A la memoria de Jordi Dauder.
Todo indica que la asamblea sindical, convocada por CC.OO. y UGT, en Madrid para el próximo día 24 será un gran acontecimiento. Las razones de su importancia saltan a la vista y no hace falta explicarlas. Entiendo que los asistentes están perfectamente informados de lo que está sucediendo así en Europa como en nuestro país, de manera que los oradores tienen ya un campo suficientemente abonado.
Pienso que la importancia de ese encuentro no vendrá por la asistencia que, presumiblemente, será de las que hacen época. La importancia y el interés vendrán de lo que digan los oradores, esto es, de las orientaciones y propuestas que hagan al universo del trabajo. Concretamente del proyecto que pongan encima del tapete para este concreto ahora mismo, para el quehacer cotidiano de estos momentos.
Por otra parte, también tendrán su importancia e interés los planteamientos que los oradores hagan a las fuerzas políticas en el nuevo cuadro institucional que se abre, cualquiera que sea el resultado, tras los comicios del 20 de Noviembre. Porque, como hemos dicho en múltiples ocasiones, una cosa es la independencia del sujeto sindical y otra es la indiferencia hacia el cuadro institucional y político. En consecuencia, el día 24 es un momento de propuesta. Y, comoquiera que el entusiasmo está en el ambiente, hay que asegurar la reflexión. Que viene de la palabra vibrante con punto de vista fundamentado.
