LA MAQUILACATALANA: Bienvenido Mr. Adelson trató de los jacarandosos negociosque se traen entre manos el Enviado de Sam Gincana en la Tierra y el president de la Generalitat Artur Mas. Seguimos con tanrecurrente asunto: el sheriff de Las Vegas, un conocidomío de cuando compartía amistad con Frank Sinatra, me llamó hace unos días alsaber que en Barcelona había posibilidades de implantar un gran centro de ocioy juego. El hombre, un tanto simple, estaba preocupado por el futuro de sutrabajo. Si Barcelona se convertía en el gran centro de atracción de tamañonegocio, su puesto de trabajo, altamente rentable en sueldos, comisiones yregalos, podría verse afectado. Y eso no sólo le preocupa, sino que ya niduerme, el pobre.
El hombrequería saber cómo andaba el asunto y si la información publicada reflejaba o nola realidad. Como disponía de mi teléfono secreto tuvo la ocurrencia de llamary preguntar. Yo simplemente le pasé los correos electrónicos de don Artur y dedoña Esperanza, advirtiéndole que ambos eran unos bocazas de tomo y lomo. Ya seapañaran, pensé.
En estas,también desde Parapanda me llega la pregunta, ¿qué piensas de EuroVegas? Y,claro, en este caso no puedo escurrir el bulto como con el sheriff.
En primerlugar y para tranquilizar al lector que me desconozca, diré lo de aquel vasco: soy contrario. Pero a continuación les describo loque pienso para no cerrar el asunto un tanto precipitadamente.
En primerlugar, la información difundida hasta ahora es más bien poco clara y muycontradictoria. Empezó con el juego a lo bestia y todas las actividades que segeneran a su alrededor (y que me abstengo de calificar, no sea que se me vayala mano) y ha ido transformándose en centros de convenciones, residencias,campos de golf y otras instalaciones más bien vistas que otras. En fin, de hecho no sabemosexactamente de qué estamos hablando. Eso es ya un punto en contra.
En segundolugar hay el empresario impulsor de la operación. Un hombre que de ejemplar notiene mucho y que es seguido de cerca por diversos presuntos delitos de ordeneconómico allende los mares. No podíamos esperar cosa distinta de alguien quevive de lo que vive, por muy anciano que ya esté. Una inversión y el inversorson cosas que van juntas y empaquetadas. No hay buena inversión, sin un bueninversor. Y al revés.
Tercero,dicen los medios que el hombre ha puesto encima de las mesas (al menos dosmesas, Madrid y Barcelona) ciertas exigencias que son como mínimo curiosas. Ensíntesis y para ahorrarme repetir lo que está en todos los medios, quieresaltarse a la torera la normativa indígena en aspectos un tanto relevantes. Deellas, solo quiero remarcar la financiera: el inversor quiere el aval público asu inversión. Un detalle que anuncia que en realidad más que inversor se tratade un negociante. Eso tan bonito de mister Woody Allen: toma el dinero y corre.
Cuarto, esbien curioso que aparezca tamaña inversión, con miles de puestos de trabajo,justo cuando el paro está por las nubes y los políticos al mando andan faltosde buenas noticias. Aunque, claro, hay que especificar que un proyecto de estascaracterísticas no suele tardar menos de siete u ocho años en hacerse efectivo.Ya con el ciclo económico definitivamente hundido o recuperado.
Quinto.Existe un precedente de algo muy parecido en Los Monegros, operación quesorprendentemente había desaparecido misteriosamente de los medios hasta ahora:ese proyecto a pesar de todo lo hecho normativamente para facilitar lainversión se ha ido a no se sabe dónde. Proyecto, inversores y tutti cuanti. Yno cito más que de pasada al gran García Berlanga en Bienvenido mister Marshallcomo referente.
Sexto. ¿DonArtur tiene un modelo económico para el país y para el área metropolitana? Enese modelo, un centro de juego, de convenciones y todo lo que trae consigoencajan y lo impulsan, o son, precisamente, el tipo de negocio que impide undesarrollo alternativo basado en la inteligencia, la tecnología, lainvestigación y la producción de alto valor añadido. Es una pregunta quealgunos consideraran retórica si son partidarios que coger lo primero que pasa,pero que a mí me perece capital. Si hemos de ser en el futuro camareros,maîtres, o encargados del bacará es una cosa. Si nos interesa la ingeniería, labiociencia o los servicios avanzados, es otra.
Séptimo. Laestructura de nuestro PIB ofrece ciertas peculiaridades, un peso muy importantedel turismo de masas, con un balance bastante poco conocido entre costes ybeneficios. Ese sector necesita ciertas reestructuraciones de calado para hacerel negocio más claro y más consistente, no queremos Lloret porque es molesto yno tiene futuro. En cuanto la costa mediterránea mirando al sur recupere la pazy la estabilidad, en cuanto la costa mediterránea del Adriático gane impulso,¿qué quedará para los doscientos mil LLorets españoles? Tal vez el turismo debaactuar antes de que le pille el pinchazo del globo, como ha ocurrido en laconstrucción. Por lo tanto, ojo a las inversiones que aumenten los riesgos demonocultivo de un producto al que amenaza mucha oferta alternativa.
Así que,para no alargarme, solo unas recomendaciones: veamos que ofrece de verdad elinversor americano, veamos si nos conviene y dónde, asegurémonos que no vamos aimportar capital y otros negocios de nula transparencia y seamos calmos. Quedanalgunos millones de años por delante, no los estropeemos del todo.
Lluis Casasjugando con la ruleta rusa.