Titular notícies
Àngels Martínez i Castells. La desigualdad rampante y las Marchas de la Dignidad
Àngels Martínez i Castells.

imageDesde el Frente Cívico de Madrid nos advierten de algo que no por obvio y destructivo se combate de forma tan masiva y rotunda como se merece. El diagnóstico del Frente Cívico es que la sociedad española se encuentra rota, fracturada y descohesionada por las políticas de los gobiernos del bipartidismo. Y los datos estadístios (tras los que hay el sufrimiento de la mayoría de la población) les dan la razón Las políticas de saqueo recurrentes de los herederos del franquismo han dejado sin hogar, sin trabajo y han extendido el hambre y la desnutrición a millones de personas. Las reformas laborales del PP, finalmente, han favorecido al empresariado más avaricioso y suicida, mientras condenan al paro, pobreza y precariedad de cronicidad letal a los asalariados, y a 700.000 jóvenes, en los últimos años, a un exilio económico difícilmente reversible por el desprecio del PP a la enseñanza pública, la cultura, la investigación… Mientras Montoro miente sobre la evolución de los salarios y ejecuta unas políticas fiscales (con vergonzosas amnistías incluidas) que no dejan espacio para actuar a favor de la igualdad de oportunidades o redistriuir la renta de modo más equitativo.

Pero también el patrimonio cuenta (y mucho) como bien saben en la Casa de los Alba, y una imagen vale más que muchas palabras. El siguiente gráfico sobre la desigualdad en España, especialmente contundente, podemos encontrarlo en el blog de Economistas Frente a a Crisis:

image

El gráfico demuestra hasta qué punto las políticas neoliberales de los distintos gobiernos que han asolado España en los últimos años han llevado al país al empobrecimiento de la mayoría social, y en este post de Luis Molina Tembury aparece el patrimonio (o su ausencia) como factor de desigualdad. En base a un informe de Credit Suisse, más del 10% de los españoles poseen menos que nada porque tienen un patrimonio negativo.

Los patrimonios son el auténtico poder económico, afirman desde Economistas frente a la Crisis. “Son más estables, menos volátiles que las rentas, su distribución es bastante más extrema -increíblemente extrema para quien no haya tenido antes noticia estadística- y evoluciona a peor. Por poner unos ejemplos, el 50% de los habitantes del planeta tenía en 2010 el 1,6% de la riqueza global. En 2014 esa mitad de la humanidad ya sólo posee el 0,7%. Y en el otro extremo, el 1% que más tenía en 2010 acaparaba el 43,6% de la riqueza conjunta; sólo cuatro años después se llevan el 48,2%. El Presidente Obama y el Papa Francisco coinciden en que la desigualdad es un grave problema, y a la vista de estos datos parece que llevan razón.”

Así, no tendríamos un problema de pobreza -que no es una tendencia natural ni un factor inevitable- sino de pésimo reparto de la riqueza.

Vale la pena analizar los datos anteriores con Piketty -para quien los indicadores sobre desigualdad de rentas que utilizan las oficinas estadísticas, como el coeficiente de Gini o los ratios interdeciles, no son neutrales y sí herramientas muy pobres porque no explican los entresijos de la desigualdad. Su propuesta es “ampliar la información ordenando la población por su nivel de renta, o patrimonio, y observar lo que ocurre en los distintos deciles y percentiles. Así, hay tres zonas que tienen una especial relevancia en el estudio de la desigualdad. Una de ellas es el último decil, ese diez por ciento de la población que más tiene, que en España detenta una amplia mayoría del poder económico: el 55,6% de la riqueza total. Ascendiendo hacia arriba dentro de ese decil, la absorción de la riqueza crece de manera exponencial: el 1% de la población posee el 27% de la riqueza conjunta. Es decir, que el diez por ciento del diez por ciento más rico acapara cerca de la mitad de la riqueza de ese subgrupo, y así hacia arriba progresivamente. En esas zonas se mueven quienes controlan el poder económico en España, a través de participaciones estratégicas y representantes bien pagados en los consejos de administración, y también -gracias a mecanismos como las puertas giratorias o financiando medios masivos de comunicación, laboratorios de pensamiento neoliberal y grupos de presión- quienes acumulan un poder político creciente que sigue alimentando sus inmensos patrimonios.”

Para Piketty es igualmente importante observar “el ingreso de los cuatro deciles centrales, ese 40% que podría considerarse representativo de una amplia clase media. En España poseen el 19,9% de la riqueza, casi la mitad de lo que les correspondería si se repartiese equitativamente, lo que viene a demostrar que las clases medias no son tan medias como muchos piensan, incluidos ellos mismos. Y finalmente, la tercera zona propuesta por Piketty serían los cinco primeros deciles agregados, porque es significativo dividir la población en dos partes y saber qué proporción se lleva cada una. En España, esa primera mitad no llega siquiera al diez por ciento (el 9,7%).”

El fracaso democrático del sistema se muestra con toda su brutalidad en los tres primeros deciles inferiores, el primero de los cuales sufre de “riqueza negativa” es decir, deudas. Entre estos tres decilos que se corresponden con el treinta por ciento de la población, sólo se llega al 2,3% de la riqueza.

Según Economistas Frente a la Crisis, esa imagen de la desigualdad en España proporciona bastante información y da para bastante reflexión. Pero sobre todo, debería aportar más argumentos energizantes para la acción.

Y lo que es evidente es que confirman las conclusiones del Frente Cívico en el sentido que el bipartidismo y su corrupción han convertido al país en una olla a presión en la que se mezclan la injusticia, la desigualdad, el aumento de la miseria, el hambre, el paro, los desahucios, el despilfarro, y sobre todo una gran frustración colectiva al quedar demostrado que no existe una sola institución no corrupta.

Comparto del pronóstico de Frente Cívico que la pacata propuesta de “resetear” el sistema como se pretende con falsas reformas constitucionales y con previsibles futuros gobiernos PP-PSOE, solo servirá para aumentar más el sufrimiento de la mayoría al seguir aplicando políticas emanadas de la Troika y por las tramas corruptas que incrementan la desigualdad. Y que hay que pasar a la acción hasta conseguir la ruptura que NO se dio en el 1978.

Por ello, frente a esta situación insostenible para la mayoría, las Marchas de la Dignidad convocan una semana de movilizaciones del 24 al 29 de noviembre, y llaman a la participación masiva, unitaria y pacífica en los distintos actos centralizados y locales que se desarrollarán esos días en la Comunidad de Madrid. Sus lemas ya conocidos:

No al pago de la deuda ilegal, ilegítima y odiosa.
Derecho a vivienda para tod@s.
Empleo digno con derechos o renta básica.
Servicios públicos para todas las personas.

El día 29 por la mañana, las distintas columnas de las Marchas atravesarán pueblos y localidades de la Comunidad de Madrid para confluir a las 17 horas en la Glorieta de Atocha y a las 18 horas en Cibeles, y completar la manifestación Atocha – Cibeles – Sol.


Més sobre...: Ciutadania/Política
Últimes Notícies