
Nota editorial. Nuestro humorista de cabecera, Cívico Mechar de Verdugado, nos envía esta colaboración sabiendo de antemano que no será remunerada. También los recortes (aunque en realidad son hachazos) afectan a este blog, aunque en esta sede no ha habido que lamentar (todavía) despidos. Así, pues, el amigo Cívico deberá continuar en su puesto de trabajo en la plaza de abastos de la ciudad de Matarenys. He aquí su enjundiosa mirada.
- Buenos días doctor, me encuentro mal.
- ¿Qué le duele?
- Me duele todo y nada.
- Concrete usted porque tengo que calcular el porcentaje del recorte sanitario evaluado por fuentes bien informadas y evaluadoras del futuro del país.
- Pues, siento una ligera nausea al levantarme…
- No me sale, esto no me sale… Vamos, que no me entra, quiero decir que a usted no se le cubre, quiero decir que no tiene cobertura sobre las nauseas matinales. ¿Las tiene durante la media-tarde?
- Sí, ahora que lo dice, a media-tarde me atacan de nuevo…
- No me sale, tampoco me sale…
Esta es una de las comunicaciones que el Centro de Restauración de Aplicación Para la Unidad de Lamentos Automatizados (CRAPULA) ha recogido durante las últimas horas. Es una evidencia empírica del uso y abuso de las prestaciones del Servei. Es, por supuesto ¡intolerable! Pero evidentísimo, como prueba científica y sociológico, diría más, como muestra demoscópica, de la necesidad de adecuar los medios a los fines, de filtrar necesariamente todo el tipo de peticiones de la ralea y pelaje diverso, estrambótico, inusitado y paranormal que pueden llegarse a recibir por parte de una ciudadanía que no ha dedicado ni un minuto a analizar la naturaleza cataclismática (sic) de la actual situación de nuestra nación dentro del marco de la imparable globalización de la economía mundial y mundializada.
La últimas instrucciones son claras: ofrecer aquello que es esencial –siempre es importante saber volver a lo esencial: pan y aceite en el incomparable marco bucólico del nostre Empordà- como forma de reeducación de la ciudadanía y de readecuación de los fines y los medios. Nada prescindible, sobriedad, cálculo racional, unidad interna, particularidad frente al exterior -¡Nosotros, antes y más que nadie!- y, en definitiva, “seny”, mucho “seny”, gracias al cual hemos sabido sobrevivir.
Así las cosas, de ahora en adelante: ¡Desaparecen las listas de espera! Sea, había un problema y ahora no lo hay… ¡Desaparecen los contratados excedentes! Sea… ¡Desaparecen las infraestructuras costosas y poco rentables! Así sea… ¡Liquidamos los momentos muertos entre visita y visita de paciente! ¿Cómo? Sea, no hay pacientes… Estamos cumpliendo previsiones y los indicadores se acercan al plan quincenal, sabía decisión, la de tener un plan… ¿Protestas ciudadanas en la calle? ¡Desaparezcan y sea! ¿Críticas a los esfuerzos nacionales? ¡Contracrítica y ea…¡
- Doctor, no me encuentro bien…
- No se preocupe, eso se pasa más tarde o más temprano.
- Pero…
- Deje su mensaje. Tú-tú-tú-tú
- No me sale, tampoco me sale…
