Sobre la ofensiva que pretende difundir la alarma y la culpabilidad entre las personas a la hora de utilizar la sanidad pública (justificando con ello su privatización) reproduzco dos declaraciones publicadas la primera ayer, firmada por el Dr. Antoni Barbarà, en La Ratera traducida al castellano, y la segunda hoy mismo en el blog de Dempeus ante la ofensiva de los medios contra un derecho humano y de ciudadanía fundamental, y en defensa de la salud pública.
Pido con carácter de prioridad sanitaria que a partir de ahora los Telenotícies de TV3 se hagan en franjas pactadas, bajo apercibimiento de poder herir la sensibilidad de las personas, y en todo caso nunca a la hora de las comidas. Se corre un serio riesgo de atragantamiento, de cortes de digestión, dispepsias, gastritis y angina de pecho aguda, viendo y escuchando los contenidos.
Ayer al mediodía el telediario de "nuestra-su MAS-TV3" fue una verdadera prueba de resistencia gástrico-coronaria. La "cadena" muy en clave de regalos de Reyes Magos, se ha despachado con una generosa y redondeada secuencia-entrevista con el nuevo conseller de Salud de la nueva MAS-Generalitat, al que han presentado como notable y algo de sensato y prudente. El personaje se ha lanzado a "razonar-vomitar" la línea política que desde ahora presidirá su departamento, es decir, recorte y privatización más pura y dura que nunca; ninguna autoridad pública, incluidas las más neoliberales, habían osado aventurarse tan lejos. El PP de las Españas deberá pedir clases particulares al maestro Boi.
Hay que reducir el gasto, recortar servicios, actuar con urgencia (al menos durante uno o dos años,.. de momento). Música y letra compartida al milímetro con el micro-economista MAS--Colell: Que la desviación es insostenible y superior (según ellos) al que se esperaba y la gran culpable del desbarajuste es la sanidad . (Nota: obsérvese que a partir de ahora volveremos a escuchar más a menudo hablar de "sanidad" que de “salud”, y eso no es ningún tejemaneje lingüístico sino que tiene su enjundia conceptual implícita: mercado versus derechos).
El dogma dice que hay que recuperar 850 millones de euros de desviación en el presente ejercicio y la fórmula se presenta como infalible, aunque sea un poco dolorosa: recortar gasto. Nótese, otra vez, que nunca se plantea un incremento ni porcentual ni real de las inversiones públicas en gasto social.
Los mecanismos han sido enunciados en voz alta por el Sr. Boi en forma de un listado completo de todos los desiderátum y recetas neoliberales, Para apoderarse definitivamente y dirigir también el mundo de la sanidad (ellos lo llaman sector económico). No se ha dejado nada: una tras otra y sin anestesia:
-- Formas de gestión privada. Imaginad lo peor: la pela es la pela y, y manda. (El afán de lucro es la clave de la gestión).
-- "Colaboración" con los centros privados, que podrán asumir servicios de la red pública (en vez desarrollarlos desde el sector público). Frenazo en seco a los nuevos servicios y equipamiento.
- Revisión de servicios y prestaciones ("cartera") de la sanidad pública. (Puede afectarlo todo, desde la medicación a la cocina en los hospitales. El hoy consejero fue el autor de aquella provocación-sonda de cobrar un euro por el agua envasada en los hospitales).
- Alejamiento físico de determinados servicios públicos. Se harán pruebas y prestaciones, pero habrá que ir un "poco más lejos de casa" (quiere decir, listas de espera y servicios reservados sólo a centros de alto nivel y demanda, con la consecuente invitación tácita a usar centros privados, "rápido eficientes y al servicio del cliente", incluido el principal comprador que es el CatSalut)
- Todo lo que pueda representar menos gasto. Protocolos rigurosos, haciendo las cosas como está mandado, aunque se tarde "un poco más". (Una vez más el tiempo de diagnóstico y tratamiento se alargarán de forma que --inexcusablemente-- durante este tiempo las personas enfermas irán empeorando y las enfermedades avanzando)
- Colaboración con los médicos-sindicato de médicos. Una fórmula de entente corporativo (que el sindicato amarillo de médicos ha aprovechado para reclamar de inmediato un convenio propio, particular y diferenciado). Este mecanismo, que en principio puede sonar bien y razonable porque supondría incorporar más a los profesionales médicos, y otros sanitarios, esconde detrás del fomento de prácticas privatizadoras, como las conocidas y fallidas EBAS de asistencia primaria, ambulatorios privados "cooperativos" donde en la mayoría lo que prima es el condicionante económico, y se confunde deliberadamente la autogestión con el negocio. Con unas determinadas partidas, cada uno que espabile a su aire... y si quedan beneficios, mejor para él...
- En definitiva la peor versión de lo que venimos denunciando y advirtiendo desde hace meses/años vista ya la poco clara tendencia de la ex consellera Geli, sospechosamente amiga del Sr. Boi Ruiz, de ir explorando-introduciendo formas "mixtas" que finalmente acaban llevando los recursos / dinero público, vía conciertos, en los cajones de las empresas privadas del sector. Y con especial interés por las aseguradoras y mutuas sanitarias, pero sin olvidar farmacéuticas, o industria de la biotecnología.
- La estrella de esta serie de plagas iba al final del publi-reportaje televisivo (que ahora se transformará o versionará a todos los demás medios): las personas que suscriban o tengan ya pólizas de seguro privado a empresas de cobertura privada gozarán de bonificaciones y rebajas en sus impuestos. La definitiva: en tiempos de crisis las arcas públicas ingresarán menos contribuciones de estos privilegiados re-protegidos, y así "el resto" tendrá menos fondos para la función redistributiva y de dotación de servicios públicos de los presupuestos.
No quiero cerrar esta primera crónica de urgencia y de emergencia que quiere poner todas las señales de alerta en rojo sin menciona la guinda de este pastel que merece le echemos un vistazo particular: ¡No habrá Copago!
En efecto, tal como prometió el Sr. Mas en campaña electoral, no habrá "copago", palabra que queda reducida al infierno mediático-durante un tiempo -, y que suena fatal, aunque el mismo Sr. Ruiz se confiesa un admirador del concepto... que por ahora no toca.
Y cuando explica el porqué no toca, dice con voz de nula credibilidad que ahora, con la crisis, esta fórmula daría pocos ingresos y por el contrario podría hacer mucho daño a los más débiles... ¡Fantástico! Son algunos de los argumentos ya clásicos de Dempeus contra el Co/Re/Pago... ¡recuerdan?
Lo que pasa es que el Sr. Boi Ruiz tampoco dice la verdad: no copago porque para eso sería necesario el acuerdo global del Consejo Territorial de Sanidad a nivel estatal, y el mismo Sr.. Zapatero --suicida él, pero no hasta este límite-- ya ha dicho públicamente ¡que NO hay copago! Y por lo tanto a callar, y tratando de seguir seduciendo a Madrid a MINISTERIO y el resto de comunidades autónomas en el peor estilo de la ex consellera Geli.
Pero es que al fin todo lo que ha vomitado hoy el Sr. Ruiz, ES COPAGO, es repago, de la ciudadanía... Y es RECOBRO de las atenciones sanitarias, por una parte mediante los impuestos (los que pagamos-asalariados y trabajadores, y cada vez menos ricos y potentados, vistas las intenciones del MAS- Colell), y por otro a la hora de satisfacer facturas o pólizas de seguro privadas. Negocio redondo!
Seguiremos hablando de que la cosa es grave ya que la campaña de intoxicación y ablandamiento mental del personal apenas comienza. Ni cien días, ni casi cien horas... ¡Ya están aquí! Ataque de lo poco que va quedando del estado del medio-estar-ir - estando, sin anestesia ni vergüenza.
Los tiempos están pidiendo una respuesta a corto-medio-largo plazo. Y a gran escala...
Como hemos dicho y escrito en Dempeus per la salut pública repetidamente: contra el co/ re/ pago, oponemos nuestro derecho y el prepago que ya hemos avanzado: ¡YA ESTÁ PAGADO!
¡SALUD y DEMPEUS que ambos serán muy necesarios!
Y en Dempeus
Retallar en sanitat: sí ... però com?
Des de Dempeus per la Salut pública diem:
Retallar en sanitat NO, de cap manera,
i a les preguntes de la periodista Lara Bonilla ens varem centrar en tres aspectes fonamentals:
1) la nostra oposició al co-repagament, enviant a la redacció del diari Ara la Declaració de Barcelona sobre el copagament.
2) la necessitat de que qualsevol increment o nova via de fnançament de la sanitat tingui un caràcter progressiu, i això vol dir que surti dels impostos directes, augmentant si cal, la imposició sobre els trams més alts de la renda (els més baixos, ni tocar-los) o amb fons procedents de la tributació de grans riqueses que molts pocs tenen (que també es coneix com Impost sobre el Patrimoni).
3) la oposició frontal a que siguin els estrets i nocius criteris empresarials privats els que guiïn un servei públic com la sanitat, perquè assegura el frau, la manca de transparència, el desviament de fons cap a interessos d'uns pocs, la manca d'equitat i l'increment de desigualtats.
I a més de repetir la nostra oposició al co-repagament, marca de la casa, també vàrem insistir en que el camí no és de cap manera tampoc la disminució de les plantilles del personal sanitari que atén a les persones malaltes ni la congelació o disminució del seu sou, ni la retallada de serveis oferts per la sanitat pública... Tot el contrari: perquè la introducció de criteris empresarials a la gestió en un sector on el que ha de predominar és el valor del servei i el dret de les persones a rebre'l no es pot prostituir amb criteris de benefici empresarial que tenen completament oblidats els costos i beneficis socials d'una gestió enfocada al guany del sector sanitari privat, i no a la salut i benestar de la societat.
Varem insistir en que tant a Catalunya com a l'Estat encara s'estava lluny dedicar a la sanitat el percentatge de despesa pública d'altres països del nostre entorn, que estem per sota de la mitjana europea, i que mai es pot culpabilitzar d'aquesta escassetat de financiació i de la seva possible mala gestió (per hipermedicalització, proves no necessàries, desviament de fons a la privada) a les persones malaltes, i molt menys a les persones amb malalties cròniques, amb malalties emergents i poc estudiades i no massa ben ateses, ni a les persones grans amb poca salut, ni molt menys a la població immigrada...
I és que és una burla i un insult a la intel.ligència que el dia que anuncien retallades de tota mena, l'increment de les llistes d'espera i desviació de serveis a la privada, facin també insistència en la desgravació de les quotes a les mútues privades. A veure si ens entenem: una desgravació significa un menor ingrès per l'hisenda pública, que disposa per tant de menys diners per fer front als pagament de la sanitat o d'altres despeses socials. Vol dir que les persones amb recursos que es poden pagar una assistència sanitària privada es veuran recompensades econòmicament per la Generalitat, en tant que la resta de persones tindrem un servei sanitari cada vegada més "de pobres", que d'aquesta manera s'acabarà convertint, finalment, en un pobre sistema...
Varem explicar a la periodista que, pel bé de totes i tots, és la sanitat pública la que s'ha de prestigiar, finançar i millorar, i que el sector privat ha de ser subsidiari i no pas marcar els criteris de gestió ni quedar-se amb la part del lleó dels nostres impostos (o via contractacions, que vol dir rebre més diners, o vía desgravacions, que vol dir incitar a la gent amb recursos a fomentar una divisió classista dels serveis sanitaris, en favor de les clíniques i hospitals privats).
A Dempeus per la salut pública ho haurem de repetir moltes vegades, i explicar-ho moltes vegades, però hi estem disposats, perquè el servei públic de salut de Catalunya és de tota la societat, i no del senyor Boi Ruiz i els seus amics. I qualsevol privatització és un robatori que ens fan com a persones, i un retrocès imperdonable en el nostre procès civilitzatori i els nostres drets de ciutadania.