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José Luis López Bulla ¿TWITEARÁ COSCUBIELA A DRAGHI?
José Luis López Bulla

Se habla de que el Congreso de los diputados podría sancionar a Joan Coscubiela y Alberto Garzón en el caso de que twiteen la intervención de Mario Draghi en la Cámarael día 12 de febrero. La amenaza huele a (algo más que) huevos podridos. ¿Qué tiene que decir Draghi que no pueda conocerse por la opinión pública? ¿Qué secretillos son esos? La cosa clama al cielo.

Sin embargo, lo más espeluznante es que el Banco Central Europeo haya impuesto que la comparecencia de su presidente se haga “a puerta cerrada y sin micrófonos”. Atención: no se trata de una chulería de don Mario. Es algo más serio. Es la exhibición pública, sin recato alguno, de que no quiere, no debe ser controlado. No es, por tanto, una zona gris de la democracia, sino un agujero negro. En concreto, los depositarios de la soberanía del pueblo aparecen, así las cosas, ninguneados por esa fulanidad (que no personalidad) de Draghi. Más todavía, la Junta de Portavoces del Congreso de los Diputados admite la imposición del BCE y se vende por menos que un plato de migas: esto es lo más grave, lo más superlativamente grave.  

Conozco a Coscubiela desde que tenía pantalones cortos. Y sé que si se le mete en la cabeza twitear  a Draghi lo hará. Pues bien, pongamos que finalmente decide salirse democráticamente con la suya, ¿qué hará la presidencia del Congreso? No puede impedirle que asista a la reunión. ¿Ordenará que le registren para ver si lleva el chirimbolo de twiter? No pueden hacerlo.

Por otra parte, además de la servidumbre de la Junta de Portavoces a una autoridad no elegida en lugar alguno, si Coscubiela decide que su decisión va a misa el bochorno de la Juntaserá mayúsculo, el ridículo será de bigote. Perdonen, quiero decir que la genuflexión de todos los diputados que aprueben la decisión de la Junta ante Draghi serán responsables de que el Banco Central Europeo se pasa por la cruz de los pantalones a los depositarios de la soberanía popular. ¿Se imaginan ustedes a Madison y Jefferson, Churcill y Willy Brandt, Palme y Sandro Pertini hincados de rodillas ante ese Mario Draghi? Imposible.         
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