Ayer pudimos ver, en el programa Al rojo vivo, una magnífica entrevista al reputado científico catalán Eudald Carbonell, a propósito del terrible drama de los niños Ruth y José Bretón. Como es sabido, Carbonell es uno de los responsables de Atapuerca. Y si alguien lo ignora, añadiré que nuestro hombre es una persona comprometida con las causas de los de abajo.
El mensaje del doctor Carbonell fue claro a lo largo de la entrevista: es necesario que los poderes públicos sepan que nosotros, los científicos, estamos interesados en colaborar con la administración en casos como éste; no se trata –vino a decir-- de desconfianza hacia los equipos de investigación de la policía sino de aprovechamiento de todos los recursos humanos que cuenta el Estado, entre los cuales nos encontramos, recalcó, nosotros que somos también funcionarios. Todo un argumento potente pro bono publico.
El gesto de Carbonell –nadie que lo conozca se habrá extrañado-- choca abruptamente con la desconsideración que el gobierno del PP tiene con el mundo académico.
