«Hemos conquistado Júpiter»
Nunca pude convencer a Pepico Pichín* de que el hombre había llegado a la Luna. Nadie como él en la Vega del Genil sabía predecir el tiempo; tampoco nadie podía rivalizar en liar un cigarro con una sola mano y muy pocos lucían el sombrero a la santaferina como Pepico. Era un dato que, cuando joven, nadie recogió tantas aceitunas o segara tanto trigo. Ni nadie como él pisaba tan fuerte de casa al trabajo y viceversa.
Sentados bajo la parra de su patio, cuando ya la tarde languidecía y renacía la sombra, le comentaba la proeza: hemos llegado a la Luna, Pepico. El viejo Pichín me miró compasivamente: «Eso son gabinas de cochero», un extraño ideolecto de la Vega que quiere decir, sobre chispa más o menos, que se está hablando de chorradas. Pero yo iba preparado para el contraataque, así es que puse encima de la mesa El Casoy, triunfalmente, le espeté: «Aquí lo pone». Y, como me habían enseñado en la demostración de los teoremas, añadí: «Como queríamos demostrar, c.q.d». Sin embargo, nuestro hombre siguió en sus trece durante toda su larga vida; –segundos antes de morir— le dijo a mi padre adoptivo: «Ferino, ¿por qué El Caso se prestó a esa patraña?». El maestro confitero no le quiso llevar la contraria dadas las circunstancias.
Me imagino la cara de Pepico Pichín ahora. En la radio hubiera oído que el hombre ha llegado a Júpiter. O sea, todavía más lejos. Aunque para confirmarlo o negarlo ya no tendría la autoridad de El Caso, su única referencia de la opinión publicada. Sea verdad o no, nuestro Pepico habría sido informado por Scott Bolton -- el principal investigador de la Nasa, nos dicen-- que «hemos conquistado Júpiter». Entonces, un servidor se hace de Pepico Pichín. Entre otras poderosas razones porque ya no está El Caso para corroborarlo. Y también porque la Nasa no acompaña su arriesgada información con estos datos: ¿opusieron los jupiterícolas la debida resistencia a tal conquista? ¿hubo víctimas? ¿qué relaciones de dominio impuso la conquista a los habitantes de aquel planeta «conquistado»? Más todavía: ¿Júpiter es una colonia de los Estados Unidos? ¿es una behetría de la Nasa? Naturalmente todas estas interrogantes se las podría haber ahorrado ese Scott Bolton si se hubiera limitado a decir campechanamente: «Hemos llegado a Júpiter o, con mayor precisión, cerca de Júpiter, aunque no se lo crea Pepico Pichín». Pero no, Bolton se expresó a cosica hecha en términos militares. Algún motivo inquietante tendrá, me digo malévolamente.
* En la foto Pepico Pichín con su sombrero.

Font: