El partido de Duran i Lleida, Uniò Democràtica de Catalunya, ha negociado con el fiscal la salida el descomunal embrollo que en su día representó el caso Pallarols. Como es sabido, una serie de ex altos dirigentes del partido democristiano se salvan de la cárcel a cambio de devolver los dineros que –provinentes de los fondos europeos para formación de los desempleados-- se embolsó el partido para pagar sueldos, comprar muebles y otros elementos de intendencia. En total, 388.000 euros, que es sólo una parte de la zahúrda.
Duran Dedos Largos-- extrañamente en silencio, ahora, contraviniendo su proverbial facundia— ha hecho declarar a su portavoz que aquel asunto no fue obra del partido sino de algunos militantes. Nuestro hombre hace mentir con tanta contundencia como Pedro ante el Nazareno. Quien organizó aquel tinglado, y por ello fue procesado, fue el secretario de organización, un personaje que en aquella época estaba hecho a imagen y semejanza de su jefe. Flanqueando a este sujeto estaban en dicha operación otros miembros del máximo grupo dirigente del partido. Cuesta creer que Dedos Largos no estuviera informado. Pues es sabido que en esa organización (y otras muchas más) Dedos Largos corta el bacalao y reparte el porrón a su gusto.
Ustedes dispensen la petulancia: conozco el paño. Me tocó intervenir sobre este asunto siendo diputado en el Parlament de Catalunya en la sexta legislatura junto a mi compañero el diputado socialista Josep Maria Rañé. Ambos desentrañamos la operación buceando en las tripas del negocio. Las respuestas que nos dieron (desde el Gobierno Pujol hasta los portavoces del grupo parlamentario de Convergència i Uniò) se reducían a que nosotros calumniábamos a Uniò y a sus dirigentes. Mentían –y sabían que lo hacían— en el Parlament. Por cierto, fue el diputado Enric Millo (entonces en las bancadas nacionalistas y hoy en el Partido Popular) el encargado de urdir la trapacería parlamentaria y de espolvorear el olor a chorizo en todo aquel edificio.
El problema es que una gran cantidad de dineros (sé positivamente que sobrepasaron los 388.000 euros) no llegaron a cumplir sus objetivos finalistas: la formación de los parados. El problema es que la parte más conspicua de UDC –esto es, la secretaría de organización y sus allegados, familiares incluidos-- considera que puede transformar dineros públicos en intereses partidarios. Y el problema es que ahora se ha llegado a un apaño torticero entre la justicia, que no es igual para todos, y la organización que lidera ab urbe condita Duran Dedos Largos.
Más todavía, el problema es -–como dije en sede parlamentaria-- que "sólo ha aflorado una pequeña parte de la mugre. Lo que más escandaliza es que el diputado Sánchez Llibre, un hombre fuerte en la coalición, hiciera gestiones en favor de Pallerols en un departamento de la Generalitat. Sinduda hay una relación oscura del mundo político catalán con empresarios de la corrupción": La oposición exige a Pujol que dé explicaciones sobre el 'caso Pallarols´.
Addenda. En una de mis intervenciones parlamentarias troné diciendo: “Això sembla un Patio de Monipodio”. Al terminar de hablar se me acerca un diputado (que tiene carrera universitaria) y me dijo: “¿A qué monopolio te refieres?”. Después supe que sólo había leído las obras completas de Marcial Lafuente Estefanía.