No me extraña nada el atentado ecológico de El Ejido... Hace tiempo escuché cómo un ex-ministro de UCD explicaba la consulta que le había hecho el alcalde de El Ejido sobre cómo conseguir que "no molestaran" a los vecinos --cuando había terminado la jornada de trabajo-- los trabajadores y trabajadoras de los invernaderos, esas personas inmigrantes que tanto necesitan y que con su sobreexplotación han conseguido la riqueza para aquellas tierras. La pregunta iba más o menos en el sentido de si las podían mantener recluidas "legalmente" por la noche, porque si salían a pasear o se reunían en un bar, "molestaban" o incluso "asustaban" a los vecinos... No quedaba muy bien el alcalde del que se contaba la consulta, pero el simple hecho de pensar que las personas que habían ido a trabajar podían quedarse encerradas en sus "conejeras" (como se aprecia en la imagen)
después de su jornada de trabajo, ya ponía de manifiesto que la xenofobia descarada iba consiguiendo cotas de normalidad y los Derechos Humanos corrían grave peligro.... Ahora desde ecologistasenaccion y Dempeus per la Salut Pública me llega esta noticia de lo que constituye un grave atentado contra la salud de las personas... No me extraña... Siempre he pensado que el primer delito ecológico grave (y demasiado a menudo mortal) se comete siempre contra las personas, y empieza por las relaciones de producción a que se las somete... Si no se respeta a los seres humanos, si se les condena a unas condiciones de trabajo y vida que recuerdan demasiado a la esclavitud, ¿cómo va a tratarse mejor el medio ambiente?
Una vez más arden los residuos agrícolas depositados en una “planta de gestión”, ya se ha perdido la cuenta de cuántos se han producido en general y en particular en la planta de Ejido Medioambiente, en el municipio de El Ejido.
Una vez la agricultura de Almería, denominada la “huerta de Europa”, muestra su cara menos amable, la de los residuos que genera y a los que hasta el día de hoy no se les ha dado una solución mínima para su gestión, demostrando el absoluto fracaso de este modelo de desarrollo de agricultura insostenible.
A pesar de haberse dado un importante salto en la reducción de productos agroquímicos, a partir de la cada vez más extendida técnica de “lucha integrada”, todavía se utiliza importantes cantidades de productos que entran en la gama de tóxicos y peligrosos, que igualmente generan residuos tóxicos, debido a los tratamientos químicos a los que se somete las plantas, y que quedan en los plásticos, residuos vegetales, envases, etc., contaminando el suelo, el agua y el aire.
Hace más de un cuarto de siglo que se inició la explosión del plástico en la provincia de Almería, entre 1.969 y 1.971 la superficie cubierta con plástico pasa de 75 hectáreas (has.) a 1.114 has. siendo en la actualidad superior a las 30.000 has., situación que ha supuesto que económicamente despegue la provincia siendo Almería uno de los principales pilares en la economía andaluza y estatal, esta es la cara amable y positiva del sector agrícola en Almería.
La agricultura de Almería no puede permitirse este tipo de acontecimientos y tampoco puede ir mendigando soluciones, su nivel económico puede permitir y exigir que la solución en la gestión de residuos sea a corto plazo, a no ser que a los que gestionan y viven de la agricultura lo único que les preocupa sea el aumento de los beneficios a costa de lo que sea, ó que la inutilidad a llegado a su mayor grado de expresión.
La agricultura en Almería genera más de dos millones y medio de toneladas de residuos al año, y esta cifra sigue creciendo, en los últimos 30 años se ha producido más de 40 millones de toneladas de residuos agrícolas, dónde se han metido?, enterrados e incendiados.
Lo más peligroso del atentado que se ha producido con el incendio de la planta de residuos agrícolas agrícola es la contaminación por dioxinas.
Las DIOXINAS son una familia de sustancias químicas que tienen el dudoso honor de ser reconocidas como los productos químicos más tóxicos que el hombre ha sido capaz de sintetizar.
De cara a valorar su impacto ambiental, hay tener en cuenta las siguientes características:
El último informe referente a estas sustancias de la Agencia del Medio Ambiente de EE.UU, publicado en septiembre de 1994 dice que las dioxinas producen:
De acuerdo a estudios científicos, si en la actualidad cualquier ser humano realizara un análisis de los contaminantes que se encuentran en la grasa de su cuerpo, encontraría más de 250 compuestos.
A los responsables del incendio tendremos que agradecer las muertes de algunos de nuestros amigos y familiares debido a que han contraído leucemia, cáncer u otras dolencias mortales, y a nuestros políticos qué tendremos que agradecerles?
Pedimos a la Consejería de Medio ambiente, Ayuntamiento de El Ejido y Guardia Civil que investigue y depure responsabilidades.
Es necesario y urgente, que las administraciones autonómicas y estatales pongan los medios económicos suficientes para que se acometan todas las infraestructuras necesarias para la recogida y tratamiento de residuos agrícolas, al mismo tiempo debe regularse una normativa de rango superior al de una Ordenanza Municipal que obligue a cumplir unos mínimos a todos los Ayuntamientos.
Se deben de poner en marcha las tasas e impuestos suficientes, dirigidas a todas las empresas y personas que trabajan en el sector de la agricultura, para afrontar todos los gastos que requiere la gestión de los residuos agrícolas, sin entrar las administraciones en asuntos partidistas y de electoralismos que solo vienen a complicar más un problema que amenaza y está provocando de forma directa e indirecta muertes entre los ciudadanos.
Por esto último, continuamos exigiendo –por enésima vez- a la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía que acometa un estudio epidemiológico en las zonas de agricultura intensiva.
La provincia de Almería se encuentra ajena al peligro que le acecha y que amenaza la salud de sus ciudadanos. Lamentablemente como en tantas otras ocasiones, será demasiado tarde cuando queramos poner remedio al ver que es patente el impacto que se está causando en la salud de la población.