se trata de un trabajo que desvela una buena parte de los trapicheos y compadrazgos de tales zahúrdas. Recordamos a quienes no lo sepan que Jaume Asens y Gerardo Pisarello son destacados juristas e impulsores de la querella contra las agencias de calificación. Saben de qué va el asunto.

Por lo demás se recuerda a pazguatos (especialmente de la gauche qui rie) las declaraciones del multimillonario Warren Buffet, uno de los propietarios de la agencia Moody’s, ha podido decirlo sin ambages: “Esto es la lucha de clases, y la mía, la de los ricos, la está ganando”. O, lo que es lo mismo, mientras ciertos pimpollos teorizan banalidades a destajo, este ricachón les recuerda que lo que dijo el Barbudo de Tréveris no ha pasado de moda. Primera conclusión provisional: no sólo la izquierda debe recuperar conceptos, sino lenguajes; y, si se me apura, hasta de prosodia, porque el dialecto pijo lleva algún tiempo haciendo estragos. A continuación, inserto un fragmento del trabajo de Asens y Pisarello. Por si alguno la necesita como chuletario para alguna intervención oral u escrita.

Y sin más requilorios, ahí va el parrafito en cuestión: “”El Gobierno español paga entre 365.000 y 530.000 euros anuales a las tres principales agencias por sus servicios, que luego pueden acabar beneficiando a otros clientes. Los principales tenedores de deuda pública española, por ejemplo, son bancos alemanes, franceses, británicos y holandeses. La mayoría son clientes de las agencias. ¿Cómo no ver el conflicto de intereses? ¿Cómo excluir que estas entidades puedan beneficiarse de manera ilegítima de informes que a menudo se emiten minutos antes del cierre de las bolsas?””

Con franqueza: hay meterles mano a esas pocilgas.

Font: José Luis López Bulla