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LOS ERUDITOS A LA VIOLETA CONTRA LA FIOM
Parace que existe algo así como una curiosa guilda de petímetres: una chocante cofradía de caballeros pickwickianos que se disfrazan de izquierdas para no infundir sospechas. Son los nuevos eruditos a la violeta que, en sus tiempos, retratara nuestro don José de Cadalso. Este personal es fácilmente reconocible porque se quedan con lo superficial de prácticamente todo, critican con frases lapidarias lo que se desconoce y usan palabras contundentes en cualquier ocasión, se entiendan o no. Ahora lucen el palmito especialmente en las cuestiones sociales. Estas gentes pueden estar en asesorías o departamentos académicos, en escuelas de negocios o covachuelas ministeriales, en cafeterías de postín o en las cúpulas de determinados partidos. En realidad es el eco, que aparenta tener rostro humano, de los dictados de la derecha económica.
Se han dejado ver, por ejemplo, en toda la reyerta de la sedicente reforma laboral española, y –en estas últimas semanas-- lucen sus violetas en esa ofensiva contra la FIOM, la legendaria organización sindical más importante de los metalúrgicos italianos. Walter Veltroni, otrora primer espada de los Demócratas de Izquierda (DS) y antes, todo hay que decirlo, magnífico alcalde de Roma, es uno de estos violeteros. Véase al respecto qué dice nuestro hombre en todo ese asunto: "La parola chiave del centrosinistra non puo' essere 'difendere' deve essere 'cambiare”, que no precisa traducción al castellano. Lo dice, además, un personaje que ha cambiado el partido cada dos por tres hacia no se sabe dónde y, en cada mutación, ha ido dejando jirones de capacidad de defensa de las personas que decía representar.
Cambiar se ha hecho tan recurrente en el léxico de los violeteros que, no sabiendo hacerlo hacia delante, imitan a los cangrejos en una excursión hacía el pasado, a los tiempos en que el universo de los derechos sociales era el horizonte inmediato de nuestros abuelos.
Lo más llamativo es que estos caballeros pickwickianos están desacreditando toda idea de cambio y son una fuente inagotable de creación de resistentes, una factoría de militantes del (no menos inútil) enroque de posiciones.
Radio Parapanda. LA IMPORTANCIA DE LA ACCIÓN JURÍDICA COMO POLÍTICA DEL DERECHO. UN INFORME DE ENRIQUE LILLO
Se han dejado ver, por ejemplo, en toda la reyerta de la sedicente reforma laboral española, y –en estas últimas semanas-- lucen sus violetas en esa ofensiva contra la FIOM, la legendaria organización sindical más importante de los metalúrgicos italianos. Walter Veltroni, otrora primer espada de los Demócratas de Izquierda (DS) y antes, todo hay que decirlo, magnífico alcalde de Roma, es uno de estos violeteros. Véase al respecto qué dice nuestro hombre en todo ese asunto: "La parola chiave del centrosinistra non puo' essere 'difendere' deve essere 'cambiare”, que no precisa traducción al castellano. Lo dice, además, un personaje que ha cambiado el partido cada dos por tres hacia no se sabe dónde y, en cada mutación, ha ido dejando jirones de capacidad de defensa de las personas que decía representar.
Cambiar se ha hecho tan recurrente en el léxico de los violeteros que, no sabiendo hacerlo hacia delante, imitan a los cangrejos en una excursión hacía el pasado, a los tiempos en que el universo de los derechos sociales era el horizonte inmediato de nuestros abuelos.
Lo más llamativo es que estos caballeros pickwickianos están desacreditando toda idea de cambio y son una fuente inagotable de creación de resistentes, una factoría de militantes del (no menos inútil) enroque de posiciones.
Radio Parapanda. LA IMPORTANCIA DE LA ACCIÓN JURÍDICA COMO POLÍTICA DEL DERECHO. UN INFORME DE ENRIQUE LILLO
Font:
José Luis López Bulla
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