
[Mi amiguita Glorita Wilhelmi]
Ya se ha informado en otras ocasiones que los Protocolos de Parapanda establecieron el día que tú naciste que una serie de documentos importantes seráin publicados en la parapandosfera. Pues bien, hoy demos por publicado lo que se explica en Can Baylos, concretamente en EL AUMENTO DE LA EDAD DE JUBILACIÓN EN EL LIBRO VERDE EUROPEO Y UNA RESPUESTA DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO (A PROPÓSITO DE UNA INICIATIVA ITALIANA). Pues bien, lo que viene a continuación es el documento que está circulando profusamente por nuestra ciudad. La mano ducha del joven Simón Muntaner ha traducido el texto de manera elegante. Hélo aquí.
Manifiesto firmado por un grupo de mujeres y reproducido en las páginas de Rassegna.it y de Il Manifesto, bajo el título "Si sesenta horas os parecen pocas" cuyo texto, traducido, es el siguiente:
“No se puede seguir trabajando hasta una misma edad para todas las personas sin considerar el tipo de trabajo que se desempeña, la vida que se tiene, y sin pensar en el futuro de tantas mujeres jóvenes. Se puede plantear, por el contrario, un sistema de pensiones que contemple la libertad de opción: jubilarse entre un umbral mínimo de edad y uno máximo, de modo que se concilien condiciones de trabajo (en especial las que se desenvuelven en oficios descualificados) y exigencias personales. Una flexibilidad que se ha realizado en muchas ocasiones con las prejubilaciones en las reestructuraciones de sectores públicos y privados como forma de amortizar costes sociales y favorecer los intereses de las empresas.
Cuando se calculan los años de trabajo femenino, dos y dos suman cinco. Según datos de Eurostat y de la Comisión Europea para el 2006-2007, de media las mujeres italianas trabajan 60 horas semanales. Son en toda Europa las que más trabajan. En esa suma incide la cantidad de trabajo desarrollado fuera de casa, que sigue siendo masculino en los modos y en los tiempos, y la mole de trabajo prestado gratuitamente por las mujeres. Este trabajo gratuito que los indicadores económicos no anotan mantiene en pie a la sociedad que, sin embargo, restituye a las mujeres bastante menos de lo que recibe.
Es una diferencia que nadie puede negar sobre la base de una igualdad fingida.
Una diferencia que exige una profunda transformación de todos: libertad de opción, reconocimiento social del trabajo de cuidados y redistribución entre hombres y mujeres, redes eficientes de servicios públicos y nuevos modos de trabajar.
Otra civilización.
Es cierto que las mujeres han dado extraordinarios pasos adelante. Hoy más que ayer deciden sobre sí, sobre su propia sexualidad y maternidad, tienen más dinero y trabajo retribuido, están presentes en todas partes. Pero son aun demasiados los obstáculos que se oponen a la posibilidad de vivir plenamente en libertad: trabajo precario, trayectorias profesionales intermitentes, rentas mas bajas, escasez de servicios sociales, ausencia de las instancias que deciden y en especial en las que se decide jubilarlas a los 66 años.
La igualdad, así entendida, es una mistificación que además de no reconocer el tiempo dedicado por las mujeres a los trabajos de cuidado, cierra la puerta al futuro de muchas jóvenes.
Hagamos una operación de transparencia, hagamos visible lo que se da por descontado y por lo tanto se oculta, Declaremos muchas de nosotras y públicamente todos los trabajos que efectuamos, retribuidos y gratuitos, productivos y reproductivos, obligados y voluntarios. Es el momento de dar vida a una nueva era de esfuerzo por la libertad y la autodeterminación de las mujeres como fundamento de un modelo social más justo y solidario".
Radio Parapanda. Se informa que la CGIL ha convocado a los trabajadores a una gran manifestación nacional en Roma el mismísimo 29 de Septiembre. Allá, afirma el locutor, se enviará una reducida delegación porque el grosor de nuestra gente tiene sus propias tareas, que ya se irán especificando.