Titular notícies
José Luis López Bulla COGER EN ARGENTINA
José Luis López Bulla

Tal vez ustedes hayan extrañado durante estas tres últimas semanas los episódicos comentarios del que firma. Si ha sido así, les recuerdo un adiós episódico advirtiendo la ausencia circunstancial durante unas vacaciones extraordinarias, coincidentes estas con un cambio vital perfectamente programado por las normas laborales. Al menos hasta el momento.

Estas tres semanas, el que firma Don Lluís Casas, su íntimo Enric Oltra y la esposa de ambos, han estado pateándose la Sudamérica terminal (en casa tenemos la mala costumbre de haber eliminado ese término a propósito de otra expresión peyorativa derivada, pero aquí en plena Argentina o Chile, Sudamérica y sudamericano es tan descriptivo como aceptado con absoluta normalidad). Esa Sudamérica terminal es lo que vienen a nombrar aquí con el fin del mundo.

Si les he de ser sincero y antes me meterme de nuevo en los berenjenales patrios, eso del fin del mundo es más cierto que mito. La casi absoluta carencia del elemento humano, excepto en contadas y precisas ciudades o haciendas, hace que aflore un sentimiento de soledad y de desamparo que reconforta mucho, la verdad. Tanto que uno acierta a entrever un imponente agujero oscuro un poco más allá, con caída al infinito. La noble creencia aun en uso de que la tierra es plana.

Como en los próximos capítulos me honraré en relatarles algunas cosillas aprendidas o recibidas en esta parte del mundo, les ahorro la habitual crónica viajera que termina incordiando más que alentando. Lo digo por que lo hecho en este mes de diciembre por los tres aventureros citados es más que aconsejable para casi todo el mundo, a condición de poseer como las hormigas el gen del ahorro y la disponibilidad temporal de las aves migratorias.

Dicho esto, solo les contaré la siguiente anécdota, ilustrada si la tecnología parapandesa lo permite por una fotografía ad hoc: en Ushuaia (Argentina), una ciudad patagónica que pugna con Puerto Williams (Chile) por ser el centro habitado más cercano al polo sur, podemos encontrar en la puerta del aparcamiento de un ciudadano el siguiente anuncio: “Si usted coge como aparca, no es extraño que le llamen cornudo”. El lema demuestra ser eficaz, puesto que el ingreso (como aquí llaman a la entrada) al aparcamiento permanece disponible todo el tiempo para el honorable y ocurrente propietario. Tal vez no terminen de entender la gracia contenida en la frase: el verbo coger en estos rumbos substituye en lo que puede a nuestro joder. Todo aclarado.

La anécdota no es menor y puede atribuirse perfectamente a ese entramado de derechas nacionales que dirige (una expresión tal vez excesiva) tanto nuestro país, como nuestro país. CIU i PP. Estar hoy a más de 15.000 Km. no significa dejar de obtener información vía Internet. Amigos y conocidos insisten en aportar noticias, ocurrencias y preocupaciones y el mal viajero, como somos tanto Enric, como yo mismo, nos refugiamos así que podemos en el hotel y manejando el ordenador y el Google seguimos estando a la que salta, sin depender del acceso en otra hora ocasional, difícil y fuera de tiempo de la prensa escrita. Hoy, incluso desde los glaciares antárticos, uno tiene los sustos imprevisibles de la presunta lesión de Messi (con la interrupción general de las emisiones para anunciarlo), como de la recaída de Tito Vilanova, aquí ya como un familiar más.

Ayer fuimos testigos indirectos de una gran manifestación sindical en Buenos Aires, con la participación de todo el arco sindical, hasta hace poco distanciado como lo estuvo en casa. El motivo no necesita ser explicado, la enorme presión del gobierno sobre los derechos laborales, las pensiones, la fiscalidad aplicada a la nómina, el recorte de ayudas familiares, etc. etc. Les sonará conocido efectivamente, con solo una diferencia. La presencia del FMI como eje de la acusación sindical a falta del BCE  y de la UE.

Con los ojos llenos de naturaleza, a pesar de los cuatro días bonaerenses y los bolsillos y tarjetas absolutamente vacíos, iniciamos mañana la vuelta para reencontrarnos con una Navidad pasada por agua para la mayoría.

Por cierto, lo cortés no quita lo valiente. Don Enric cobró puntualmente su primera pensión sin demora ninguna. Es más esta llegó antes de la final liquidación de la Generalitat de Catalunya que ha sido anunciada para el 28 de diciembre, como una inocentada más de ese tripartito de nuevo cuño.

Y sin más, hasta más ver, como decía mi abuela con todo el acierto del mundo, les deseo unos ágapes navideños controlados y un buen año 2013 para dar caña al mono.

Lluís Casas et alias.

Últimes Notícies