LA UTILIDAD DEL BLOG DE EDUARDO ROJO: Una Universidad a distancia

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En otra ocasión he calificado el blog del profesor Eduardo Rojo, http://www.eduardorojotorrecilla.es/, como una auténtica Universidad a distancia. Prácticamente a diario nos desgrana todo tipo de sentencias de los tribunales en materias laborales, comentarios suculentos que constituyen un serio acervo de dogmática jurídica y cuanto a nuestro profesor le parece de utilidad.

Don Eduardo no requiere presentación alguna. Pero me parece obligado que los lectores se acerquen un poquito a algunos de sus datos anagráficos: es profesor de la Universidad de Barcelona; Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Girona; Actualmente Catedrático de DTSS de la Universidad Autónoma de Barcelona. Asumió en día la dirección del área social del Centro "Cristianisme i Justícia". Desde el año 2002 ha ocupado el cargo de Director del Departamento de Derecho Privado. Ha dirigido la Cátedra de Inmigración, Derechos y Ciudadanía de la UdG. Desde el año 2002 es vicepresidente ejecutivo de la Fundació UtopiaJoan N. García-Nieto d'Estudis Socials del Baix LLobregat. A ello habría que añadir una importante obra jurídica escrita, artículos en la presa y revistas especializadas amén de conferencias en los cuatro puntos cardinales.

Lo importante en este caso es la cercanía de su blog con los problemas del universo del trabajo y la utilidad de sus investigaciones. Me pregunto, así las cosas, qué utilidad sacan, personal y colectivamente, los sindicalistas de todo ello. Y hasta qué punto esta “enseñanza a distancia” es aprovechada: por cada sindicalista, individualmente, dedicando algún tiempo de su agenda propia a ese estudio de las comunicaciones que nos ofrece nuestro profesor; colectivamente, por las estructuras del sindicalismo y especialmente por los departamentos de Formación.

Mi propia experiencia es: cada día dedico una hora al estudio de lo que nos dice en su blog; de ahí que pueda considerarme estar al día. Claro –dirán algunos— tú estás jubilado y tienes todo el tiempo del mundo. Muy cierto. Mi respuesta es: ciertamente, todo el tiempo del mundo, pero vosotros necesitáis un estudio, una interpretación de lo que está pasando para vuestra tarea cotidiana. Perdonad la siguiente observación: y no os cuesta un duro. Ya me diréis si todo eso no es un tesoro. Recordad la obsesión de los viejos sindicalistas de antaño porque los trabajadores tuvieran la más alta formación y cultura: Anselmo Lorenzo, Joan Peiró y Angel Pestaña, entre otros más, acabaron con ronquera de tanto insistir en ello. Y no se hable más.

Permitidme un recuerdo personal: en cierta ocasión vi a Cipriano García, padre fundador de Comisiones Obreras –cuando íbamos a Madrid en aquellos trenes borregueros a alguna reunión— estudiando el famoso manual de normas ortográficas de don Luis Miranda Podadera. Entendió mi cara de asombro, y me dijo: «Un sindicalista no debe tener faltas de ortografía; no haber ido a la escuela no es una excusa.»