Se me cae la baba viendo esta foto. Doña Alejandra Soler, casi centenaria, joven indignada posa junto a un grupo de amiguitas del Instituto Luis Vives (Valencia), alegres y orgullosas de estar con esta dama (1).
Doña Alejandra es parte viva de todas las luchas del siglo XX. Es el testimonio de la herencia que ella recibió y el eslabón de la acción colectiva del presente y del futuro. Es de ese fuste de tantas y tantas mujeres como Dolores Ibárruri y Federica Montseny, de Marie Curie y Rita Levi-Montalcini.
Doña Alejandra nos dice: «Quien vive del pasado se consume», y por ello cada jueves se reúne en la Universidadcon la ´gente joven´. Afirma que «es feliz». Como quien dice: reservemos nuestro pesimismo para cuando vengan tiempos mejores.
Beso su mano, doña Alejandra.