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José Luis López Bulla LA PORNOGRAFÍA DEL CAPITALISMO
José Luis López Bulla


Gemma Puig Ortega, corresponsal en Hong Kong de Metiendo bulla  


Desde hace 3 años mi familia y yo vivimos en China (Hong Kong y Macau). Vivir y trabajar en un lugar tan diametralmente opuesto a España te da la oportunidad de aprender mucho y si eres un poco razonable, ves que tu realidad y opción de vida no es siempre la mejor. En este caso también ha sido como un viaje al futuro, he podido ver a dónde nos pueden llevar y puede comportar en nuestro día a día las políticas neoliberales que se están adoptando en Europa y que reinan aquí desde hace tiempo.


En Hong Kong, por ejemplo, se puede despedir a un empleado casi sin justificación y simplemente compensándolo con 1 mes de salario sin ningún tipo de cobertura social al desempleo. En el caso de Hong Kong, al existir pleno empleo, (hay un paro técnico del 3 por ciento), aquellos que dejan un trabajo para empezar otro, no les parece que esto sea un problema pero están supeditados a cómo vaya la economía.


La única cobertura existente de pensiones es algo llamado MPF (Mandatory Provident Fund), simplemente se retiene un 5% del salario con un tope de 150 euros al mes y se invierte en un fondo de pensiones privado que, como todos sabemos, no es garantía de que ganes intereses ni tan solo de que mantengas el capital por ínfimo que sea.


Por este motivo en un lugar tan rico como Hong Kong, ves a ancianos, gente realmente muy mayor, realizando trabajos como repartir propaganda o a los menos afortunados recogiendo cartones por la calle. Gente que esta sociedad ha excluido porque durante su edad laboral no tuvieron capacidad de ahorro y ahora no pueden gozar de una vejez digna.


En la salud y la educación es exactamente lo mismo; la sanidad pública es casi inexistente y goza de unos medios muy escasos, por eso, las empresas importantes ofrecen un seguro médico privado que cubre parte de los gastos. Para alguien como yo, acostumbrada a la cobertura universal de nuestra seguridad social, cuando me tocó ir a parir a un hospital privado en Hong Kong, fue como entrar en una agencia de viajes a contratar un paquete vacacional de un resort en Cancún. De hecho, primero estuve 3 meses en lista de espera para poder tener plaza en el hospita. Yo le decía a mi ginecólogo: «¡¡¡ Dr, Hun, mi hijo va llegar sí o sí, que no me estoy comprando un Ferrari!!!» Una vez confirmada mi plaza en el hospital me presentaron las diferentes opciones como ‘Paquete Parto Vaginal’ al módico precio de 12.000 euros ‘Paquete cesárea programada’; eso ya subía a unos 25.000 euros o el maravilloso ‘Paquete cesárea de emergencia’ al que podríamos aplicar el dicho de cornuda y apaleada: la broma se va a más de 30.000 euros porque, claro, si el medico está jugando al golf lo tienen que molestar y venir corriendo a hacerte la cesárea… Por suerte me quedé con el primero que incluye 4 noches de hospital con sus comidas y sus cenas en habitación compartida y pañales y biberones para él bebe. Eso sí si llegas al hospital pasas la noche pariendo y el niño no sale hasta el día siguiente: «lo sentimos mucho, Sra. Puig pero esa noche la paga usted a parte. Los honorarios del ginecólogo 3.000 euros más, que en mi caso el Sr. Hon estaba de cena y lo tuvieron que llamar para que viniera ya que el pequeño Jon tenía ganas de salir y la enfermera, alarmada me tuvo que contener porque si el niño sale y el tal Dr. Hon no está allí en el momento del alumbramiento no ve los 3,000 euros. Total que vino 5 minutos diciendo ‘push Gemma, push’, y justo después se volvió a poner la americana y sus gemelos Rolex y se volvió a su cena con 3000 euritos más en la cuenta. El anestesista otros 3.000 euros, porque eso de parir con dolor no está hecho para mí, el pediatra otros 800 euros que vino al día siguiente chequeo al bebe y luego vino a venderme sus servicios. Total que la broma, si todo va bien, te sale por unos 20.000 euros que, si tienes un buen seguro médico te cubre un 90%, así que 2.000 euros no te los quita nadie.


Algo muy positivo de las familias en China es que valoran muchísimo la educación de sus hijos y son capaces de hipotecarse de por vida con tal de ofrecerles a sus hijos la mejor de las escuelas y universidades a poder ser en el extranjero. Eso significa un desembolso ingente de dinero y que te encuentres en situaciones como que conocidos locales me preguntaran durante mi embarazo ‘ya has mirado escuelas? A cuales has hecho la pre inscripción?’ Por supuesto yo a ninguna... Existe una competencia feroz por encontrar plaza en las escuelas más reputadas y esas escuelas, cómo no, se aprovechan de la situación con lo que, por ejemplo, una guardería donde tienen a los niños media jornada (de 08:30ha 11:30h) cueste 850 euros al mes. O una escuela media de primaria cueste unos 1.700 euros mensuales.


Aun pasado el tiempo, me sigue fascinando la dualidad de esta sociedad donde lo ultra-moderno se mezcla con unas costumbres aun muy conservadoras, donde si a los 30 no te has casado ya estas para vestir santos y el peso de la familia sigue siendo muy importante, donde el color de la piel importa y mucho; incluso dentro de la misma etnia asiática todos los productos cosméticos son blanqueadores y a la que sale el sol las chicas sacan sus paraguas, donde se ha inventado algo tan estrambótico como el facekini, nada más y nada menos que un pasamontañas de lycra, a conjunto con el bañador de manga larga, para evitar ponerse morena mientras se disfruta de un día de playa. Aun se relaciona estar moreno con trabajos poco remunerados y donde la herencia de una sociedad imperialista aún sigue vigente, a pesar del camarada Mao.


Por esa misma razón, hoy en día, principalmente en Hong Kong, existe un fenómeno altamente preocupante: la situación de las empleadas del hogar. La mayoría de ellas son filipinas o indonesias, de piel morena y de países más pobres. Tener una empleada del hogar interna en Hong Kong es muy sencillo y muy barato, el sueldo mínimo, que es el que el 99,9% les paga, es de unos 400 euros al mes, trabajan 6 días a la semana, una media de 16 horas al día durante los 3 primeros meses, si hay algún festivo, no tienen derecho a ellos y por muchos años que estén trabajando en Hong Kong nunca tendrán derecho a la reunificación familiar y nunca tendrán derecho a trabajar de otra cosa que no sea de empleadas del hogar, así lo especifica su visado de trabajo. Todo esto amparado por la ley. Pero lo peor no es eso, lo peor es en las condiciones en las que malviven en las casas con las familias a las que cuidan de sus hijos, les mantienen la casa limpia, les hacen la compra y les preparan la comida.


Cuando llegamos a Hong Kong y buscaba piso me decían ‘el piso tiene 4 habitaciones y habitación para la asistenta’ y yo, miraba el piso, contaba las habitaciones y veía 4 habitaciones y un armario grande y les preguntaba ‘pero la habitación de la asistenta que me dices, dónde está?’ ‘Mira es esta’, me decían los de la inmobiliaria y me enseñaban un armario empotrado grande o un trastero detrás de la cocina sin ventanas ni ventilación y yo les decía,  ‘pero si aquí no cabe una cama normal…’ y su repuesta era, ‘bueno, normalmente estas chicas son pequeñas así que con una cama de niño tienen suficiente y no se quejan, en sus casas están peor’.  Cuando contratamos a Olive, la agencia nos dio el seguro médico específico para empleadas del hogar y vi que les cubría un máximo de 20 euros por visita que aquí en Hong Kong no es nada (una visita a un médico de familia puede costar unos 50 euros) y le pregunté a la agencia si podía coger un plan mejor, con más cobertura y me dijo ‘ perdona, no entiendo la pregunta, quieres pagar un seguro más caro para ella?’ ‘sí, quiero un seguro que cubra el coste real de la medicina en Hong Kong’ ‘perdona, es que nunca nadie me había pedido algo así’. Olive me contaba que su madre estuvo 15 años viviendo con una familia que no tenía ‘maid room’ y que estuvo todos esos años durmiendo en el suelo de la cocina. La hermana de Olive llego a Hong Kong y aparte de estar vigilada las 24h del día por cámaras de seguridad dentro de la casa, para comer le daban un simple cuenco de arroz y cuando ella se quejaba de que pasaba hambre le decían‘ bueno si a los niños les sobra algo en el plato también te lo puedes comer’.

Mae, la chica que nos ayuda ahora aquí en Macau, en la casa en la que estaba antes tenían etiquetados los alimentos que ella tenía prohibido comer, entre ellos la fruta. Pero cuando alguna pieza de fruta se les pudría, se la daban a ella ‘toma, quieres fruta? Puedes comerte esta’. A una de nuestras vecinas, amiga de Olive, su empleadora la golpea cada vez que hace algo que ella considera que esta mal y yo le decía, ‘pero vete, deja esta familia’ y ella me contestaba ‘Y quien va a mandar el dinero que necesita mi familia cada mes para vivir?’ Si ellas renuncian a su trabajo las obligan a salir de Hong Kong y volver a su país de origen. Y podría seguir con mil ejemplos más. Están consideradas ciudadanas de 2da o de 3ra, son invisibles.


Con lo del viaje al futuro que mencionaba al principio quiero decir que si seguimos recortando beneficios sociales, privatizando servicios, aprobando leyes y normativas que nos obligan a aceptar contratos basura y diezmando nuestra sociedad del bienestar vamos a llegar a este capitalismo feroz que excluye a los que no se pueden pagar unos servicios mínimos que en otras sociedades como la nuestra, hasta ahora, están cubiertos. Ser pobre en un lugar como Hong Kong es muy jodido.


Una sociedad donde el dinero es Dios, enfocada a los negocios, a generar beneficio económico a toda costa una sociedad de consumo que te arrastra al consumo. La primera vez que mis padres vinieron a visitarnos alucinaban con que cada parada de metro sea un centro comercial, con que en cada uno de esos centros comerciales estén representadas todas las grandes marcas de lujo además de muchas otras, por ejemplo,  solo en la ciudad de Hong Kong hay 27 tiendas Luis Vuitton. Ves que las tiendas y los negocios están abiertos todos los días, incluidos domingos y fiestas de guardar hasta muy tarde debido a la liberalización de los horarios comerciales y ves a esos propietarios de pequeños negocios comiendo un bol de arroz detrás del mostrador, o pegando una cabezadita en un rincón de la tienda. Llegaron mis padres un día a casa después de salir a pasear con la conclusión de que esto es pornografía del capitalismo y sí, lo es.


Hace pocos meses vivimos algo insólito en Hong Kong, vimos como parte de la sociedad, principalmente los estudiantes, se manifestaban bajo el lema ‘Occupy Central’, en las noticias de todo el mundo se publicó como una manifestación pro-democracia ya que solo el 50% del parlamento hongkonés es elegido por sufragio y el otro 50% es elegido por el gobierno Chino. De todos modos estas manifestaciones encubrían una protesta mucho más amplia, la protesta de una juventud que ve un futuro muy complicado, una juventud sobradamente preparada (casi el 60% de los jóvenes tienen estudios universitarios) y que ven casi imposible poder independizarse ni a corto ni a medio plazo: un alquiler de un apartamento medio, de unos 70m2, cuesta unos 3.500 euros y si es de compra roza el millón de euros cuando el salario medio es de unos 1.800 euros mensuales a lo que hay que sumar los gastos mencionados anteriormente (sanidad, educación…). Existe un malestar generalizado debido al alto coste de vida y la bajísima protección social. Estos jóvenes, como digo, con un altísimo nivel educativo, ven su futuro hipotecado y se sienten desesperanzados, de la misma manera que nuestros jóvenes, en España, también se sienten de la misma manera aunque por motivos diferentes ya que en Hong Kong es relativamente sencillo encontrar un trabajo.


Por eso tenemos que entender y ser muy conscientes de que mejoría económica no significa necesariamente mejor calidad de vida. La mejora de la economía no tiene que ser a toda costa o en detrimento de nuestra sociedad de bienestar.




Radio Parapanda.--   "CIUTAT MORTA" Y LA BUENA GENTE

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