Quizás podía haber hecho dos entradas diferentes, con uno de los videos en cada una de ellas... y quizás hubiera sido más exquisitamente correcto. Pero la verdad es que los discursos casan de maravilla y creo sinceramente que se potencian mutuamente.
Que los disfruten y los difundan, que no hay mejor ejercicio para las neuronas que librarse del pensamiento único y elaborar un discurso propio de cambio, empoderamiento y liberación.