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José Luis López Bulla Podemos, hablando claro
José Luis López Bulla
Autor:Javier Terriente


1.- ¡Minorías al poder!


De cómo un partido grupuscular, y crepuscular, en el ocaso de su trayectoria, ha sido capaz de controlar la organización de Podemos en Andalucía y otros lugares, con la inestimable ayuda de la dirección estatal, mientras sus oponentes se fragmentan a su paso,  es digno de figurar en los Planes de Estudios de la Facultad de Sociología de la Complutense  como un clásico de la conspiración política.  Trabajando sin tregua, paso a paso, e incrustada en  espacios decisorios, ha encontrado el momento adecuado para imponer sus condiciones, las que transmutarían Podemos  en una organización residual de la izquierda.

Es el momento de Anticapitalistas, una prolongación actualizada de Izquierda Anticapitalista, queen las elecciones anteriores a las de su ingreso en Podemos, obtenía unos insuperables resultados electorales: Parlamento Europeo 2008, 0,13% (19.880 votos), Elecciones Generales 2011, 0,10%,(24.456 votos), Elecciones al Parlament de Catalunya (en coalición con la CUP), 3,47%. Poderosasrazones, estas, que avalan su furiosa reconversión al podemismo.

No importa que el mundo a su alrededor exija respuestas  inmediatas y globales desde una perspectiva de mayorías. Lo fundamental en este tipo de partidos es regirse por el principio de que la política y la historia son un devenir sin fin, siendo ellos, claro está, los representantes auténticos de una gloriosa revolución en marcha hacia ninguna parte.

De modo que, ante el giro de 180 grados que escenifica la inauguración de una política de pactos con el PSOE, aunque limitada a asuntos sociales e iniciativas parlamentarias puntuales, sin mociones de censura de por medio, sólo puede haber una respuesta pura y verdadera: desplegar el programa máximo de revolución en la revolución hasta la derrota final. Ello implicaría la transformación de Podemos en un partido vocacionalmente extraparlamentario, con un programa acorde a esos propósitos:


1.   El soberanismo político de todas las comunidades y regiones sin exclusiones y al mismo nivel. O la insurgencia de territorios y personas en su máxima expresión.

2.   La dilución de las instituciones representativas  en una dinámica movimientista de ascenso imparable de las masas al Poder.  O cómo la democracia se convierte en un mero término subordinado a la acción social.

3.   La orientación anticapitalista como alfa y omega de un proyecto político de liberación de los pueblos a escala mundial. O la Revolución nos hará libres en cuerpo y alma.

4.   La implantación progresiva de mecanismos autoritarios, lo que conlleva el desprecio del sistema de garantías y la reducción drástica de la pluralidad interna.O, yo soy  la ley, luego la ley es la manifestación de la voluntad de unos pocos sobre la de muchos.



El pasado 5 de junio, un grito de guerra recorrió Andalucía: “para que luego nos reproche pleno tras pleno que no gobernamos con ustedes, ¡con el PSOE ni muerta, vamos!”. Con esta elegante declaración de principios, la líder andaluza Teresa Rodríguez dio otra vuelta de tuerca a las hostilidades con el PSOE. Fue el último acto de un desencuentro de más de dos años, tras 81 días de negativa inflexible a la investidura de Susana Díaz, que utilizó ese pretexto para emparejarse con Cs. En el bloque del no, PP, IU y Podemos. Hasta hoy. Un atajo glorioso.

Por si no es suficiente, la dirección andaluza ha instado a IU a que abandone los gobiernos que comparte con el PSOE, anunciándole que los futuros acuerdos municipales han de pasar holgadamente la prueba dinástica de la pureza de sangre antisocialista. Sólo así,IU sería digna de pertenecer, siguiendo el piadoso criterio del Kichi, a alguna de esas cofradías de pescadores, rojas rojísimas, devotas devotísimasde santos y santas, de tan honda tradición mediterránea.

Sin embargo, ocurre a veces, que tensando al límite los desacuerdos se corre el peligro de  llegar a la autoinmolación. La negativa a formar parte del proceso constituyente de Catalunya en Comú y las críticas infundadas al funcionamiento de Ahora Madrid, apuntan en esa dirección.

No hay pues heroísmo alguno en este empeño de refundación Anticapitalista de Podemos.  En realidad, no se está librando una batalla verdadera, en la que el rugido de los cañones se confunda con  el ruido metálico de las espadas y el choque de escudos, en medio de paisajes sangrientos. Es sólo negocios. Negocio electoral travestido de acaloradas discusiones de estrategias de poder en modo Juego de Tronos.


2.- Refundando Podemos


En este sentido, la estrategia es la clave. El factor decisivo para entender que organizaciones que alcanzan en poco tiempo cimas sublimes desde donde mirar de frente al dios verdadero de la Trilateral con su Trama de ángeles y arcángeles, acaben precipitándose abruptamente por la sima insondable del olvido y la desmemoria.

Ante el olvido, recordar que la dirección de Podemos decidió trocear la tarta del partido, en virtud de una serie de pactos territoriales con grupúsculos del viejo orden revolucionario, marginando a quienes defendían un proyecto de mayorías.

Ante la desmemoria, insistir en que tomó un camino sin retorno: ejercer de buen samaritano con IU, estableciendo un marco de confluencia estatal que permitió rescatarla del hundimiento definitivo.

Hay pues en marcha, un doble proceso implosivo, coincidente en la exclusión de sus contrarios. Uno, encabezado por el revolucionarismo rampante del partido/asociación Anticapitalistas,  con cabezas de puente en Andalucía, Madrid y Catalunya, y otro, el que impulsa la propia dirección de Podemos transmutándose en una nueva identidad con IU.

La vía utilizada ha sido la reconversión de Podemos en Unidos Podemos. He ahí el factor determinante. Un tránsito cualitativo que, sin embargo, se presentó como un mero cambio de nombre en el registro de partidos políticos. Y puesto que no hubo caso ya que nadie discrepó, se asumió con la misma emoción y naturalidad que la caída de un objeto desde la Torre de Pisa por efecto de la ley de la gravedad. Abrazos, rendida admiración y felicitaciones mutuas.

Sin embargo, lo que se quiere ocultar es, paradójicamente, lo que transparenta la fórmula Unidos Podemos: una convergencia estructural con IU, tendente a cambiar la naturaleza de Podemos e IU en un cuerpo de doble alma, en cohabitación pecaminosa en un frente de la izquierda auténtica.

Toda una carga de profundidad sobre la línea de flotación de un proyecto que surgió de la necesidad, y de la ambición, de construir un amplio espectro de nuevas alianzas democráticas desde una perspectiva de mayorías.

Hay pues un silencio consciente sobre el alcance real  de esa decisión, aparentemente inocua, pero que revela una redefinición completa de las estrategias y objetivos de Podemos, mediante un orden de palabras que va más allá de un mero legalismo de leguleyos.

Y lo que expresa ese orden es que IU ha pasado de la irrelevancia de años de estancamiento a la baja, a incorporarse como aliado preferencial de un nuevo Bloque Histórico (definición oficial) sobre el que la dirección de Podemos ha depositado todas sus  esperanzas.

Otra cosa muy distinta es que, a partir del 26J,haya perdido visibilidad como partido. Es opinable. A cambio ha ganado influencia en Podemos,  sus líderes han adquirido una relevancia inusitada y   tiene tres diputados más respecto al 20- D, de un total de ocho,cuatro de ellos en listas de las Confluencias.

¡Pobre Gramsci, aquella cabeza privilegiada de la izquierda comunista italiana que Mussolini no consiguió acallar en años de encierro atroz!

¡Se quedaría perplejoviendo que su original concepto de Bloque Histórico (la soldadura entre infraestructura económica y social y superestructura política y jurídico-ideológica), se ha travestido en una manera vulgar deencubrir transacciones políticas cupulares!


3.-Un acuerdo con fórceps


La elección de Pedro Sánchez al frente del PSOE, ha venido acompañada de una propuesta de compromisos por la izquierda, que ha vuelto del revés la estrategia de Podemos de confrontación directa con la Trama y la Trilateral del Sistema. Del Podemos cara a cara frente al bipartidismo, al juntos podemos, sin transición alguna, ¡qué de vueltas da la vida!

Definitivamente, el proyecto de sorpasso se ha agotado. Ha tocado fondo.No quiere decir que siga siendo  la bandera de grupos de irreductibles. Y la alternativa, que sería construir una nueva relación con el PSOE, representa en realidad una enmienda a la totalidad a la cultura hegemónica de Vistalegre 2. Mal antes, peor ahora. 

Cabría definir esta nueva relación como un acuerdo forzadodebido a una doble necesidad:


a)   La del PSOE, que precisa recuperar un electorado en fuga, a consecuencia del golpe de timón hacia el PP de una gestora nacida a raíz de la salida obligada de Pedro Sánchez de la secretaría general.

b)   La de Podemos, exigido por la tesitura entre frenar el retorno de electores socialistas a su espacio natural, conveniando acuerdos con el PSOE, o endurecer su proyecto con recursos extraídos de la caja de herramientas de la extrema izquierda.


No obstante, hay  notables diferencias entre ambos partidos a la hora de abordar los pactos:

El PSOE cuenta con una larga trayectoria, aunque compleja y contradictoria, de acuerdos con el PCE de la lucha antifranquista y de la Transición, y otras fuerzas democráticas y nacionalistas. 

Hay pues una relativa coherencia entre pasado, presente y futuro, en la apertura relaciones con Podemos, que forma parte esencial de la memoria histórica y democrática.

A este propósito, muy a pesar de las corrientes revisionistas de salónque definen la Transición (y la democracia, ahora) como una prolongación modernizada del franquismo,habría que anteponer lo que significó,en el límite de lo posible,  el proceso de ruptura democráticaconuna Dictadura agonizante, que pretendía perpetuarse a sí misma. La ruptura astillada, que acertadamente describió Marcelino Camacho.

En este marco de extrema inestabilidad, destacar el papel decisivo deleje PCE/CCOO y PSOE/UGT, en la conquista de las libertades.

Ello, muy pesar de una correlación de fuerzas claramente hostil, las provocaciones de ETA y la extrema derecha, el sabotaje de los aparatos de seguridad del estado, los pronunciamientos del ejército, que hicieron peligrar cada paso de ese proceso (Operación Galaxia,1978, 23 Fde 1981, y un largo etc).

Y por encima de lo imaginable, mediatizando el curso de la vida hasta la exasperación,la gran tragedia de la muerte, muertes y más muertes: Granada, tres (1970) Ferrol, dos (1972), Puig Antich, garrote vil (1974), los fusilamientos de ETA y el FRAP, cinco (1975), Vitoria, cinco (1976), Javier Verdejo (1976), García Caparrós (1977), la matanza de los abogados de Atocha, cinco (1977), Yolanda González (1980) ….

Y así hasta alcanzar la escalofriante cifra de 591 muertos entre 1975 y 1983, por causas de violencia política, terrorismo de ETA y fascista, guerra sucia y represión institucional (181).

Y millones de horas de huelgas, fábricas y comarcas enteras sublevadas, universidades e institutos en pié, sacerdotes, obispos, nuncios del Papa y cardenales primados de España, profesionales de todas las especialidades, barrios altos y barrios bajos, jóvenes, mujeres y ancianos, un país movilizado. Y…

¿Quién entonces en su sano juicio puede hablar de una transición diluida en la continuidad delasfuerzas del pasado y ajena a la participación de los comunistas?, ¿de un pueblo traicionado por los partidos y sindicatos que resistieron a la dictadura,?

Jóvenes engreídos e ignorantes, y no tan jóvenes, algunos de ellosmuy aplaudidos en las universidades españolas de provincia (versión libre de Tiempo de silencio. Luís Martín-Santos), han despreciado conscientemente una verdad histórica y política inapelable, guiados por la tendencia adanista a creer que, antes y después del nacimiento de Podemos e IU, no hay vida. Sólo la no historia del diluvio universal.

El lanzamiento de plataformas unitarias, que sobrepasaban ampliamente los límites del PCE/CCOO y PSOE/UGT, fue la respuesta coherente al verdaderoy dramático dilema de entonces: Dictadura o Democracia, orillando el de Reforma o Revolución, o Monarquía o República, que habrían relegado a la izquierda a un papel testimonial y, probablemente, interrumpido el proceso democrático:

Coordinación Democrática (la PlataJunta), 1976, La Junta Preautonómica de Andalucía, y otros organismos similares en Catalunya, País Vasco y Galicia, 1978/1982, los acuerdos por un Senado Democrático y La Entesa dels Catalans, 1977, los Pactos de la Moncloa, 1977, las manifestaciones del 4 de diciembre 1977 por el autogobierno de Andalucía (asesinato de García Caparrós), los consensos por la Constitución Española,  1978, los acuerdos para la constitución de los primeros Ayuntamientos Democráticos, 1979 y 1983, la batalla por la autonomía plena por la vía del 151 de la Constitución, 1980, el Acuerdo de Gobierno entre Joaquín Almunia y Francisco Frutos, 2000…

Podemos (e IU), en cambio,en lo que se refiere a su visión predominante sobre el papel del antiguo PCE y CCOO en la historia reciente, se hanmanifestado  exactamente en sentido opuesto.

Sus referencias a este periodo, al que denominan despectivamente Régimen del 78, y sus descalificaciones al PCE y CCOO de la Transición, y a sus dirigentes, intentando desvincularlos sin éxito, del mismo partido y del mismo sindicato que libraron en condiciones extremas durísimas batallas contra la Dictadura, han gozado de una gran aceptación de crítica y público entre sus hooligans particulares.

Es como si Podemos e IU necesitaran sobrevivir a través de una pedagogía del olvido. Como si hubieran desatado la urgencia de reinventar la historia, o amputarla, para hacer verosímiles las involuciones de un presente de negaciones.


4.-- ¡Es la democracia!


Estos factores sumados, han cogido a traspié tanto a  Emiliano García-Page, Presidente de Castilla-La Mancha, un tenaz representante del ala liberal-conservadora del PSOE, ofreciendo a Podemos su entrada en Gobierno, como a Podemos, aceptándolo a regañadientes.

De modo, que para intentar resolver ese doble desapego y salvar la cara a los contrayentes, nada mejor que consultar a los inscritos, eso sí con una pregunta endiabladamente retórica, a la altura dela del Referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN (1986):

¿Crees que Podemos de Castilla-La Mancha debería votar a los  presupuestos si con un acuerdo de gobierno se garantiza la puesta en marcha y el control de políticas propias como la Renta Garantizada o el Plan de Garantías Ciudadanas? Un 77,9% de los votantes (48% de los inscritos) dijo sí quiero.

Parece claro que sólo cuando los argumentos se resisten a desaparecer, se convierten en armas de denuncia de los que no callan, que es tanto como desentrañar lo que se esconde tras una falsedad incuestionada por repetida.

Y lo primero, es poner de manifiesto que una minoría dogmática, Anticapitalistas, el partido del 0,10%,ha tomado Podemos por asalto para intentar transformarlo a su imagen y semejanza, gracias al apoyo, hasta ahora, de la dirección estatal. Primer ensayo de refundación

Lo segundo, que Podemos, al convertirse en Unidos Podemos, no hace sino confirmar un desplazamiento estratégico hacia la convergencia con IU y la divergencia con el PSOE, en tanto que su declive electoral acentúa el agotamiento del proyecto de Vistalegre 2: Segundo ensayo de refundación.

Y, lo tercero, que mientras la opción deseada de Susana Díaz habría permitido a Podemos sobrevivir en el nido confortable del sorpasso, la irrupción inesperada de Pedro Sánchez y su propuesta de pactos, loha arrastradoa un espacio incómodo que le provoca incontables desequilibrios internos y desencuentros con sus aliados.

En definitiva, Podemos se ha visto empujado auna confusión irresoluble, rehén de una cultura políticaque le impide dilucidar entre proseguir con la defensa de un proyecto autónomo,en la línea de confrontarse cara a cara con los poderosos,osubsumirse en una red progresiva de relaciones con el PSOE, que entrañaría un alto riesgo de reconversión en una fuerza subalterna:Tercer ensayode refundación.

Está por ver cuál de esos ensayosse abrirá paso en el futuro, aunque cabe la posibilidad de una cohabitación inestable entre ellos, agravada por los más que probables estancamientos/retrocesos electorales.

Parece, pues, llegado el momento de huirde la falsa disyuntiva de un simple sí onoa las alianzas con el PSOE, en términos abstractos e intemporales.

Ninguna beatería pactista, ninguna sacralizaciónantipactista.En cualquier caso, sería inaceptable facilitar gobiernos de derechas en nombre del sorpasso o de la razón revolucionaria, sea porla imposición de dirigentes insensatos o mandatos suicidas de las asambleas.

En resumen,

a)   la estrategia no puede ser otra que la de orientarse hacia un marco colaborativo general con tantas excepciones como sean necesarias. Sumar donde sea posible, obviar donde sea imposible, siempre a través de la democracia y la participación de los inscritos.  

b)   esforzarse por abrir vías que permitanintegrar a ambas fuerzas en nuevas agrupaciones y alianzasa gran escala, pero sin hipotecas inasumibles.

c)   distinguir entre trabajo institucional y dinámicas sociales, espacios territoriales y sectoriales,  en cuanto ámbitos diferentespero complementarios, de cuyas peculiaridades dependerá el desarrollo de acuerdos.

d)   ser inflexibles con el antisocialismo visceral o su contrario, en cualquiera de sus manifestaciones.De ahí a la antipolítica apenas hay un paso.

e)   Y observar un límite infranqueable: Cortocircuitar cualquier operación que promueva o mantenga, por activa o por pasiva, administraciones conservadoras a cualquier nivel.

Sobre estas premisas, construir, construir y construir, desde la plena participación de los ciudadanos e inscritos, una gran convergencia de todas las fuerzas democráticas y avanzadas para una nueva política mayoritaria de progreso.

Hoy, para hacer frente al ultraliberalismo desbocado y los conservadorismos invasivos, mañana, para desarrollar sin límites  una democracia en la democracia.

Ocurre a veces que no es fácil distinguir entre el crepúsculo de la tarde y el alba del amanecer. La pérdida de la inocencia, tras varios años de experiencias difíciles,  ayuda a alumbrar esa diferencia. A partir de ahí, ya nada será igual en Podemos.

Muchos ya saben que ganando la batalla de la verdad, ganan la de la democracia y la de un proyecto plural de mayorías. Y no les falta razón cuando piensan que, en la medida que sea así,  puede haber luz al final del túnel.


Granada 5 de agosto 2017



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