Habla Paco Rodríguez de Lecea
Así pues, José Luis, hemos llegado a la fase de conclusiones. Después de un recorrido largo y minucioso de visita a la ciudad del trabajo de Bruno Trentin, en el curso del cual se han apuntado una serie de propuestas teóricas y prácticas, es el momento de resumir. No pretendo resumir todo el bagaje de lo expuesto en veinte capítulos, conste; sólo algunos temas neurálgicos.
1) El trabajo en la era del post fordismo y del 'casi post' taylorismo presenta unas características singulares y diferenciales: emerge una nueva cualidad en la prestación del trabajo, en contraste con el trabajo 'abstracto' e indiscriminado, fungible y mensurable, que predominó en la etapa anterior. Al mismo tiempo, las contrapartidas que el dador de trabajo ofrecía a sus empleados, la fijeza del salario y la fijeza del puesto de trabajo por tiempo indeterminado, también han entrado en quiebra. Así, otras características del trabajo en nuestra época son la precariedad, la movilidad (movilidad de puesto a puesto de trabajo en un mismo centro y también movilidad física de un centro de trabajo a otro, a otra ciudad, a otro país) y la flexibilidad. Estas características han revolucionado las relaciones de trabajo, de modo que cada vez más proliferan contratos y situaciones de trabajo atípicas. Para mencionar en particular algunas entre las más significativas, se han modificado y articulado las fronteras antes herméticas entre el trabajo dependiente y el autónomo, con estados o situaciones intermedios de autónomos dependientes, autónomos colaboradores, etc.; y ha aparecido con fuerza el llamado 'tercer sector' de la economía, inclasificable según los criterios vigentes en la organización fordista del trabajo.
2) La legislación laboral y el Derecho del trabajo todavía no han asumido la nueva situación. Las leyes son fordistas, la protección a los trabajadores sigue estando pensada para aquel trabajador anónimo, intercambiable, sin cualidades. La seguridad social, la prevención de accidentes, las prestaciones de desempleo, todo el edificio del estado social está pensado para otra época y otras circunstancias. En la nueva situación, por las grietas y fracturas de ese edificio venerable se están colando privilegios, excepciones y fraudes consentidos por lagunas legales o por disposiciones coyunturales. De ese modo las desigualdades y los agravios comparativos entre sectores de trabajadores se acentúan, y se resquebraja la solidaridad social que había presidido la construcción del vetusto edificio. Es mucho lo que debe hacerse para reformarlo y adecuarlo a las necesidades actuales, y sólo será posible hacerlo desde una actitud distinta de las fuerzas políticas, sobre todo las de la izquierda: porque no se avanzará con propuestas electoralistas ni con repartos de cuotas de poder, sino con el cemento de un fuerte consenso desde abajo. Puesto que la solución del problema va para largo y exigirá sacrificios muy duros a todos, se necesitará una doble clave para que esos sacrificios sean aceptados: de un lado, el valor intrínseco de unas contrapartidas especificadas y publicitadas (¡se están imponiendo ya tantos sacrificios sin contrapartida!); y de otro, la claridad y equidad en el reparto de las cargas que han de recaer sobre los distintos sectores de la sociedad.
3) Parece imprescindible en este nuevo contexto una reforma general, también, del contrato de trabajo. Para ajustarse a las nuevas características del trabajo en las condiciones del post fordismo, ese nuevo contrato debería incluir la codeterminación del dador y el prestador de trabajo acerca del objeto de la prestación que se contrata, puesto que ese objeto no es ya un esfuerzo abstracto, anónimo y parcelizado. Deberán constar la duración, las aptitudes necesarias para el puesto, los espacios de autonomía de cada una de las partes, y también la reglamentación y la forma de financiación de un sistema de formación y reciclaje continuo que asegure la futura empleabilidad del trabajador cuando llegue el final de su contrato.
4) Los puntos anteriores son premisas para avanzar hacia una unificación estructural de las sociedades europeas primero, mundiales en último término, en los temas relacionados con la investigación, la formación y la utilización de tecnologías avanzadas, tanto en los transportes como en las telecomunicaciones y las autopistas de la información, para crear nuevas sinergias y nuevos canales de comunicación e intercambio, y a partir de ellos crear nuevos empleos. El viejo sueño de Delors para Europa, revisitado y revitalizado a escala mundial, y puesto al servicio de un trabajo concebido como instrumento de humanización y de autorrealización.
El camino es peliagudo, cuando el primer paso, el que hemos de dar en España hoy mismo día 19 de julio, es la resistencia masiva a una agresión gubernamental injusta y bastarda. Pero como tú mismo has dicho en otras ocasiones (y también en ésta), la resistencia de poco vale si no tiene detrás un proyecto alternativo. Pues bien, aquí está la 'ciudad del trabajo', un hermoso proyecto que necesita el acopio de arquitectos, aparejadores, delineantes, especialistas y manobres para ponerlo en pie. Ojalá tenga una larga vida.
Acabo mi colaboración, querido José Luis, dándote las gracias por haber dedicado tantas horas gratis et amore como decían los antiguos, a traducir el libro de Bruno Trentin. Merecía ser conocido por los lectores inquietos de habla española. Merece ser editado y publicado en ediciones amplias y a precios populares, para su mayor difusión posible; pero esa ya es harina de otro costal. Cuando menos, cada lector debería recomendarlo por lo menos a diez amigos, como en esas cadenas muchas veces absurdas que se montan en las redes sociales. Seguro que algo saldríamos ganando todos.
Un abrazo, Paco
Querido Paco, la verdad es que ha sido fatigosamente agradable esta aventura de pasar, a trancas y barrancas, al castellano esta ciudad de Trentin. Todo ello ha sido compensado por la acogida que ha tenido tanto en el blog como por facebook, twiter y otros chirimbolos similares. Y, sobre todo, me ha permitido volver a conversar contigo casi a diario sobre un conjunto de temas que, en estos momentos, están al rojo vivo.
La tarea que tengo ahora es darle otra mano de pintura a la traducción, eliminando erratas, dislocaciones gramaticales y las gangas que pueda haber. Espero que esté definitivamente resuelto a finales de agosto, concretamente antes del quinto aniversario de la muerte de nuestro amigo.
Paco, alzo mi copa con un verdejo fresquito a tu salud. Desde Parapanda, JL
Radio Parapanda. Aquí está el índice de capítulos de la obra mencionada. Lo que se ofrece para mayor acomodo de quien lea. Con sólo clicar saldrá rauda como una centella la literatura de cada capítulo.
Primera Parte
Segunda Parte