
Moody's rebaja la deuda de Portugal otro escalón, al nivel del bono basura. Pues bien, los que pensaban que estas agencias filibusteros iban a respetar a los gobiernos de derechas se han llevado un gran chasco: las banderas de conveniencia –los nuevos condotieros de hogaño— no respetan ni al Lucero del Alba. Atacan y rebañan así en la tierra como en el cielo. Lo hacen porque saben a ciencia cierta que las instituciones políticas, estén en manos de los güelfos o de los gibelinos, están acollonadas.
No parece que esta situación sea contingente. Es más, mientras las instituciones sigan teniendo el escroto con la piel de gallina, las agencias y los mercados o los mercados y las agencias estarán al albur de todo tipo de agresiones. O sea, la cosa ya es de muy largo recorrido. Porque ya no se trata de una guerra de posiciones sino de un asalto a los vestigios de la autonomía de la política y sus instituciones. ¿Tendrá Rubalcaba –perdón, Alfredo— la solución?