
Conviene saber qué está ocurriendo en ciertos estamentos del Ejército. Las últimas informaciones que conocemos indican que podría haber algunas verrugas en dicho instituto. De un lado, el caso de aquella oficial que denunció a un mando por acoso sexual; ahora el asunto del teniente Luís Gonzalo Segura. Como han informado diversos medios el Ejército tramita la expulsión del señor Segura por el contenido de su novela. La exposición de dicho relato es: las corruptelas, privilegios y abusos de poder, el reparto arbitrario de condecoraciones, los recortes en la comida de la tropa, el fraude del combustible. Todo ello en el ámbito castrense. Lo que le ha valido la apertura de un expediente que podría conllevar la expulsión del Ejército. Naturalmente esta es la ficción; pero ha sido realidad que el oficial Milans de Bosch ha salido de rositas de su jubilosa celebración –junto a su padre, de cuyo nombre no queremos acordarnos-- del golpe del 23 F. Paradoja –que Unamunollamaba parajodas-- se castiga la ficción y se indulta la realidad.
Más parajodas unamunianas: ninguna institución se libra de críticas, pero el Ejército parece tener una piel tan fina y susceptible que cualquier avispazo le provoca una tirria incontenida, especialmente a sus espadones más atorrantes. La pregunta es: ¿los cuartos de banderas y las cantinas del alto mando están inmunes a la crítica sea tout court o de ficción? Esta podría ser una interpelación que alguien debería llevar do corresponda.
Recomiendo al abogado defensor de don Luís Gonzalo Segura que en el marco de su defensa (si es que el Ministro del ramo no le da carpetazo al disparate) que haga una defensa orteguiana del texto y del autor. Ortega y Gasset dijo, sobre chispa más o menos, que una novela, como relato de ficción, debía tener su propia coherencia interna y no relacionada con el exterior. Feliz o no ese concepto (eso es lo de menos) podría dar que pensar –tarea fatigosa, empero—a los miembros del tribunal militar. Siempre y cuando se les aclare quién era don José Ortega y Gasset.
La novela se llama Un paso al frente, editada por Tropos.
