Homanaje a Pilar Manjón. Podemos decir de manera sobria que lasmanifestaciones de hoy domingo han concitado una masiva participación. Desdeluego, han sido más importantes que la anterior del 29 de febrero. Habrá queañadir un dato: nuevas ciudades se han incorporado al proceso que explícitamentearrancó aquel día.
De momento vale la pena señalar que, en ciertamedida, da la impresión que el gobierno y sus turiferarios están inclusoperdiendo la batalla mediática. Las gilipollescencias que han aparecido estos díasmuestran lo cómico de algunos mensajes: los sindicatos son enemigos de España,convocando el día 11 de marzo o no nos arredraremos ante la pancartita. Que elprimero tenga un carácter torvo no niega que indique una especie de agotamientode la invectiva gubernamental; el segundo tiene un aroma naïf, seguramente muycelebrado por la pijorrería de brillantina.
Primera conclusión (todo lo provisional que sequiera, por supuesto) es: el sindicalismo confederal y el tejido que, comocoaligados le acompaña, están en mejores condiciones para seguir preparando esagran acción cívico-democrática que puede y debe ser la huelga general del 29 deMarzo. Primero, porque el sindicalismo confederal se ha ido cargando de razones;segundo, porque la asunción por parte de la gente de participar en estasmovilizaciones se ha dado de manera natural. Es decir, grandes multitudes son plenamente conscientes de que existe una cuestión socialde primera magnitud, justamente cuando –desde hacía décadas-- se hablaba desde ciertos laboratorios desociología de que la cuestión social había dejado paso a otras preocupaciones. Algoque propagaron, contra viento y marea, las voces canoras de la llamada Terceravía de aquel refitolero de Tony Blair.
Pero, si bien estas manifestaciones han sidoimportantísimas, ante la huelga general esta masividad todavía necesitaampliarse. Quiero decir que la batalla, en clave de huelga general, no ha hechomás que empezar. En resumidas cuentas, que se haya ganado la plaza pública esun paso. Ahora conviene la explicación con punto de vista fundamentado paraganar el convencimiento activo e inteligente en los centros de trabajo. Vale lapena traer a colación una de las mejores tradiciones del sindicalismoconfederal: no ponerse nerviosos por los mensajes del contrato entre la CEOE y el gobierno que, contoda seguridad, cambiarán de naturaleza y sintaxis. Lo que vendrá ahora no seránjaculatorias. Nosotros, a lo nuestro. Aleajacta est.
