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José Luis López Bulla MÁS SOBRE LA AUTORREFORMA SINDICAL
José Luis López Bulla

Foto tomada del muro de Lorena Castro en facebook. Un veinteañero Marcelino Camacho



Hace unos días Isidor Boix razonaba acerca dela autorreforma sindical, un tema de gran actualidad en el sindicalismolatinoamericano (1).  Comparto susapreciaciones. En esta ocasión me permito reforzar sus planteamientos a travésde un fragmento de una charla que dí en la Universidad deZaragoza, organizada por mis amigos de Comisiones Obreras de Aragón (2). Conpermiso, pongo la cita:  

 

Hemos de decir las cosas por sunombre: las concepciones de Marx sobre el sindicalismo (es el primero que hablade independencia de los sindicatos) son derrotadas por los partidarios deLassalle, el dirigente socialdemócrata alemán. No me resisto, por su importancia,a documentar esta afirmación. Habla Marx: “En ningún caso los sindicatos debenestar supeditados a los partidos políticos o puestos bajo su dependencia;hacerlo sería darle un golpe mortal al socialismo”. Tal cual. Se trata de larespuesta de nuestro barbudo al tesorero de los sindicatos metalúrgicos deAlemania en la revista Volkstaat, número 17 (1869) en clara respuesta a loafirmado por Lassalle: “el sindicato, en tanto que hecho necesario, debesubordinarse estrecha y absolutamente al partido” (Der social-democrat”, 1869). [Me pregunto: ¿qué tiene que ver que sea "hecho necesario" para "subordinarse estrecha y absolutamente al partido"?]

Y siguiendo sin pelos en la lengua, habrá que decir quetambién en la muy posterior cultura comunista se silencia (más bien, se metenlas tijeras en) la formulación marxiana de la independencia del sujetosindical. Convenía más la técnica del viejo socialdemócrata Lassalle. Queresumiendo se caracteriza por: 1) el partido es quien guía, ordena y manda; 2)de ahí se desprende la separación radical de funciones: el partido se dedica atodo, al sindicato sólo y solamente le incumbe la cuestión salarial y la reducciónde la jornada de trabajo. Este es el esquema de la llamada correa detransmisión, el sindicalismo reducido a una prótesis del partido. El conflictosocial es algo contingente que está al albur de las necesidades e intereses delpartido llassalleano. Por decirlo con las sabias palabras de BRUNO TRENTIN (el dirigente sindical europeo más fascinantede la segunda mitad del siglo XX): Esta separación de la política con relacióna las vicisitudes del trabajo asalariado madura en esos años muy lejanos yconfigura un partido guía e intérprete de la “clase” con todos los nuevosdogmas que consiguientemente se derivan: la división de tareas entre partido ysindicato, la naturaleza fatalmente corporativa y sin salida política posibledel conflicto social, el deseo de la aportación prometéica y liberadora que vienen“del exterior”, de la élite política. Allí se inició un camino que haconducido, de un lado, a una concepción del partido político como entidadautorreferencial y, de otro lado, en definitiva, a un progresivo desinterés dela cultura de la izquierda en los debates sobre la morfología del conflictosocial y sus evoluciones. Una descripción que relata cómo debe ser la relaciónentre el partido y el sindicato que comparten in toto Lassalle, Guesde, Lenin,Pablo Iglesias, Palmiro Togliatti y todo el arco socialista y comunista. Losorprendente, y ya tendremos ocasión de comentarlo, es que la ruptura de lacorrea de transmisión, muchísimo más tarde, no vendrá de la mano lossindicalistas de matriz socialdemócrata sino de los comunistas: ahí están losnombres de Giuseppe Di Vittorio, Bruno Trentin y nuestro Marcelino Camacho. [Fin de la cita con mis excusas]

(1) ESCRIBE ISIDOR BOIX, MAESTRO DE SINDICALISTAS


(2) 200 AÑOS DE COMPROMISO DEL SINDICALISMO EUROPEO




Radio Parapanda¿DEFENDER LOS DERECHOS LABORALES ES FRANQUISTA?

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