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José Luis López Bulla SOSTIENE ROMAGNOLI
José Luis López Bulla

Los profesores Romagnoli y Aparicio en Parapanda



Javier Pueyo ha entrevistado el profesor Umberto Romagnolipara la Revistade Estudios (número 42, julio – agosto 2012). He aquí el texto, traducido primorosamente por Joaquín Aparicio.  


Es presidente de la Asociación Italianade Derecho del Trabajo y Seguridad Social y uno de los más reconocidos tratadistas del derecho del trabajo en el mundo. Así mismo, forma parte de la Comisión de Garantía para la aplicación de la ley italiana sobre huelga en los servicios públicos esenciales, director de la revista Lavoro e diritto, presidente de la Asociación Italiana de Derecho del Trabajo y la Seguridad Socialy doctor “Honoris Causa” por la Universidad De Castilla La Mancha.

Umberto Romagnoli ha contribuido notablemente a la renovación y progreso del Derecho Laboral contemporáneo a través de sus reflexiones sobre la identidad, propósitos y posibilidades de esta rama del derecho. Es autor de más de dos centenares de estudios y tiene una destacada trayectoria científica en el derecho laboral europeo y latinoamericano caracterizada por su fecunda y brillante labor científica. Es uno de los grandes referentes intelectuales europeos, comprometido con el estado social y democrático de derecho y con la vigencia y necesidad de preservar estos derechos como garantía de un futuro de paz en el más amplio sentido de la palabra.

La excelencia del profesor Romagnoli ha sido reconocida no solo por la Universidad de Castilla-La Mancha, sino por las Universidades de Buenos Aires y Pontificia Universidad Católica del Perú. Recientemente ha recibido en su país el importante premio Ridenti, con el que se reconoce el mérito a toda una vida de dedicación científica. Tiene multitud de discípulos y seguidores en diversos países por la profundidad de sus análisis. Según el director de la Escuela Universitaria de Relaciones Laborales de Albacete y catedrático de Derecho del Trabajo, Joaquín Aparicio, “Umberto Romagnoli da relevancia al Derecho social comunitario, que debe de consolidarse como disciplina fundamental en la titulación del diplomado en relaciones laborales”. Umberto Romagnoli enseña legislación laboral en la Umberto Romagnolienseña legislación laboral en la Universidad de Bolonia, en Italia. En 1987 fundó la revista  «Lavoro e diritto», de la que es director.

Pregunta: En su calidad de experto en economía, en derecho laboral y profundamente conocedor de la realidad europea, ¿cómo cree que debemos situarnos ante los acontecimientos económicos que parece pueden destruir el modelo de vida y los propios valores europeos?

Respuesta: Como economista experto en finanzas, diría aquello que dicen los gobiernos de Europa: austeridad, sacrificio a corto plazo, poner en orden la casa, poner en orden las cuentas, y después repartir y sacar provecho a largo plazo. Si las medidas de austeridad son excesivas agravan la crisis y no acercan el momento de las soluciones. La solución se aleja. ¿Qué hacer? Si fuese verdad esta solución, este proyecto, si tuviera fundamento, Grecia no se encontraría en las condiciones en las que está. Se puede decir, por tanto, que éste no es el camino. Si uno lo piensa, la crisis actual nace del mercado desregulado. Cuando tratamos de regular el mercado, nos encontramos siempre con el supuesto de que el mercado tiene siempre razón.
Y la pregunta es: ¿qué es el mercado?. Es una entidad abstracta, intangible, no se ve. Por tanto, la posibilidad de manipulación es enorme. Como consecuencia de esta tendencia a repetir los errores, el mercado desregulado provoca la crisis, pero queremos resolver la crisis manteniendo un mercado sin reglas.

P: Entonces para usted la clave está en regular esos mercados que aparecen como una abstracción pero que finalmente son parte del problema económico.

R: Me gustaría que se fuera capaz de intentar introducir reglas en el mercado, incluso en el mercado financiero, que hoy está completamente alejado del pueblo. Hay que enfrentar el problema allí donde se origina. Si estamos de acuerdo en que es el mercado lo que produce la crisis, debemos enfrentarnos a ella revisando las reglas del mercado, poniendo aquellas que el mercado aún no tiene.

P: Hay quien sostiene que esta es la crisis final del capitalismo. Que estamos ante una situación que va más allá de la economía y que afecta a los valores y al propio modelo de desarrollo…

R: En el sentido en que el capitalismo se mata a sí mismo, estaríamos frente a una forma de suicidio. Pero no creo que el capitalismo se esté muriendo. No hay dudas sobre la vitalidad del capitalismo. Es muy exhuberante, es caótico y anárquico, no es un proceso continuo de transformación de la realidad creando ulteriores complejidades. Definiría así el capitalismo: es vital porque está ligado al hombre, de eso no hay duda, y por tanto no creo que se suicide, aunque sí hay un empeoramiento de las condiciones de vida y de trabajo de la mayor parte de la humanidad.

P: ¿Considera compatible el crecimiento ilimitado, si pudiera darse, con el respeto a la naturaleza y la preservación del medio ambiente?

R: Es necesario reflexionar sobre lo que es el modelo americano. Si existiera la posibilidad de un crecimiento ilimitado y de acumulación de riqueza tendríamos que hacernos la pregunta que me formulas. Si queremos un desarrollo sostenible, para el medio ambiente, para lograr una mayor igualdad en las condiciones de vida y de trabajo, creo que deberíamos tener como meta no una mayor acumulación de riqueza, en clave individual, privada, sino una economía estacionaria que no busque el desarrollo. Hay límites ambientales, también porque en un cierto momento tenemos que convencernos de que si no nos autolimitamos, se volverá contra todos. De modo que la economía estacionaria mundial sostenible es el ideal.

P: A mi sus palabras me parece una formulación poco frecuente. Creo que son muy pocos los que se atreven a hablar en esos términos.

R: Cierto. Se trata de ponerle límites al capitalismo. El problema puede encontrar la soluciòn en una autoridad mundial, legitimada para hacer respetar las prohibiciones y hacer respetar los límites, así como castigar las transgresiones. Esto es una previsión de futuro. Nos gusta imaginar cuál podría ser la organización de la sociedad.

P: En ese futuro imaginario ¿cabe el estado del bienestar y las conquistas democráticas instauradas en europa a mediados del siglo XX?.

R: El estado del bienestar democrático se puede mantener, aunque aligerándolo. Tengo el convencimiento, un convencimiento que nace de las sensaciones que dan la verificación empírica, de que si se encuentra un camino para sobrevivir estaremos todos un poco peor. Yo pienso en un equilibrio por el que hay una redistribución de los recursos. Al final el nivel medio será más bajo para nosotros. No hay duda de que los europeos han sido unos privilegiados. Economicamente, Occidente y Europa ya no son el centro, porque se está retrasando el proceso económico respecto a Asia, China.La propia América Latina, Brasil es un gigante que se ha levantado.

P: Podría adelantarnos algunos elementos que nos permitan visualizar ese futuro de Europa.

R: Es un modelo económico influido por el asiático y un poco por el africano. Sin un equilibrio mundial, no creo que la Unión Europea pueda ganar. Los ciudadanos europeos deben restringir sus propias reclamaciones. Los inmigrantes que llegan a Europa, desean participar; deberían tener un puesto en la mesa para comer. Es algo espontáneo, desordenado, inesperado, para expresar la necesidad de una redistribución de la riqueza en el mundo. Está claro que al final, una economía justa será, para nosotros los europeos, una economía que nos dará menos, no más. El futuro puede ser mejor para los chinos, no para los europeos, que hasta ahora lo han tenido todo. Tendremos una Europa más moderada, con menos demandas y menos riqueza.

P: ¿Y què medidas se tendrían que tomar para conseguir esa mejor y más justa redistribución de la riqueza?

R:Acelerando el proceso de europeización, mundialización del gobierno de la economía, dadas las dimensiones de la problemática europea, que no es sólo de un país, sino que afecta a la totalidad. La globalidad, y la capacidad de intervención y dirección política, aún limitadas y ligadas a losterritorios.Grecia no se salva sola, ni España. El problema de Grecia, España e Italia es un problema de todos, por lo que todos deben participar en una solución común. La gran dificultad para esto es que para lograr un gobierno para toda Europa es necesario deshacer los gobiernos de miembros influyentes de la Unión. Francia no lo permitiría, siendo la más nacionalista, entre los miembros fundadores de la UE. Todos los franceses y líderes franceses aceptarán hacer Europa siempre y cuando eso no signifique deshacer Francia. Es simple. Si se mantienen posiciones de este tipo, muy rígidas, es como Mérkel que todo lo reduce a la frase: “austeridad ante todo”.



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