Les tres resolucions que vaig presentar a la 19ª sessió anual de l’Assemblea Parlamentària de l’Organització per a la Seguretat i la Cooperació Europea (OSCE), reunida a Oslo els dies 6 al 10 de juliol, varen ser aprovades.
De les tres presentades; Canvi climàtic, objectius pel desenvolupament del mil·lenni i drets de LGTB, aquesta última –la del dret de llibertats sexuals- és la que dubtava més que es pogués aprovar.
Patia per si el vot creuat entre les dretes europees, americanes i els vots dels representants de les repúbliques centreasiàtiques, tombessin la resolució.
Finalment vaig guanyar la votació i, per primer cop, una Assemblea de la OSCE s’ha manifestat favorable al reconeixement dels drets de LGTB i emplaça els seus governs a respectar-los, protegir-los i promocionar-los.
Unes resolucions guanyades no vol dir que els problemes estiguin resolts, però són passes endavant en la lluita contra el canvi climàtic, la defensa dels objectius del mil·lenni i els drets de LGTB.
Adjunto el tex de les resolucions.
Resolución relativa a la prohibición de discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género.
Como establece el derecho internacional todos los seres humanos nacen libres e iguales. Este principio de universalidad no admite excepciones e incluye el derecho a vivir en libertad la propia orientación sexual e identidad de género que constituyen un elemento importante de la integridad de las personas.
Por el contrario en diversos países miembros de la OSCE persiste la homofobia de Estado y se continúan violando los derechos a la libertad de expresión, la libertad de reunión y otros derechos básicos de las personas lesbianas, gays, bisexuales i transexuales (LGBT).
La Asamblea considera que la OSCE tiene el deber de promover un mensaje claro de respeto y de no discriminación para que todas las personas puedan vivir con dignidad en todos sus Estados miembros independientemente de su orientación sexual o identidad de género.
Por otra parte, la Asamblea acoge con satisfacción el hecho de que en algunos estados se han adoptado medidas contra la discriminación que afecta a les personas lesbianas, gays, bisexuales i transexuales (LGBT).
La Asamblea Parlamentaria de la OSCE pide a los estados miembros:
- Garantizar que los derechos fundamentales de las personas lesbianas, gays, bisexuales i transexuales (LGBT) incluyendo la libertad de expresión, la libertad de reunión y la libertad de asociación, se respetan de acuerdo con las normas internacionales de derechos humanos.
- Condenar la incitación al odio y las declaraciones discriminatorias o injuriosas contra las personas o los colectivos LGBT.
- Adoptar una legislación que prohíba cualquier discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género.
- Derogar las normas discriminatorias hacia las personas LGBT, en conformidad con la jurisprudencia del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos.
- Invitar a los Estados Miembros a firmar y ratificar el Protocolo número 12 de la Convención Europea de Derechos Humanos que establece una prohibición general de discriminación.
- Reconocer la persecución por orientación sexual o por identidad de género como motivo para la concesión de asilo en aplicación de la Nota de orientación del ACNUR sobre las solicitudes de la condición de refugiado relacionadas con la orientación sexual y la identidad de género de 21 noviembre de 2008.
Resolución en relación a las negociaciones internacionales sobre el cambio climático.
Constatando que durante los últimos años hemos asistido a un aumento de la preocupación internacional sobre el cambio climático.
Poniendo de relieve los trabajos del Cuarto Informe de Evaluación, dados a conocer en 2007 por el Panel Internacional sobre el Cambio Climático (IPCC), que indican la creciente urgencia de reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
Reconociendo que los efectos ambientales y sociales del cambio climático no habían sido nunca presentados contanta nitidez.
Teniendo en cuenta que estos son también tiempos clave para las negociaciones internacionales del clima .
Teniendo en cuenta asimismo que lo que está en juego en estos momentos es que el Protocolo de Kyoto (que hasta ahora solo contempla compromisos de limitación de las emisiones hasta 2012) tenga una continuación sólida, ambiciosa y sin vacíos temporales.
Constatando por otra parte que tanto la magnitud como la forma en que se está produciendo el crecimiento económico de algunos grandes países en proceso de industrialización, está añadiendo cada año millones de nuevas toneladas de emisiones con efecto invernadero.
Constatando también que el hecho de que el centro de gravedad de los grandes emisores se esté trasladando hacia el sur plantea dilemas éticos y políticos de difícil solución e inevitablemente vinculados a las opciones que tomen los EEUU.
La Asamblea Parlamentaria de la OSCE
Urge a los Estados miembros de la organización a facilitar las negociaciones hacia una segunda fase del Protocolo de Kyoto que incluya compromisos cuantificados y calendarios para la reducción de los gases de efecto invernadero.
Demanda a los Estados miembros a desarrollar todas las iniciativas necesarias a fin de que la Conferencia de México permita cumplir los objetivos marcados por la Comisión Internacional sobre el Cambio Climático.
Subraya la necesidad de evitar toda propuesta que ponga en duda la centralidad de las naciones Unidas y el convenio Marco sobre Cambio Climático (UNFCCC) como foros de negociación y acuerdo.
Toma como punto de referencia la necesidad de que para el año 2050 las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales desciendan en un 50% en comparación con 1990, como ha propuesto el Consejo de Medio Ambiente de la UE.
Pide a los Estados miembros que promuevan las formas de transferencia de tecnologías y recursos que permitan a los países en vías de industrialización proseguir por la senda del desarrollo reduciendo el impacto de éste en la sostenibilidad ecológica del planeta.
Resolución sobre el cumplimiento de los objetivos de desarrollo del Milenio.
Considerando que la aprobación de la Declaración del Milenio en el año 2000 supone un hito decisivo para la cooperación mundial en el siglo XXI,
Subrayando que por primera vez en la historia de la ONU se establece una hoja de ruta internacional para acabar con la pobreza y fomentar el desarrollo.
Poniendo de relieve su concreción en los 8 Objetivos del Milenio, con 21 metas medibles, que relacionan por primera vez la lucha contra pobreza no sólo con el hambre, sino también con la sanidad, la educación, la igualdad de género y la sostenibilidad medioambiental y se reconoce que su consecución es responsabilidad de todos.
Constatando que el progreso alcanzado hasta ahora ha sido muy desigual y está amenazado por la crisis económica y financiera.
Lamentando comprobar que resulta escalofriante que actualmente 1.000 millones de personas pasan hambre, 9 millones de niños y niñas mueren antes de cumplir los cinco años y más de 500.000 mujeres mueren durante el embarazo o el parto.
Alarmado porque con cinco años por delante hasta el vencimiento del plazo fijado en 2015 para su cumplimiento, la posibilidad de no llegar a alcanzarlos por falta de compromiso, o incluso retroceder, es real.
Convencido de que es una cuestión de voluntad política.Por todo ello,
la Asamblea Parlamentaria de la OSCE
Insta a sus Estados Miembros a manifestar públicamente su apoyo al cumplimento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)
Insta asimismo a los parlamentos de sus Estados miembros a promover un Plan de Rescate de los ODM que incluya:un plan de emergencia sobre financiación,un compromiso con la calidad de la ayuda y la coherencia para el desarrollo y una estrategia que aporte soluciones eficaces para cada problema.