Podemos, culto a la personalidad
Otra muestra de la casquería política: «Si cae Pablo Iglesias, cae Podemos. Y tú te jodes» (1). Así ha hablado Zaratustra, perdón, quiero decir Monedero. Así pues, queda avisado el Universo. De momento vamos a pasar por alto ese castizo y misterioso Y tú te jodes. Misterioso porque no sabemos si se dirige a alguien en concreto, al pobretariado mundial o a toda la humanidad. O al mismísimo Íñigo Errejón. Sea como fuere no parece que este planteamiento pase a los anales de la política española y europea.
En todo caso, parece que se dispone a una preparación eficaz de cara a la segunda sesión de Vistalegre. Porque la consigna monederiana intenta que todo debe girar en torno a un sí rotundo a Pablo IglesiasEl Joven. Diga lo que diga y haga lo que haga, por supuesto. El debate, tenido hasta ayer como la joya de la corona podemita, pasa a ser una chuchería del espíritu, una banal distracción entre charlatanes. El debate ya no es la savia que fertiliza la acción política, es –se desprende de lo que dice Monedero-- fuegos de artificio de diletantes. Algo preocupante. Por ejemplo (entre otros muchos): la militancia reducida a un coro de si bwana y los grupos dirigentes entendidos como la terminal burocrática de los que dice Pablo y su consejero aúlico Monedero.
Y hay algo que lo acompaña. El inicio de un cáncer en Podemos; de ese cáncer que –en unos partidos de manera oblicua y en otros de manera directa-- asoló a la izquierda: el culto a la personalidad. La idolatría al caudillismo. Es algo tan metastásico que, cuando se quiere corregir, ya ha recorrido todo el partido.

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