Empiezo esta nueva jornada de negociaciones sobre la gestión del Atún Rojo (y otras especies) en la ICCAT de Paris leyendo un
artículo de Le Figaro
en el que se dice que 9 de cada 10 franceses, británicos, alemanes y
neerlandeses estan de acuerdo con imponer quotas a las capturas y
aumentar los controles en la pesca. Ello demuestra, a mi modo de ver,
qué esta es una cuestión que merece muchas más atención mediática,
social y política que la que le estamos concediendo en la actualidad.
Hasta el momento las discusiones en Paris se
han centrado en como de bien (o mal) respetan los países respetan las propias
reglas que ellos mismo se imponen año tras año.
Y también por el momento constato que estoy
viviendo un ‘dejà vu’, en comparación con las reuniones a las que he podido
asistir en los años anteriores. Es decir, el incumplimento de las normas parece
más la norma que la excepción.Esto es, al menos, lo que se desprende de las
discusiones que desde el miércoles y hasta ayer han mantenido en el comité
sobre cumplimiento de ICCAT (conocido cariñosamente como el COC).
ICCAT tiene muchas reglas relativas a cuanto
pescado puede pscarse de las especies concernidas (túndidos, tiburones,
trotugas,…) y cómo está permitido hacerlo, y como no. Cada país (parte
contratante o CPC) envía informes explicando como de bien respetaron las reglas
así como datos sobre los pescados cogidos, el número de individuos que
pescaron, etc. El propósito del COC es examinar lo que ha hecho cada país, o no
hecho, y entonces proponer sanciones si no se han observado correctamenge las
reglas. El sistema suena bien, y llevaria a pensar que si los países no
respetan las reglas que ellos mismos han convenido formalmente, entonces son
castigados, posiblemente incluso con sanciones comerciales. Sin embargo,
constato después de algunos años de seguir el asunto que se trata de una
cuestión más bien retórica que práctica.
ICCAT es una organización internacional, y sus
miembros son gobiernos. Y a los gobiernos no les gusta criticar a otros
gobiernos, puesto que tiene miedo que sean ellos mismos tambien criticados. Yo
te cubro a ti, tu me cubres a mi.Como nadie está libre de culpa al 100%, nadie
osa lanzar la primera piedra.
Sí, hay excpecions, por supuesto. ¡Los grandes
no tienen ninguna dificultad en culpar los países pequeños cuando éstos se
comportan mal - a menos que necesitan los votos de esos pequeños países- pero
nadie osa criticar a los pezes gordos! A veces ocurre que un país señala a otro
por resentimiento debido a lo que hubiera podido ocurrir en alguna edición
anterior. Así mismo, es más fácil criticar un país que no sea incluso un
miembro de ICCAT, porque éste no se puede defender. Pero, insisto, estas
situaciones son excepcionales. La norma es encubrimiento mútuo.
En ese contexto, es fácil entender porqué tan pla
sanciones entre países son tan pocas.
Por ejemplo, las partes contratantes deben
mandar los datos sobre cuanto y de qué tamaño es lo que pescan, y existe una
fecha límite para mandar esta información. Estos datos son claves para poder
estimar el nivel de los estocs. Sin embargo muchos países esconden datos, no
envian la información completa, se retrasan y algunos directamente manipulan la
información. Todo ello dificulta el trabajo de los científicos.
Cuando se les insta, durante la reunión del
COC, a que den explicacions sobre ciertas inconsistencias, ausencia de datos o
retrasos, la parte afectada se excusa diciendo que es muy complicado, que no
tienen suficientes capacidad para hacer este trabajo. Entonces los demás le
riñen un poco y le piden que lo haga mejor la próxima vez.
Mientras tanto, año tras año los datos son
pobres y engañosos, y la calidad de los análisis científicos se resiente. Por
supuesto hay quien usa este hecho para decir que, si los análisis científicos
no se pueden hacer bien, para qué hacerles caso? Mi postura aquí és, sin
embargo, si ni siquiera sabemos quál es la situación real, no deberíamos ser
mucho más precautorios? No deberíamos ser mucho más prudentes?
Otro ejemplo es la sobrepesca de las cuotas
autorizadas. En 2007 Francia capturó (oficialmente) casi el doble de la cuota
que se le habia concedido. Tanto según la ley europea como las según las reglas
de la ICCAT, a Francia se le debería haber reducido la cuota acorde con esa
sobrepesca, pero la ‘realpolitik’ lo impidió. En concreto, la delegación de la
UE convenció a ICCAT de que la reducción (y por tanto el castigo) debería ser
menor del que se merecía.
Y así seguimos, año tras año, acercándonos
cada vez más hacia el abismo, en un suicidio consentido, silencioso y al que,
si no cambian mucho las cosas, probablemente seguirán otros.
Así pues si las partes contratantes de ICCAT son incapaces de respetar sus
propias normas, y de castigarse mutuamente cuando las rompen, sólo veo una
solución para garantizar la supervivencia de la especie, así como del sector
que hace bien las cosas: el cierre temporal de la pesquería!