No sé si será un argumento más o no para la Huelga General, pero en cualquier caso, sí constituye un paso adelante para deslindar mitología de ciencia. Acabo de leer que el reconocido científico inglés Stephen Hawking afirma en su nuevo libro que no es científicamente posible que Dios haya creado el Universo. Muchas personas ya teníamos esta idea, pero claro, una cosa es que lo diga una roja librepensadora, y otra que lo argumente un científico reconocido en todo el mundo (¡e incluso Premio Príncipe de Asturias de la Concordia!).
Según fragmentos de su nuevo libro 'The Grand Design' que pueden leerse en The Times --donde ya está siendo seriamente rebatido-- el Big Bang, la explosión que originó en universo, fue una consecuencia inevitable de las leyes de la física. Con este nuevo libro el científico rectifica sus propias opiniones expresadas en 'A brief history of time', donde decía que no era incompatible la existencia de un dios y la comprensión científica del universo. Hawking discute las hipótesis de Isaac Newton según las cuales el universo no podía haber surgido del caos a partir de las leyes de la naturaleza, sin algún tipo de intervención divina.
El físico y astrónomo inglés opina que la existencia de otros planetas que giran entorno a otras estrellas que no son nuestro Sol --un hecho demostrado empíricamente en el año 1992-- resta argumentos a una creación divina del universo. 'Este hecho implica que las coincidencias de las condiciones planetarias de nuestro sistema y la feliz combinación de distancia Tierra-Sol y la masa solar sean mucho menos singulares y no tan determinantes a la hora de esgrimirlas como prueba de una cuidado diseño (por parte de una divinidad) para disfrute de los humanos', escribe Hawking en su nuevo libro, que se publicará el próximo 9 de setiembre, una semana antes de la visita del Papa al Reino Unido.
Con esta afirmación Hawking avanza en el sentido de Pierre-Simon Laplace, autor de una Mecánica celeste cuyos primeros volúmenes se publicaron a partir de 1799. Cuentan que cuando Laplace presentó su obra a Napoléon, éste le pregunto: « ¿Dónde está Dios en su mecánica?» Y la deliciosa respuesta del científico fue: «Señor, Dios es una hipotesis que no necesito.»
Tardan siglos en producirse afirmaciones como las de Laplace y Stephen Hawking, pero cuando se producen, nuestra mente se hace más libre.
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