
Un texto lúcido, esperanzado y muy oportuno de mi joven amigo (desde la #acampadabcn Oscar Martínez, info@roigcultura.cat
Ya era hora de que en este país, estado, reino aspirante a república, etc., etc., se empezara a hablar en público, y por parte de una base social en proceso de re-politización, de cuestiones realmente clave como son la representatividad y la participación democráticas.
Hasta el momento -con algunas excepciones de escaso calado social- los movimientos sociales se habían limitado a exigir medidas políticas concretas del tipo "papeles para todos", "0,7 destinado al desarrollo de los más pobres", "tasa Tobin", etc., pero nadie, nadie, había dicho con tanta claridad hasta ahora que nada de esto es posible sin que el entramado institucional vigente se venga abajo y sea substituido por una mezcla de democracia realmente representativa y más -mucho más- participativa.
Nos engañaríamos si no viéramos que estamos ante los inicios de un proceso constituyente desde abajo. Y algo así era -admitámoslo- impensable hasta hace unos meses, semanas, en realidad, días, quizá horas.
Por esa razón, es necesario, imprescindible, que los partidos tradicionales de la izquierda real se sumen a este proceso constituyente, lo hagan suyo (en el sentido de que lo asuman como propio), y lo refuercen, en lugar de entorpecerlo debido al frecuente error de cálculo que caracteriza su devenir político.
En realidad, estaríamos ciegos si no viéramos que, por primera vez en muchos, muchísimos años, nos encontramos ante la posibilidad -todavía potencial, por supuesto- de que la brecha entre ciudadanía e izquierda transformadora se cierre y, juntos, empecemos a andar por el camino correcto.
Tiene que pasar todavía algún tiempo, pero el mañana está colmado de esperanzas.
Una crítica al movimiento sólo, hecha con cariño. No centréis todas vuestras iras en los/as políticos/as. Ellos son sólo el instrumento, la consecuencia, no la causa. Es cierto que fueron los políticos quienes crearon Maastricht, quienes ahora han firmado el pacto por el Euro, que significa la condena social para millones de europeas y europeos sin futuro. Pero no lo hubieran hecho si el capital no tuviera copado el poder político. Es ahí donde deben ir primero nuestras miradas llenas de ira.
Mirad, si no hay democracia es porque la burguesía nunca la ha querido, y nunca la ha permitido. Mientras la burguesía nos tuvo miedo procuró pactar con nosotros y nos dio un poquito de democracia, ganada por nuestros antepasados con mucho esfuerzo y no pocos muertos. Pero cuando nos perdieron el miedo, cuando hubieron conseguido adormecernos con la apariencia de una sociedad bienestante -en realidad, muy, muy enferma- nos echaron al lado y pensaron que podían gobernar ellos solos, contando para hacerlo con una clase política corrompida hasta la médula (con algunas sanas excepciones).
Es hora de hacerles ver que se equivocan si piensan que esto puede durar para siempre.
(cacerolada ayer noche en Pl. Catalunya)
Documento:
Los reunidos en la Puerta del Sol en la noche del miércoles redactaron un acuerdo "plural" en el que sientan las bases de sus reclamaciones.
Autodefinidos como "un grupo de ciudadanos de diferentes edades y extractos sociales" afirman sentirse "cabreados" ante su falta de representación y "las traiciones que se llevan a cabo con el nombre de la democracia". Abogan por una reforma de la Ley electoral "que devuelva a la Democracia su verdadero sentido: un gobierno de los ciudadanos. Una democracia participativa".
"No estamos aquí para reclamar sencillamente el acceso a hipotecas o para protestar por las insuficiencias del mercado laboral", aclaran para advertir de que el movimiento nace "de la rabia", sentimiento que genera "imaginación, fuerza, poder ciudadano".
"La Democracia Real se opone al descrédito paulatino de las instituciones que dicen representarlos, convertidas en meros agentes de administración y gestión, al servicio de las fuerzas del poder financiero internacional", subrayan, al tiempo que sostienen que la democracia actual emana de "corruptos aparatos burocráticos" que impiden la participación ciudadana.
"Es preciso construir un discurso político capaz de reconstruir el tejido social, sistemáticamente vulnerado por años de mentiras y corrupción. Los ciudadanos hemos perdido el respeto a los partidos políticos mayoritarios, pero ello no equivale a perder nuestro sentido crítico. Antes bien, no tememos a la política. Tomar la palabra es política. Buscar alternativas de participación ciudadana es Política", añaden.
El manifiesto señala los culpables de la situación actual, aquellos que con su labor contribuyen al descrédito de la política y al rechazo y hastío de la sociedad: el FMI, la OTAN, la UE, las agencias de calificación y, ya en España, partidos como PP y PSOE.
"No llamamos a la abstención, pedimos la necesidad de que nuestro voto tenga una influencia real en nuestra vida".
(Este video contiene parte de un discurso de Thomas Douglas (20 de octubre de 1904 - 24 de febrero de 1986). Nacido en Escocia, fue un político canadiense que dirigió la Federación Cooperativa de la Commonwealth de Saskatchewan (CCF) a partir de 1942. Fue primer ministro de Saskatchewan desde 1944 a 1961, encabezando el primer gobierno socialista de Norteamérica. Bajo su mandato se consiguió el sistema de salud público universal en Canadá).
Ver también: La Junta Electoral ¡qué error, que inmenso error!
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