El próximo martes Javier Aristu y un servidor presentamos en Sevilla (Casa de la Provincia, a las ocho de la tarde) el libro de Antonio BaylosPara qué sirve un sindicato [La Catarata, 2012]. El autor, que se encuentra en Florencia disfrutando de un año sabático, nos enviará su intervención por videoconferencia o algo por el estilo.
El título del libro puede llevar a la consideración de que se dirige solamente, a modo de banderín de enganche, a millones de personas todavía no afiliadas al sindicalismo español. Lo cual sería restrictivo, porque es, además, una potente reflexión que se envía a los cada vez más amplios grupos dirigentes de no importa qué ámbito. De una parte, explica pedagógicamente las utilidades de la acción sindical para los no afiliados y, de otra, analiza de manera sugestiva los nuevos desafíos del sindicalismo en este estadio de la innovación-reestructuración de los aparatos productivos y de servicios en el contexto, ya irreversible, de la globalización. No hace falta decir hasta qué punto el libro adquiere rabiosa actualidad tras el importante seguimiento en España y Europa de la huelga del 14 de Noviembre. Más todavía, la literatura baylosiana puede ser no poco útil en puertas de los congresos sindicales confederales que están a la vuelta de la esquina.
El acto tiene una novedad: está organizado por un blog colectivo, En campo abierto (1). De este modo esta bitácora adquiere una fisicidad que va más allá de la relación ciberespacial que establecen los analistas que escriben en sus páginas. Posiblemente este ejemplo será un estímulo para que otras bitácoras convoquen encuentros donde la gente habla sin la mediación de la técnica ciberespacial.
¿Quiénes son las personas que escriben en tan significado blog? Javier Aristu, profesor de Lengua y Literatura Española; Carlos Arenas Posadas, doctor en Historia, el Enviado de don Ramón Carande en la Tierra; Lorenzo Cabrera, también historiador; Manuel Calvo Salazar, sociólogo; Pedro E. García Ballesteros, geógrafo; los sindicalistas José García García (sevillano) y Juan Moreno (madrileño); el latinista Pedro Angel Jiménez Manzorro; el filólogo Juan Jordanes Díez; los economistas Antonio Sánchez Nieto y Javier Velasco; y el escritor flamenco Joannis Van Der Meer. En fin, un equipo a la altura de los míticos Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón con incrustaciones de Bustos, Campanal, Ruiz Sosa, Juanito Arza y el bético Erasmo.
