Pilar Lorengar. Este año se conmemora el 25 aniversario de su actuación en el Liceo en el papel de Elsa (Lohengrin)
No piensenque es una pregunta retórica, al contrario es un título y una tesisperfectamente pensada.
No merefiero con ello a la ocupación de cargos, títulos, despachos y salas degobierno. Ni siquiera al hecho que diariamente el DOG (Diari Oficial de la Generalitat) publicadocenas de decisiones de todo tipo, regulando o desregulando (sobre todo,desregulando) el trafico interurbano entre Tordera y Blanes o el sueldo delconserje de la tercera planta del departamento de Interior. Nada de eso. Elpoder se ejerce, el poder se ocupa y se realiza, de un modo u otro, todo lo queello conlleva al nivel de la apariencia básica.
Me refiero,como ustedes habrán comprendido enseguida, a otra cosa y para explicarlo voy acomentar un ejemplo más que paradigmático. Me refiero al lío (o embolic en catalán, término claramente másdescriptivo o el quilombo argentino) en torno al desgraciado presupuesto 2012de la Generalitat. Unasunto serio y estratégico donde los haya, especialmente en las actualescircunstancias de tan extrema gravedad económica y con un paro desorbitado yuna depresión perfectamente anunciada por muchos, entre los que me encuentro,pero a disgusto. No soy partidario de aquello de cuanto peor mejor, en ningunacircunstancia.
No mereferiré tampoco al debate, si es que es tal, entre las opciones que preconizanmayor gasto público y el neoliberalismo suicida que preconiza su recortebrutal, en aras de una mítica estabilidad presupuestaria y el mal deseo de lano deuda pública.
Exclusivamenteles haré una breve descripción del maniobrerismo absurdo y oportunista que harodeado la preparación del presupuesto y su presentación, debate y aprobaciónen el Parlament de Catalunya y que pone en evidencia una enorme incapacidadpolítica y técnica para gobernar el apís con ciertas garantías.
El actualpresupuesto, se lo recuerdo por su trascendente importancia, corresponde alejercicio del año 2012, es decir el año en curso. Tradicionalmente y aunque enotras países no se hace así, cuando hay unas elecciones el gobiernohipotéticamente a substituir no deja herencia presupuestaria al tambiénhipotético recambio gubernamental. Es un método que prima la existencia delargos periodos de tiempo en los cuales la gobernabilidad económica queda ensuspenso o en el limbo. El los USA, sin ir más lejos, ahora mismo se debate elsiguiente presupuesto, cuando en Noviembre hay elecciones presidenciales. Peroeso ya ocurrió el año anterior, puesto que les elecciones a la Generalitat fueron en noviembredel 2010 y se empezó el año 2011 con presupuesto prorrogado hasta más allá delas elecciones locales. En Julio tuvimos presupuesto. Ahí hay la primera acciónde no-gobierno, la supeditación presupuestaria a unas elecciones locales quenada tenían que ver con el normal funcionamiento del gobierno de Catalunya. Esose hizo para tratar de ocultar la verdadera política que se iba a aplicar y queen las elecciones se negó no solo tres veces sino mil: los recortes sociales yla rebaja de la factura fiscal a los más cresos. Por lo tanto la vigencia delprimer presupuesto del tripartito de derechas quedó reducido a medio año.
A lo largode este periodo, lo que constaba presupuestariamente se incumplióreiteradamente, no solo en cuanto a cifras y letras, sino en cuanto a lasprevisiones macroeconómicas que son el substrato inevitable de todopresupuesto. La idea, torpe, irreal, era que el recorte aportaría estabilidadeconómica y dinamizaría la economía privada, iniciando así una vía desaneamiento y posteriormente de crecimiento. Pronto se advirtió que lo dichopor el gobierno no solo no iba a misa, sino que era simplemente una ideaperegrina negada por las múltiples realidades económicas e históricas quepudieran aplicarse a nuestras circunstancias.
El ideologismoabsurdo gubernamental siguió con las suyas y a lo largo de los últimos mesesdel año pasado se fueron produciendo noticias que empeoraban significativamentela economía catalana y que se originaban parcialmente en la propuesta yejecución del presupuesto. La síntesis de ese año maldito del 2011 es, pues,bien evidente. La capacidad de gobierno real sobre la economía catalana fuereduciéndose y mermando las posibilidades de una cierta recuperación.
Con ellollegamos al cuarto trimestre del 2011, en donde habitualmente y por regulaciónparlamentaria, el gobierno prepara y presenta los presupuestos, en este casolos del 2012, al Parlament. Eso no se produjo, es este caso por motivoselectorales de índole española, el congreso y el senado y, por lo tanto, elgobierno de Madrid. CIU quería esconder de nuevo su acción en contra de lasprestaciones sociales bajo la excusa de las elecciones generales. Y, así fue.De modo que aun hoy a mediados de febrero, el país todavía no cuenta con unospresupuestos ejecutivos. La historia del 2011 se ha repetido el 2012. Lamaniobra electoral, el oscurantismo programático se han impuesto al buengobierno.
Ahora medirán ustedes que todo eso ya se ha acabado, puesto que no están previstaselecciones en el futuro inmediato. Tienen razón en esa aseveración, ciertamenteno hay elecciones a la vista, pero el asunto del presupuesto no se ha acabado.Sigue dando tumbos, ahora por otras laderas montañosas.
El mismodía que el tripartito de derechas aprobaba el presupuesto, aparecía en laprensa que Catalunya había dejado de crecer y que su PIB se estaba reduciendode nuevo, con lo que la depresión era ya un dato. Pues bien, el excelsoprofesor Mas Cullell en su lamentable papel de conseller de economía, deuniversidades y de otros conocimientos académicos, hizo una aparición súbitafrente a los medios diciendo lo siguiente: este presupuesto que acabamos deaprobar, no sirve. Hay que modificarlo y realizar nuevos recortes paraadaptarse al descenso de los ingresos previstos dada la reducción de laactividad económica y el paro creciente.
Entre unacosa y la otra han pasado escasísimas horas. Y, francamente, un hipotéticopremio Nobel no conseguido, debería estar al tanto de las estadísticas que supropio departamento elabora sobre la marcha de la cosa y, por ende, estar altanto de lo que está pasando. Si no es así, que no se enteró, el asunto tienetodos los tintes de la incompetencia irresponsable y de la dimisiónirrevocable. Si lo sabía y lo callaba, para evitar que la población catalanaconfirmara la certeza de las críticas a la apuesta arriesgada del gobierno, esotra cosa. Es una muestra de la deshonestidad política gubernamental, por loque yo no veo alternativa a la vuelta del conseller a su fundación académica.Por cierto financiada con recursos de la Generalitat y al margen de la estructurauniversitaria catalana.
Pero haymás. En el asunto hay también una negociación a cara de perro con el PP, paraque su abstención permitiera la aprobación del proyecto de presupuestos.Negociación, que como ya saben, culminó de madrugada el mismo día de lavotación. No será por falta de tiempo, digo yo. Unos presupuestos que ya llevantres meses de retraso.
Estesegundo ítem genera sospechas alternativas. El pacto ha sido tal que hadesfigurado el proyecto de CIU, a tal nivel que el conseller ha buscado unaexcusa, real, para justificar lo que el PP le obliga a hacer: más recortes, quées la guerra.
En todocaso, la tesis inicial queda más que demostrada. El gobierno económico de estepaís no existe más que en los organigramas y en el parloteo dubitativo de unconseller que no se entera o que simplemente hace de puro capataz. ¿De quien?
Dejo aquíel asunto a su libre albedrío y para que lo comenten el próximo domingo a lasdoce mientras marchamos garbosamente por las calles de nuestras ciudades en amuchedumbradasmanifestaciones con pancartas y banderas al viento.
Pero añado,las declaraciones del President Artur en Francia sobre la independencia a lavuelta de la esquina, ¿tienen o no que ver con esta crisis brutal degobernabilidad? Esta es una salida de urgencia tan típica de Convergencia queya sabe a arroz pasado. Por cierto, ¿qué hará el susodicho, si los escoceseseligen pragmáticamente seguir en el Reino Unido, con alguna competencia más?
LluisCasas, Diplomado Superior en Pancartología Aplicada.