Joaquín Aparicio Tovar. Catedrático de Derecho delTrabajo. Universidad de Castilla La Mancha
Hoy 9 de febrero los corruptos brindan, los fascistasríen y los demócratas sufren. Siete magistrados de la Sala Segunda delTribunal Supremo han condenado por prevaricación al juez Baltasar Garzón porordenar escuchas de las conversaciones entre algunos abogados y los detenidosde la trama Gürtel. Esperanza Aguirre, cuyo gobierno trocaba las cantidades delos contratos para poder adjudicárselos a dedo a la trama con cosas tancuriosas como pagar 6.000€ por organizar una puesta en escena para la entregade un premio de redacción a unos niños de una colegio de primeria, estácontenta.
No es de extrañar. La cacería judicial desatada contra eljuez Garzón tiene aquí su detonante. La corrupción del PP no se puedeinvestigar si no es a costa de pagar por ello. Hay que recordar que el casoNaseiro, sobre financiación ilegal del PP, se archivó al anularse las pruebasobtenidas en las interceptaciones telefónicas ordenadas por otro juez cuando investigabaasuntos de drogas y pederastia. Las escuchas que dado lugar a la condena fueronpedidas por la fiscalía, ante los datos obrantes de que se estaba armando unaoperación para llevar a paraísos fiscales y borrar el rastro de una parteimportante del botín rapiñado por los detenidos en sus tejes manejes con unamultitud de cargos del PP de Galicia, Castilla-León, Madrid, ComunidadValenciana. El juez que continuó la instrucción las mantuvo, otro juez de la Audiencia Nacionaldiscrepó de sus dos colegas que ante el recurso de los abogados de la tramaanularon las pruebas obtenidas por las escuchas. En el caso de Marta delCastillo, el juez correspondiente también ordenó escuchas como por las queahora ha sido condenado Garzón. ¿Estaban todos prevaricando? No, sino queinterpretaban la ley, que no clara en este punto, según su recto entender.Prevaricación es dictar una resolución a sabiendas de que es injusta o ilegal,por lo que razonablemente cabe la duda de si han prevaricado los 7 magníficosque hoy han condenado a Garzón.
La persecución a Garzón está bien orquestada (¿habrántenido algo que ver en esa orquestación las buenas relaciones de FedericoTrillo, encargado de los temas de justicia del PP, con los juecesconservadores?). Primero la Gürtel, cuya sentencia condenatoria sale cuando el juicio porla investigación de los crímenes del franquismo está visto para sentenciay no se ha iniciado la vista oral del bodrio de juicio sobre cobros percibidosde la Universidadde Columbia (Nueva York) por los cursos en ella dictados. Un juicio cuyaprincipal función es la desacreditación del juez Garzón ante la opinión públicacomo corrupto merced al uso que de él hacen los medios afines al PP (lamayoría). Ese juicio, ahora que Garzón ya no es juez, se celebrará ante otrotribunal, evitando así que pudiera en su día ser fácilmente anulado eninstancias internacionales por estar contaminados los integrantes de la salaque le iban a juzgar.
La tristeza, la rabia y la irritación suben de tonocuando se ve que el expresidente de Valencia Camps es absuelto y Garzón elprimer condenado en el asunto Gürtel. El objetivo de quitarse del medioal juez Garzón ya está conseguido. Aquí ni se investiga al franquismo ni lacorrupción del PP. Se ve así la coherencia de este partido en no condenar alfranquismo, ese régimen genocida que pervive en las formas culturales de muchosexponentes que conviven a la casa común del PP. El relato de los familiares dedesaparecidos y asesinados por la dictadura fascista en el otro juicio a queestá siendo sometido el juez Garzón conmueve a todo ser humano que tenga unmínimo de sensibilidad. Lo terrible es que esas personas han estado y siguenestando desamparadas porque en España la exaltación del fascismo todavía noestá prohibida. Hoy vemos como en diversos medios de comunicación se está decontinuo utilizando el insulto y la mentira para descalificar a personas ymedidas situadas en lo que puede decirse de modo muy amplio campo de laizquierda, con la misma prepotencia chulesca y arrogante que siempre hanutilizado las fascistas españoles. Es sembrar de violencia la vida colectiva enun modo de pervivencia del franquismo. El Gobierno del PP es un serviladmirador del actual gobierno alemán, por tantos motivos execrable, pero leconvendría empezar por una condena lisa y llana de los horrores franquistas ytomar nota de que en Berlín, en el lugar donde estuvieron los cuarteles de lasSS y de la Gestapo,que fueron arrasados por el Ejército Rojo, hay, para educación de losciudadanos, un espacio dedicado mostrar algunas fotografías que muestranparcialmente la brutalidad los crímenes nazis. Ese espacio es llamado Topografíade los Terrores. Allí se encuentran las fotos que ilustran esta entrada quemuestran cómo los nazis fusilaban y colgaban a ciudadanos de la URSS que sospechabanguerrilleros. Aquí, en cambio, tenemos el Valle de los Caídos, se absuelve aCamps y se condena a Garzón. ¡Qué bochornoso!