¡Quieren callarnos!. ¡Nos van a oir¡

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Miguel Coque Durán*

En la concentración de Cáceres, reclamando nuestro derecho a la Huelga, me comentaba una compañera de CCOO lo irónico que era reclamar que la Huelgano fuese delito cuando lo que debiera ser delito, en una Extremadura con el treinta y seis por ciento de pobres, con los salarios más bajos, los trabajos más segregadores, fraudulentos y los más precarios del país sería no hacer huelga.

El gobierno de Rajoy y toda su constelación cavernaria, primero nos han hecho pobres y ahora para evitar el conflicto quieren criminalizar a los que protestan por ser cada día más pobres y los ricos más ricos. Es la estrategia diseñada, planificada de ir arremetiendo contra todo lo que se mueve, contra todos los colectivos y segmentos de la población que pueden ser discordantes contra sus políticas. Culpabilizar a funcionarios, a estudiantes, a inmigrantes, a jóvenes, a desahuciados, a mujeres, a los enfermos por enfermar, a los que comen en comedores sociales por no querer cocinar, a las personas desempleadas por no encontrar trabajo, a los sindicalistas por "vividores". Su mierda, su gran mierda la reparte y la socializan entre todo hijo de vecino para poder seguir justificando su podredumbre.

Ahora, una vez realizada su (nuestra) estigmatización, colectivo a colectivo, nos toca a todos los que vemos reducidos nuestros derechos sociales, políticos y económicos, siendo su objetivo final el que un conflicto laboral termine siendo trasladado al ámbito penal. Su cultura farisaica les hace argumentar que lo hacen para protegernos de nosotros mismos. Las pancartas que portábamos con listones de maderas puede, desde su interpretación malévola, ser consideradas a partir de su carcajeante “Ley de Seguridad Ciudadana” un arma arrojadiza contra nuestra propia seguridad. A partir de ella, todas aquellas personas con valores, con conciencia de clase, con solidaridad, podemos ser criminalizados, etiquetados, culpabilizados, como maleantes que provocan o promueven el conflicto. En su neolenguaje aplican esta ley como aquella del franquismo "Ley de vagos y maleantes". Tan solo han tenido que recuperarla del cajón de sus anhelados recuerdos.

Pues allí estábamos todos; funcionarios, jóvenes estudiantes, mujeres, desahuciados, personas desempleadas y trabajadores de todo tipo. Solo faltaban aquellos que reclaman el derecho al trabajo solo el día que se convoca una huelga. Si quieren callarnos, nos van a seguir oyendo.

* Secretaria de Formación y Empleo de CCOO de Extremadura