Solamente a través de un obituario en El Paísnos hemos enterado en España de la muerte de Robert Castel, casi a las puertas de sus ochenta años. Ningún otro medio, que yo sepa, ha informado de que este gran intelectual francés nos ha dejado. Una vergüenza, diría yo. Nadie, tampoco desde el movimiento sindical y la izquierda (repito, que yo sepa), ha comunicado a sus parciales de que el autor de Las metamorfosis de la cuestión social. Una crónica del salariado ya no está entre nosotros. Francamente, no me atrevo a sacar conclusiones, aunque sean provisionales. En todo caso, diré que me parece lamentable.
Perdonen la intemperancia: ¡que levanten la mano quienes hayan leído a Robert Castel!