Mientras se celebra en Barcelona la convocatoria festiva y ciudadana de las personas que no esperan al Papa, yo, que tampoco lo espero pero no he salido de casa, leo la noticia que viene en El Pais sobre los presupuestos de la Consellería de Sanidade (PP de Galicia). Según parece, no se destina en las cuentas públicas ni un solo euro al nuevo hospital que se va a construir en Vigo ni al de Pontevedra. Sin embargo, la conselleria. Pilar Farjas, asegura que se invertirán casi 80 millones en estos dos complejos. Pero el dinero sale de algún sitio, y según declaraciones de la misma conselleria, lo pondrá, teóricamente, las empresas interesadas en la construcción de los mismos mediante el sistema de financiación público-privada. Lo mismo sucede con dos terceras partes de las inversiones del departamento para 2011, que no proceden de las arcas de la Xunta. Según declaraciones de Pilar Farjas: "A pesar de la situación económica vamos a conseguir una inversión real a ejecutar de 97,5 millones de euros más que en el año 2010, alcanzando más de 220 millones de euros". Lo que sucede es que si estas cantidades se invierten, no habrá que dar cuentas ante nadie de su buena administración.

"Toda esa cantidad de dinero de procedencia privada irá a parar a hospitales y centros de salud que financiarán empresas a cambio de explotar servicios no sanitarios y un canon anual que recibirán de la Xunta. La factura final para la Administración con este sistema multiplica por más de cinco el coste de la infraestructura, según denuncian las asociaciones en defensa de la sanidad pública".

O sea, entrar a saco en la sanidad para proporcionar beneficios a empresas privadas y librarlas de toda transparencia y rendimiento de cuentas...Como no es el primer caso, ni el único, confieso que cada vez me cuesta más entender la moralidad de algunas personas... en este caso, de la conselleira Farjas. Por ejemplo, en verano del año pasado podíamos leer unas declaraciones suyas hechas en plenas vacaciones que dedicaba a releer Caritas in Veritate -la tercera encíclica del Papa- con el objetivo de encontrar fuerzas para oponerse a la reforma de la Ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo. Esta conselleria que pensaba (si es que hay que pensar para decir estupideces de esta índole) que "el ateismo deja a la gente sin fuerza moral" ignoro a qué encíclica o enseñanza teológica recurre para hipotecar el futuro del sistema sanitario de Galicia... y de paso, y presuntamente, trapichear con las cuentas públicas.

Pero no sólo... Porque el Hospital Povisa de Vigo está preparando un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para despedir a unos 800 trabajadores, a los que deberán sumarse las aproximadamente 400 personas que se verán en el desempleo cuando se extingan los contratos de obra ligados directamente al concierto con el Sergas para dar cobertura a unas 143.000 cartillas de la Seguridad Social en el área sanitaria de Vigo.

Si quien sanciona todos estos atropellos contra las personas, sus necesidades y el bien común, es una señora que blasona de "compromiso critiano" y que se atribuye una "fuerza moral" que autoexcluye a las personas ateas... ¿a qué esperamos para apostatar y empezar a ser mejores personas? O, por lo menos, guardarnos mucho de ser sepulcros blanqueados para provecho de intereses privados, como --si recuerdo bien-- enseñan los Evangelios.

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