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José Luis López Bulla
José Luis López Bulla

Federico Rampini,
(Traducción JLLB)*



Las grandescrisis paren grandes ideas. Así fue tras el crack de 1929 y la Depresión. Parasalir de ella Occidente utilizó el pensamiento de John Maynard Keynes,descubrió el nuevo papel del Estado en la economía, inventó las políticassociales del New Deal y la construcción del moderno welfare state. Así estamosotra vez. La eurozona aumenta su segunda recesión desde hace tres años. LosEstados Unidos, a pesar del despegue, están pagando todavía unos preciossociales elevadísimos  de la grancontracción que se inició en 2008: por lo menos con 15 millones de parados. Peroen Norteamérica una nueva teoría está reclamando atención. Se llama ModernMonetary Theory con vocación de ser la verdadera heredera del pensamiento deKeynes, adaptado a los desafíos del siglo XXI. Tiene la certeza de hacer queOccidente salga de la crisis. Con la condición de que los gobiernos se librende ideologías vetustas, inadecuadas y destructivas. Es una revolucióncopernicana que tiene como alfil un célebre apellido: James K. Galbraith,profesor del Public Policy (Universidad de Texas) y consejero “herético” deBarack Obama.  James K. Galbraith es hijode uno de los más célebres economistas americanos, John Kennet Galbraith, ungran estudioso de la Depresión y asesor de John F. Kennedy.


El nuevoverbo que  agrede a los dogmas de loseconomistas, designa un papel beneficioso al déficit y a la deuda pública. Esun ataque frontal a la ortodoxia vigente. Desafía la ideología imperante enEuropa que los “revolucionarios” de la Modern Monetary Theory (Mmt)consideran como verdadero oscurantismo. Para los teóricos de la Mmt, lo que está sucediendoestos días en Roma y Atenas –la austerityimpuesta por Alemania--  no sólo estáequivocada en el tiempo (es pro-cíclica, porque recorta el poder adquisitivo enmedio de una recesión) sino que conceptualmente es absurda.

Un simpleejercicio pone al descubierto cuánto hay de “religioso” en la llamada sabiduríaconvencional de los economistas.  Alguienha intentado preguntar a los tecnócratas del FMI, de la CEE y del Banco CentralEuropeo para entender de qué Tablas de la Ley (de Moisés) han sacado algunos números“mágicos”. ¿Por qué el déficit público del Tratado de Maastricht no podíasuperar el 3 % del PIB? ¿Por qué en el nuevo pacto fiscal el mismo límite se hareducido al 0,5 % del PIB? ¿Quién ha establecido que la deuda pública total esinsostenible bajo el umbral del 60 % o (dependiendo de las fuentes) del 120 %del PIB?  ¿Qué pruebas empíricas estándentro de la imposición de esta cábala de cifras? Las respuestas de lostecnócratas son evasivas o confusas.

La Tmm destroza este aparejamiento de vínculos que vienen desdearriba y la considera basura ideológica. Su afirmación más molesta, a finesprácticos, es ésta: no hay techos racionales para el déficit y a la deudasostenible por parte de un Estado porque los bancos centrales tienen un poderilimitado para financiar estos retrocvesos acuñando moneda.  No sólo esto es posible sino sobre todo esnecesario. La vía del crecimiento, pasa mediante un relanzamiento del gastopúblico en déficit, para financiar usando la lizquidez del Banco Centraol, y nosubiendo las tasas: no ahora. Nos estamos equivocando radicalmente.  Igual que el presidente americano HerbertHoover equivocó dramáticamente la respuesta a la Gran Depresión, cuando intentóequilibrar el Presupuesto a golpe de recortes (el mismo error de FranklinRoosvelt en 1937 con unos resultados nefastos).  

El “nuevoKeynes” no es un profeta aislado. Galbraith Jr. Es sólo el más célebre de losapellidos, pero la Mmtes una auténtica escuela de pensamiento, rica de cerebros y e think tank. Así como la derechareaganiana tuvo sus pensadores en la Universidad de Chicago (donde reinaba el Nobel deEconomía Milton Friedamn), hoy el equivalente “de izquierda” está en la Universidad deMissouri en Kansas City, el Bard Collage (Nueva York) y el Roosvelt Institutede Washington. Además de Galbraith Jr., entre los exponentes de esta doctrina,figura el “depositario”histórico de la herencia keynesiana, Lord RobertSkidelsky, gran economista inglés de origen ruso, también biógrafo deKeynes. 

Entre losotros teóricos  de la Mmt están Randall Wray,Stephanie Kelton y el australiano Bill Mitchell. No son una corriente marginal.Entre sus padres espirituales se encuentran Joan Robinson y Hyman Minsky.   Como heterodoxos, estos economistas se hanconquistado su acceso a la Casa Blanca.Obama consultó a Galbraith Jr. Antes de poner a punto su presupuesto de gastopúblico pro-crecimiento y así lo hizo también la demócrata Nancy Pelosi siendopresidente de la Cámara.  Pero la verdadera fuerza dela nueva doctrina viene de los blogs. The Dayli Beast, New Deal 2.0, NakedCapitalism y Firedoglake están entre las bitácoras que dan cobijo a laelaboración del pensamiento alternativo. Han conquistado millones de lectores,lo cual confirma  la sed que hay denuevas terapias y lo desacreditado que está el “pensamiento único”.

La Tmm es más radical que el pensamiento keynesiano de izquierdasal que estamos habituados. Incluso dos economistas, célebres en el mundo enterocomo el ala radical que critica a Obama desde la izquierda –los premios NobelPaul Krugman y Joseph Sitigliz-- han sido descabalgados de la Tmm.  Stephanie Kelton, la más joven del grupo, ha acuñadouna nueva metáfora ornitológica.

Por un ladoestán los “halcones” del déficit como Merkel, las tecnocracias (FMI, UE) ytodos los economistas de la derecha con el Partido Republicano en los EstadosUnidos, decididos a reducir el gasto. Para éstos vale la falsa equivalencia entre el presupuesto de un Estado y el de una familia que no debe vivirpor encima de sus recursos: un parangon que no sirve, un verdadero absurdo quearrastra trágicas consecuencias, según la Mmt. Por otro lado están las “palomas” del déficit, loskeynesianos como Krugman y Stiglitz. Estos últimos contestan la austerity porque la consideranintempestiva (los recortes provocan recesión, la recesión empeora las deudas),pero tienen un punto en común con los “halcones”:  también piensan que a largo plazo la deuda generainflación, sobre todo si es acuñando moneda y la deuda se reducirá casi nada. Eltercer protagonista son los “búhos” del déficit. En los Estados Unidos, como enla antigua Grecia, el búho era sinónimo de sabiduría. Los búhos, la nueva escuela de la Mmt, retienen que el peligro de la inflación esinexistente. Según Galbraith Jr. “la inflación es un verdadero peligro sólocuando se acerca al pleno empleo, y una situación se verificó de manerageneralizada en la Primeraguerra mundial”. No hoy.  

El déficit públicoes beneficioso en el actual escenario, a condición de que esté financiado porlos bancos centrales: comprando sin limitaciones los títulos del Estadoemitidos por los respectivos gobiernos. Exactamente lo contrario de lo que estásucediendo en Europa.  




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