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José Luis López Bulla YO SOY CHARLIE, AHMED Y COHEN
José Luis López Bulla


Je suis Charlie, mais aussi Ahmed et Cohen  

Manuel Gómez Acosta



"Quien mata a un inocente es como si hubiera cometido un crimen contra toda la Humanidad" (traducción libre de la  5º Sura / Versículo 35 del Corán)


Wolinski, Jean Cabut "Cabu", Stephane Charbonnier "Charb", Tignous que pelearon para  que la libertad de expresión les hiciera libres, humoristas libertarios, dibujantes satíricos e irreverentes, cáusticos, han sido inmolados en el altar del fanatismo. Ahmed Merabet agente de policía que les protegía y que se encontraba en la ruta de los fanáticos criminales fue tiroteado en la pierna y posteriormente rematado a sangre fría.


La gravedad del suceso, así como sus repercusiones sobre nuestra sociedad y nuestro modelo de convivencia, exige una aproximación intentando huir del ruido mediático, pero al mismo tiempo con la voluntad de contribuir al entendimiento con el “diferente”. Estamos todavía en el tiempo  de las emociones, pero deberemos abrir el de la reflexión. Reflexión desde la moderación pero al mismo tiempo desde el posicionamiento inequívoco a favor de la libertad en todas sus formas


Las masacres de Paris, tanto el atentado a Charlie Hebdo como la execrable matanza del supermercado “kosher”, son actos de fanatismo que convierte a los  musulmanes franceses en su  primera víctima. En los chivos expiatorios de fanáticos de otro signo, la extrema derecha que en la Europa de las libertades  pasea sus banderas de odio y xenofobia hacia los “otros”, una cierta manipulación de la "laicidad falsificada" que hace que Marine Le Pen haga respetable su línea fascista de exclusión e intolerancia. Son la  islamofobia  y el antisemitismo dos caras de la misma moneda, la intolerancia y el racismo. La islamofobia se construye adjudicando al sustantivo terrorista el adjetivo islámico, no es casual esta perversión del lenguaje...


¿Qué podemos hacer las “mujeres y los hombres libres” ante esta tesitura? Analicemos el escenario.


Que los autores materiales de los atentados sean franceses de tercera generación es la constatación,  una vez más,  del fracaso de un modelo de integración: las “banlieues” francesas, el gueto “anglosajón. Muchos barrios populares en las principales ciudades francesas, navegan a la deriva abandonados por las instituciones de la República. Frente a la droga, el paro y la marginalidad aparece la propuesta del fanatismo de quien promete el “paraíso” después de un baño de sangre. Pocas opciones para sus habitantes, con porcentajes de paro juvenil cercanos al 50%, o la delincuencia organizada en torno a la droga o la adscripción al islam fanatizado. La crisis económica y social es evidente en ese territorio hostil donde los valores republicanos adoptan un carácter meramente abstracto.


Un primer reto seria dotar de infraestructuras y servicios que garanticen la dignidad de los ciudadanos/as de las “banlieues”, defensa del estado del bienestar compartido y no excluyente, multiculturalismo integrador y no separativo, cultura ciudadana. ¿Los actuales gobiernos europeos tanto conservadores como socialdemócratas son capaces de ofrecer alternativas de integración sólidas?


¿Cómo hacemos frente al islamismo radical? ¿Solo a la defensiva desde el binomio libertad-seguridad? o ¿también fundamentalmente desde la puesta en marcha de propuestas que fortalezcan el islam como religión de paz y den protagonismo al islamismo moderado?


¿Es posible fortalecer el islam moderado sin encontrar una solución al problema palestino? Los musulmanes deben poder percibir  que las democracias occidentales apuestan decidamente por acabar con  la humillación permanente del pueblo palestino y por una solución que reconozca a los dos estados, garantizando la seguridad a Israel  y la  viabilidad a Palestina?


¿Es posible fortalecer al islam democrático apoyando a los tiranos autócratas del Golfo Pérsico y la Península Arábiga, liberando al cleptócrata  Mubarak, apostando por la dictadura militar en Egipto,  vendiendo nuestras armas más sofisticadas a los tiranos árabes más déspotas, abortando los procesos mal llamados de la “primavera árabe” con tal de garantizar nuestro suministro de crudos, convirtiendo a países como Libia en estados fallidos, fragmentados en reinos de Taifas, adjudicando “mundiales” corruptos y aceptando financiación de camisetas de emblemáticos clubes de fútbol que son algo “més que un club”?


¿Cómo proteger la libertad de expresión respetando todas las creencias? ¿Cómo desmontar esta espiral de locura, que se retroalimenta desde polos antagónicos?. Apunto al respecto la excelente reflexión del sociólogo y periodista francés Michel Wieviorka publicada en La Vanguardia del viernes 9 de enero.


¿Cómo arrebatar el protagonismo que tienen en los medios, los comunicadores más estridentes, Eric Zemmour autor de “Le Suicide Française”, Michel Houellebecq con su provocadora obra “Soumission”, que invita al rechazo al Islam a través del miedo a su dominación, las epístolas de Pilar Rahola en La Vanguardia, los envenenados aullidos radiofónicos de Jiménez Losantos? Pilar y Federico, alineados en mismo frente… Necesitamos con urgencia pedagogos de la comunicación: escuchar a Gabilondo nos acerca y nos ayuda a construir puentes.


No sería justo ni equilibrado pasar por alto las graves responsabilidades de un Islam enfrentado entre chiitas, sunitas, wahabitas, alauitas (excluyo a los sufíes) que durante siglos se han hecho permanentemente  la guerra provocando enormes matanzas que desangran al mundo musulmán…


Permitirme para finalizar unas reflexiones de carácter personal …..


Sirva como referente de optimismo y de esperanza, ejemplos como el de Ahmed Abutaleb, alcalde socialista de Róterdam,  de origen amazigh (bereber rifeño), que en su intervención del pasado fin de semana en su ciudad, afirmaba que  “normalmente soy alcalde de Rotterdam ayer me sentí un parisino llamado Charlie”, y a continuación añadía que los fanáticos no tenían ningún derecho a ensuciar al Islam…


La sinrazón de un fanatismo que tiene al islam como su principal enemigo, que ataca su cultura y su tradición de paz  y de progreso. Un Islam ciego que al amenazar  en Mali, el legado  andalusí de Tombuctú, intenta sepultar la aportación del Islam  a la cultura universal. Recuperemos la hermosa historia del juez Ali ben Ziyad godo convertido al islam que tuvo que abandonar Toledo huyendo del fanatismo cristiano en el 1467. No lo hizo solo, iba acompañado de más de 400 libros que recogían gran parte de la historia del  Al Ándalus. Hoy el Fondo Kati en Tombuctú,  supera los 12.000 libros y entre sus joyas de incalculable valor figura el Corán de Ceuta libro almohade del siglo XII grabado en oro.


Vine al mundo en la ciudad de Melilla habitada por ciudadanos españoles de distintas religiones, cristianos, musulmanes de habla “tamazight”,  hebreos, hindúes. Resuena en mis oídos el rumor monocorde  de los alumnos de una escuela coránica recitando versículos del Corán, acompañados por un profesor con larga y afinada vara que “corregía” sus errores, la llamada a la oración del almuédano a la hora de los cincos rezos diarios.  Recuerdo mi infancia en el “Campo de la Verdad” barrio cordobés junto al Guadalquivir (Ouad el Kebir) muy cerca de la Mezquita, ayer Mezquita Catedral,  hoy en el nombre del fundamentalismo católico sólo Catedral. Mi adolescencia paseando a la sombra de la Giralda, antiguo alminar de la mezquita almohade de Sevilla..


Tengo amigos cristianos, musulmanes y judíos: casi todos ellos tienen en común que son poco cristianos, poco musulmanes, poco judíos. Como yo, sólo creen en la libertad, la fraternidad y la solidaridad y su única religión es La Humanidad.


Manuel Gómez Acosta

Barceloní nascut a Melilla


P.D. En homenaje a  mis amigos y hermanos, Al Moutamid, Milouda y Boubker el Khamlichi, Héctor y Simón, a mi primo Fernando sacerdote católico y melillense,. musulmanes,  judíos, cristianos….“Salam alekum” “Shalom” “La paz sea con vosotros”



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