
Nota editorial. Publicamos el importante trabajo del amigo Pino Ferraris en Francia - I suicidi sul posto di lavoro Debido a su extensión lo haremos en varias entregas. La traducción ha corrido a cargo de la Escuela de Traductores de Parapanda (ETP)
Pino Ferraris
Los suidicios que, durante el verano de 1999, se produjeron en France Telecom han afectado no sólo a empleados, técnicos y funcionarios de nivel medio-alto sino también a obreros altamente especializados. Lo nuevo está en el hecho de que la mayoría de los suicidios se ha consumado de manera dramática en el centro de trabajo. Los que lo hicieron fuera han dejado cartas de denuncia de las insoportables condiciones de trabajo como razón de su gesto.
Las direcciones empresariales indicaron inmediatamente dificultades psicológicas o perturbaciones en la vida familiar. Los sindicatos se encontraron desconcertados y desarmados. Y, sin embargo, estos suicidios en el puesto de trabajo dejan mensajes desesperados mero precisos. Son las señales de un giro histórico de la degradación de las condiciones de trabajo. Son suicidios de personas de éxito, normales, dedicadas sin resevas a su trabajo. Su gesto desesperado no puede ser imputado a vulnerabilidades psicológicas individuales. Es la organización del trabajo la que está puesta bajo acusación.
La organización del trabajo ha destruido lo colectivo, la cooperación y la solidaridad en el centro de trabajo. Sólo si existe un colectivo se puede discutir acerca de lo que es justo o no; unidos se puede negociar con la contraparte. Utilizando los poderes discrecionales en la gestión de la condición de trabajo, France Telecom ha reducido el número de empleados mediante una sistemática acción de mobing desde arriba. En los años 2007 y 2008 la empresa ha puesto en la calle cerca de 20.000 “despidos voluntarios”. En 2007 la empresa toca la punta máxima de su beneficio neto (6,3 millardos de euros), y en 2008 alcanza su mayor giro de negocio (53 mmillardos). Simultáneamente explota la “moda” de los suicidios en el centro de trabajo. El divorcio lacerante entre los beneficios de empresa y el coste del sufrimiento es sofocante.
La mayoría de los cuatrocientos suicidios anuales, relacionados con el trabajo, que ocurren en Francia son gestos trágicos que quedan anónimos e invisibles, y a menudo se refieren a trabajadores despedidos y precarios. Se define el stres como un un conjunto de reacciones emotivas, cognitivas, de comportamiento. Lo que no se quiere ver es una situación histórica concreta que dura ya decenios y está en la crisis de una organización del trabajo que descualifica el conjunto de los trabajadores (incluídos los de mayor profesionalidad), que instaura relaciones unilaterales de fuerza, que impone objetivos individualizados, controles informáticos más disimulados, pero más penetrantes.
El slogan del “fin del trabajo” representa el final extremo del triunfo del momento de la gestión y de la desvalorización del trabajo. Hay que abatir la tiranía de ese momento gestional y rehacer la confianza en la capacidad de los trabajadores en sí mismos y en su capacidad de orientar las transformaciones de la organización del trabajo reconstruyendo nuevas formas de trabajar y vivir juntos.
Seguirá en próximos días ...
Radio Parapanda. Antonio Álvarez del Cuvillo docet ACONTECIMIENTOS: EL DESPIDO "BY THE FACE"