LA CAJA DE COMPENSACIÓN DE CORRUPTOS. ¿UNA FICCIÓN?

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Escribe: El Curioso impertinente

Voces, frecuentemente poco informadas, me hacen llegar esta noticia. Ante la generalización del cambalache de algunas sentencias judiciales que permiten eludir el ingreso en prisión de algunos corruptos de alto coturno –caso Blasco, por ejemplo-- a cambio de devolver el montante del dinero expoliado, algunos estarían ideando la creación de una Caja de Compensación de Corruptos (CCC) para proteger a sus conmilitones.

El asunto es el siguiente: cada acto de rapiña pagaría una cuota (un porcentaje del peliizco) a la CCC creándose de esa forma un capital considerable. En el caso de que el corruptor fuera juzgado y, para escaparse de la trena, fuera obligado a pagar lo robado entraría automáticamente en acto de servicio la CCC que pagaría lo que estipula la sentencia. Naturalmente, Blasco y sus epígonos se librarían de la cangrí.

Tan sofisticado artificio –explican las fuentes, a menudo maledicentes y embrollonas-- permitiría que el ministro Montoro pudiera informar bombásticamente que «se recupera la pasta depredada». Lo de menos, así las cosas, sería el papel de la Justicia, aunque el derecho apareciera, en el mejor de los casos, fofo y mucilaginoso. Y a modo de apariencia, los Blasco y compañía harían público un acto de atrición que ciertos rábulas de postinera avilantez y activa militancia en Adoración Nocturna estarían redactando en alguna covachuela ministerial. ¿Por qué dice usted que esto es ficción?