Gracias y felicidades por el artículo otra vez. Yo también me quedé en casa, y nunca me ha preocupado si formaba parte de ninguna mayoría (las mayorías me dan un poco de miedo). En cualquier caso, detesto que me incluyan ahí. Hay que decir que el concepto de “mayoría silenciosa” ha sido durante un tiempo el argumento del propio Artur Mas para hacer oídos sordos a las manifestaciones que, en Catalunya, protestaban por sus recortes sociales, sanitarios y educativos: según Mas, él sólo escuchaba a la “mayoría silenciosa” que no se había manifestado contra su política de neoliberal agresivo. Soraya, irónicamente, le devuelve su triste análisis (triste y perverso).
Afortunadamente, pienso que la calle ha tomado la iniciativa y por fin los partidos están desbordados, y obligados a una reflexión que, si no practican, podría arrastrarles hacia su ocaso.
Aunque no haya ido a la mani del 11S, creo firmemente en la reivindicación del referéndum, de forma que no permito que se me sume a esta otra mayoría.
Sea como sea y vaya como vaya todo, estamos a las puertas de una redefinición del estado y de la misma democracia. Y esto sólo puede ser bueno.