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Àngels Martínez i Castells. La penosa agonía de la reforma Obama
Àngels Martínez i Castells.

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Continúa cada vez de manera más trágica en los USA la agonía de la propuesta por conseguir un programa de salud que sea algo mejor y más justo que el actual. El pasado miércoles, el Congreso votó a favor de derogar la reforma de los demócratas de salud, en un paso que muchos comentaristas consideran de gran valor simbólico porque con el mismo la nueva mayoría republicana quiere reflejar también y sobre todo, el principio del fin de la Presidencia de Obama y las políticas que le llevaron a la Casa Blanca.

La votación en la Cámara fue 245 a 189 a favor de derogar la ley, ya que tres congresistas demócratas se unieron a la mayoría republicana, Sin embargo, el Senado, de mayoria demócrata, se ha comprometido a no dejar pasar la propuesta de derogación, con lo que puede empezar otra penosa etapa de discusiones legales con propuestas para "derogar y sustituir" que supuestamente buscan un consenso, pero que de hecho diluyen más y más la propuesta inicial y alejan los partidarios de la reforma del entorno de Obama... y le van minando apoyos.

Los próximos pasos serán la gran comedia sobre alternativas a la nueva ley que ensalcen las "virtudes y soluciones de mercado libre"... los republicanos ya han avisado que irán por este derrotero, pero tampoco dan muchos detalles ¿Para qué? Si su programa real es dejar las cosas como estaban, y eliminar cualquier vestigio de credibilidad de las promesas que hizo Obama en su campaña....

Sin embargo, sobre tácticas concretas sí hablan: por ejemplo, asfixiar las fuentes de financiación para lo que pueda quedar de la reforma y que no se llegue a dotar del dinero necesario para llevarla a cabo. ¿No les suena algo muy parecido en relación a situaciones muy próximas?

Y aunque la retórica de enfrentamiento parece haber disminuído en intensidad a raíz del intento de asesinato de Gabrielle Giffords en Arizona, el debate sigue mostrando que las divisiones partidistas sobre la Ley se han profundizado en los últimos meses dado el rendimiento en términos de votos que han conseguido sacar los Republicanos con argumentos tan simples como que la Ley Obama significa una intromisión del gobierno en un sector que debe seguir siendo privado, que inducirá a los empresarios a eliminar puestos de trabajo, que significará por el lado de las finanzas públicas la creación de un programa de ayuda social insostenible, y que interfiere, además, en la sagrada relación médico-paciente sin resolver el problema principal del sistema sanitario USA: el enorme coste (que aumenta año tras año) de los servicios médicos.

"La derogación significa allanar el camino para una mejor solución que reducirá el costo sin destruir puestos de trabajo, ni llevar la quiebra de nuestro gobierno", dijo el Presidente de la Cámara, John A. Boehner, que substituyó a Nancy Pelosi tras el vuelco d ela mayoría demócrata. Y en el apogeo de su triunfo, declaró: "La derogación significa mantener nuestra promesa. Esto es lo que dijimos que haríamos." En efecto, esto es lo que había prometido los republicanos, y de manera especial los representantes del Tea Party.

Las declaraciones de los demócratas son algo distintas. Por ejemplo, John Lewis, congresista demócrata por Georgia considera increíble que con tanta gente sin trabajo y millones de personas sin seguro, "el primer acto de este nuevo Congreso sea querer eliminar el derecho a la sanidad a gente que sólo ahora acababa de conseguir su cobertura". De hecho, los demócratas siguen defendiendo una ley que cada vez tiene más enemigos y suscita más escepticismo. Siguen destacando sus puntos positivos, como por ejemplo que incluya a personas que de otro modo estarían exentas de la cobertura sobre la base de una situación médica pre-existente... o la que los hijos puedan permanecer en la póliza de sus padres hasta los 26 años, o que se hayan disminuido los impuestos a las pequeñas empresas para que puedan proporcionar seguro médico a sus trabajadores.... Pero el problema es que a demasiadas personas en los Estados Unidos que apoyaron la candidatura de Obama esta reforma les parece que se queda demasiado corta y a los republicanos, en cambio, que no puede ir tan lejos.

En opinión de los demócratas que siguen creyendo en la Ley, este es el camino para conseguir que la salud sea un derecho y no un privilegio. Pero, mientras tanto, tres demócratas ya votaron el pasado miércoles con los Republicanos, y Gabrielle Guiffords ha iniciado una penosa recuperación (con muchísimas incógnitas) en el estado de Texas.

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