Escribía el médico y amigo Toni Barbarà que las “autoridades oficiales”, en Catalunya y en todo el Estado, están dispuestas por lo visto y leído a negar la evidencia de una tragedia cotidiana como es la situación de desnutrición de miles de niños y niñas. Precisamente desde el Grupo Municipal de ICV/EUiA del Ayuntamiento de Badalona se había denunciado la pasividad, inactividad total, de las autoridades locales del (des)Gobierno del PP, a la hora de responder al informe del Síndic de Greuges sobre algo que viene siendo ya demasiado conocido y silenciado: las carencias alimentarias e incluso malnutrición en Catalunya. Finalmente, en el pasado Pleno municipal de julio, en Badalona, se aprobó, por unanimidad(!), una Moción en la que se instaba a actuar para “garantizar las tres comidas al día a la población infantil más vulnerable”, máxime en época de vacaciones escolares con centros y comedores cerrados.
La nutrición, nos explica el médico fundador de Dempeus per la Salut Pública, en su acepción más adecuada y rigurosa, en el sentido de una alimentación saludable y correcta, no se mide por el Índice de masa corporal (IMC), ni por la plenitud gástrica, ni siquiera por las calorías ingeridas. Se mide de forma más compleja y veraz por la cantidad y calidad de nutrientes administrados en cada persona, necesidad y circunstancia. Se mide por equilibrios, calidades, cantidades, ritmos y cadencias, formas y elaboraciones, y en definitiva por aportes necesarios en cada caso y momento.
No es la misma situación la de un niño, que la de un adulto, de un lactante que de una persona muy senil (very old), ni la de una embarazada que la de un jubilado, un deportista o un convaleciente, la de una persona sana que la de un diabético- hipertenso- hiper- colesterolémico, hiper-etc, o la de un delgad@ severo que la de un obeso, ni la de un trabajador físico que la de un sedentario, … la de un atleta de la de un administrativo, la de … ¿ seguimos ?
Hoy en día, ciertamente se han ido incrementando y diversificado los trastornos y las patologías relacionadas más o menos directamente con la alimentación. Desde las llamadas enfermedades alimentarias (anorexia, bulimia, obesidad, vigorexia, polifagia, etc…) hasta las postmodernas, crecientes, graves, desarrolladas, urbanitas y sofisticadas “distrofias” por malos hábitos de alimentación, léase distrofias farináceas a base de pizza y pasta, o las grasas a base burgers y pseudocarnes de marca. “Comer- beber- masticar-ingerir” es una cosa, y estar saludable y suficientemente alimentado, otra.
Solo que en estos tiempos miserables que corren, el hambre puro y duro, aquel hambre del ruido de tripas de las novelas de otros siglos, vuelve a ser una realidad en muchas calles y casas, en demasiadas “zonas de recreo infantiles”. En el caso que nos atañe, la referencia al segmento poblacional de la infancia tiene en todos los parámetros de medida de salud un valor especial y patognomónico definidor de la situación de una sociedad respecto de la alimentación. En esa etapa de la vida las necesidad de nutrientes estructurantes, plásticos y formadores es particularmente esencial. Las proteínas, (y su misma calidad), el equilibrio respecto de hidratos de carbono y grasas/lípidos, las necesidades en vitaminas, en minerales, en determinados oligoelementos, son determinantes para un estado nutricional saludable, y además van a condicionar el inmediato desarrollo, físico, ponderal – estatural, pero también intelectual, cognitivo, y aun cultural y educacional del hoy infante. En definitiva la alimentación en la etapa infantil será determinante el día de mañana para la vida misma del futuro adulto/a.
De ahí la gravedad de una situación como la denunciada por el Síndic en Catalunya, y por algunas organizaciones científicas y de salud pública en sus informes (casi siempre tratados desde la reserva corporativa y acotados a la menor difusión controlada posible a pesar de su prestigio y relevancia).
Pues bien, ya se dan cuenta, nada de eso es tema relevante para la mayoría que des-gobierna el Parlament de Catalunya. Puede leerse hoy en eldiario.es
CiU y ERC vetan que el Govern comparezca por la malnutrición infantil
“Las dos formaciones evitan que ningún consejero dé la cara en el Parlamento para valorar el informe del Síndic que alertaba de que 50.000 niños sufren problemas nutricionales en Cataluña
CiU y ERC han rechazado este martes que ningún consejero de la Generalitat comparezca por ahora en la Diputación Permanente del Parlament de Catalunya para dar explicaciones sobre un informe del Síndic de Greuges (el Defensor del Pueblo catalán) presentado este agosto, que advierte que 50.000 niños catalanes sufren actualmente problemas nutricionales. En la reunión de los portavoces de la Diputación Permanente, CiU y ERC han rechazado las comparecencias del consejero de Economía, Andreu Mas-Colell; la de Enseñanza, Irene Rigau, y la de Bienestar Social, Neus Munté, mientras que sí ha prosperado por unanimidad la comparecencia del propio Síndic de Greuges, Rafael Ribó.
En su informe, el Síndic alertaba que 50.000 niños sufren de malnutrición, ya sea porque no tienen una dieta equilibrada -muchos comen carne o pescado una vez a la semana- o porque son privados de algunas comidas. En su presentación, Ribó denunció que la causa principal de estos problemas nutricionales son la falta de ingresos familiares, en una Cataluña donde se calcula que 230.000 niños viven en hogares con los padres en paro.”
Sin embargo, el Govern no tiene nada que decir al respecto. ¿Por qué? ¿Acaso el Govern de CiU gobierna para los niños pobres de Catalunya?
Y como si Toni Barbarà hubiese adivinado el vergonzante renuncio de CiU i ERC, añadía en su escrito original: “contra el silencio de esa omertá culpable siempre quedan excepciones tanto en el campo de los media como de la sociedad civil organizada y con entidades molestas, insumisas e independientes capaces de denunciar el estropicio infame.”
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