BANGLADESH - RANA PLAZA - Un año después de la tragedia
El 24 de abril de 2013 se hundía el edificio, con 5 fábricas encima de un supermercado, de Rana Plaza en Dacca, la capital de Bangladesh. En el peor accidente industrial de la historia después del de Bhopal (12.000 muertos), se contabilizó la muerte de 1.138 trabajadores. Más de 2.000 resultaron heridos. Lo que fue calificado justamente como homicidio industrial sacudió el mundo y su primer aniversario lo ha devuelto a la primera plana de la opinión pública mundial.
El año transcurrido permite hacer un balance de lo hecho y señalar lo mucho que queda por hacer. Para indemnizar a las víctimas y para evitar que se pueda producir de nuevo.
1.- El Acuerdo para la prevención de incendios y el derrumbe de edificios
Tras la tragedia del 24 de abril de 2013 se alcanzó un Acuerdo suscrito hasta ahora por 160 multinacionales del vestido que compran en Bangladesh. Un Acuerdo, el primero de estas características en la historia sindical, para la prevención de incendios y el derrumbe de edificios, suscrito por 5 años con las Federaciones Sindicales mundiales de la industria y los servicios, IndustriALL Global Union y UNI, con el apoyo de diversas ONGs, Campaña Ropa Limpia entre ellas. De las multinacionales españolas lo han suscrito Inditex, Mango y El Corte Inglés.
En aplicación de este Acuerdo se ha constituido un Comité de Dirección de 6 miembros, 3 sindicales (las Federaciones mundiales y el sindicalismo de Bangladesh) y 3 empresariales (Inditex entre ellos), así como un cuerpo de inspectores que ha empezado ya a trabajar. Desde febrero de este año se han inspeccionado unas 400 fábricas, detectándose problemas en muchas de ellas, graves en diversas secciones de 8 y debiendo paralizar toda actividad en otra. En aplicación también del mencionado acuerdo, los trabajadores de estas fábricas han seguido cobrando los salarios durante la paralización de actividades. Está previsto que a finales de septiembre hayan sido inspeccionadas las aproximadamente 1.600 fábricas, con unos 2 millones de trabajadores, que abastecen de ropa a las multinacionales del vestido.

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