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18/05/2017 - Por qué la moción de censura al gobierno Rajoy es necesaria

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna "Pensamiento Crítico" en el diario PÚBLICO, 18 de mayo de 2017.

Este artículo muestra los argumentos para apoyar la moción de censura, contestando a su vez algunos argumentos que se han utilizado en contra.


23/02/2017 - Las consecuencias del poder de clase: el subdesarrollo social de España (parte 1)

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Crítico” en el diario PÚBLICO, 23 de febrero de 2017.

Este artículo indica que en España hay clases sociales, y que el 15-20% de la población (que son los sectores de mayor renta en este país) tienen una excesiva influencia sobre el Estado español (tanto central como autonómico), determinando un Estado del Bienestar polarizado por clase social, lo que muestro en el caso del sistema sanitario y educativo.


14/02/2017 - La desinformación y manipulación de los medios sobre Vistalegre

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Público” en el diario PÚBLICO, 14 de febrero de 2017.

Este artículo es una crítica a la sistemática mentira y manipulación que los grandes medios de información del país utilizaron en su cobertura de la asamblea de Podemos en Vistalegre, contrastando lo que ocurrió en aquel congreso con la manera como lo presentaron los grandes medios.


31/10/2016 - Hablando claro: ¿Quién es responsable de que Rajoy continúe gobernando España?

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 31 de octubre de 2016.

Este artículo hace una crítica a la argumentación hecha por el aparato del PSOE y también por El País, que culpabilizan a Podemos por el hecho de que no se pudiera establecer una alternativa al gobierno Rajoy. El artículo señala que fue precisamente el aparato del PSOE (como bien reconoció el que fue su Secretario General durante todo este periodo en el programa Salvados) el que se opuso tanto en el periodo que siguió a las elecciones del 2015 como a las del 2016 a que hubiera una alianza PSOE-Podemos que hubiera permitido establecer este gobierno alternativo.


25/06/2016 - Lo que los medios no dicen sobre las causas del Brexit

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 25 de junio de 2016.

Este artículo hace una crítica de la cobertura por parte de los mayores medios de información de la salida de el Reino Unido de la Unión Europea, atribuyendo esta salida al racismo de la clase trabajadora de aquel país. El artículo cuestiona esta interpretación, mostrando que la mayoría de las clases trabajadoras de los países miembros de la Unión Europea rechazan la Unión Europea actual por las políticas neoliberales que se están imponiendo por el establishment político que gobierna tal Unión.


23/06/2016 - El abandono del socialismo por la socialdemocracia española

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 23 de junio de 2016.

Este artículo analiza la evolución de la socialdemocracia, con una descripción de las causas de que esta deje de ser socialdemócrata.


20/06/2016 - Santos Juliá, El País y su postura anti Unidos Podemos

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 20 de junio de 2016.

Este artículo responde a uno de Santos Juliá, el ideólogo de la España uninacional, en el que critica a Unidos Podemos debido al compromiso de esta coalición con el establecimiento de otra visión de España, una visión plurinacional que debería estar reconocida en las Cortes permitiendo que se formaran grupos dentro de la misma coalición para respetar dicha plurinacionalidad.


04/06/2016 - La desaparición de los derechos sociales en la UE

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 4 de junio de 2016.

Este artículo critica el debilitamiento, cuando no la desaparición, que está ocurriendo hoy en la Unión Europa, de los derechos sociales de la población que vive en tal comunidad.


19/05/2016 - Las reformas laborales del gobierno de Zapatero y del gobierno de Rajoy matan

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 19 de mayo de 2016.

Este artículo resume el informe devastador preparado por la Unión General de Trabajadores sobre el crecimiento de la mortalidad y accidentalidad laboral como consecuencia de las reformas laborales aprobadas por el gobierno PSOE y por el gobierno PP.


03/03/2016 - La enorme tolerancia en España con el fascismo

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 3 de marzo de 2016.

Este artículo critica lo que ha ocurrido en Madrid, donde la propuesta de que se explorara la posibilidad de retirar los nombres de Salvador Dalí y Josep Pla del callejero madrileño creó una gran revuelta por parte de las derechas. El artículo reprueba también el comportamiento del ayuntamiento por su excesivo temor y prudencia a la hora de eliminar tales homenajes a personajes claramente identificados con el régimen fascista español.​


26/11/2015 - Franco ganó la guerra, la postguerra y la transición

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 26 de noviembre de 2015.

Este artículo, escrito en el 40 aniversario de la muerte del dictador, señala que la ideología uninacional de España, característica de las derechas españolas y que alcanzó su máxima expresión durante la dictadura, continuó en el Estado debido al enorme dominio de las derechas en el proceso de transición de la dictadura a la democracia. El artículo subraya que no hubo una ruptura, sino una incorporación en el Estado de las izquierdas, más tarde gobernantes, que abandonaron su visión plurinacional de España como resultado de la presión por parte del Ejército y de la Monarquía. El artículo también señala que ese mismo Estado que se niega a reconocer la plurinacionalidad de España es también el responsable de su enorme retraso social. En contra de lo que algunas izquierdas están sosteniendo en España, la lucha por la plurinacionalidad del Estado, así como la lucha por la solidaridad y la justicia social, están íntimamente entrelazadas, tal como las izquierdas históricamente lo habían percibido.


04/09/2015 - El estado de la Catalunya social ante las elecciones del 27S


25/08/2015 - Qué está pasando en el Partido Laborista del Reino Unido

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 25 de agosto de 2015.

Este artículo describe la rebelión de las bases del partido laborista frente a las políticas públicas socioliberales desarrolladas por la dirección de tal partido, iniciadas por Tony Blair que estableció la Tercera Vía y que se extendió ampliamente en muchos partidos socialdemócratas en la Europa Occidental, incluido en España.


28/05/2015 - Cómo los medios han estado promoviendo el neoliberalismo: el caso de La Sexta Noche, Al Rojo Vivo y TV3
Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 28 de mayo de 2015.

Este articulo critica la promoción del neoliberalismo por parte de los programas mediáticos de mayor difusión del país.


25/11/2014 - El resurgimiento de la otra España

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 19 de noviembre de 2014.

Este artículo analiza un fenómeno muy importante y relevante en España: la recuperación de otra visión de España, que ha sido históricamente marginada, reprimida e ignorada por la visión dominante de España que es uninacional, radial, con escasa sensibilidad social, poco redistributiva y excluyente de cualquier otra visión de España que no sea la suya.


21/08/2014 - El ataque constitucional a la España social

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 21 de agosto de 2014.

Este artículo señala el impacto muy negativo que la reforma constitucional del artículo 135 tiene y tendrá para el estado del bienestar de España.


17/06/2014 - Las limitaciones del debate Monarquía versus República

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 17 de junio de 2014

Este artículo critica el debate sobre los méritos o deméritos de la Monarquía versus la República, que adolece de un academicismo sin considerar el contexto histórico-político que determinó el establecimiento de la Monarquía en España, la cual es el centro del establishment español responsable de las limitaciones de la democracia española y del enormemente insuficiente bienestar de su población.

La gran mayoría de artículos publicados en los mayores rotativos escritos en España a raíz de la abdicación del Rey Juan Carlos I se han centrado en los méritos de un sistema político-institucional monárquico versus otro republicano, presentando una lista de argumentos a favor y en contra de cada sistema. Ni que decir tiene que la gran mayoría de artículos permitidos ha sido a favor de la Monarquía, con muy pocos a favor de la República. No desmerezco la importancia de este debate (si es que se puede definir como tal), discutiendo la validez de uno u otro sistema. Tal debate, sin embargo, tiene el riesgo de un cierto academicismo, pues puede aparentar centrarse en las virtudes de un sistema político-institucional basándose en los méritos de los argumentos, ignorando el contexto político que determina el mérito o demérito de cada alternativa. Es decir, discutir los méritos de una monarquía tomando Suecia, por ejemplo, como punto de referencia, sin analizar el contexto político e histórico que determinó la existencia de la Monarquía en aquel país, es un ejercicio de limitado interés si el objetivo de la discusión es analizar su aplicabilidad en España, donde la historia y el contexto que determinó la Monarquía son totalmente distintos. Solo olvidando este hecho se puede concluir que una sociedad pueda ser muy democrática y muy desarrollada socialmente, y tener una monarquía. Así, muchos de aquellos que hoy defienden la Monarquía (la mayoría definiéndose como republicanos, lo cual hacen para intentar ganar mayor credibilidad), ignoran que esta monarquía que tenemos no es una monarquía cualquiera homologable a cualquier monarquía europea.

En estos argumentos pro-monárquicos se olvida que la Monarquía española está basada en un golpe militar apoyado por el nazismo y el fascismo internacional, en contra de un Estado republicano con un gobierno democráticamente elegido. Sin ese golpe militar, hoy España no sería una monarquía: sería una república. Es más, esta Monarquía se diseñó para que fuera el centro del establishment español, es decir, la estructura de poder económico, financiero y político del país. Y el Monarca (que lideraba las fuerzas conservadoras que controlaron la transición de la dictadura a la democracia) guió y dirigió tal proceso. Tanto el Rey como la Monarquía tienen una responsabilidad directa en las limitaciones que dicho proceso determinó, es decir, las enormes insuficiencias de la democracia española y las grandes insuficiencias de su Estado del Bienestar.

¿Es posible una segunda Transición bajo la Monarquía?

La crisis actual, con su enorme impacto político, ha causado un gran deterioro de aquel establishment y de la Monarquía que lo apuntaló. Pedir, pues, la continuación de la Monarquía, es pedir que el establishment conservador continúe dominando el Estado español. Y es ahí donde el debate debería centrarse. ¿Existe hoy la posibilidad de hacer una segunda Transición, de la democracia incompleta a otra más madura, que conllevara la corrección del enorme déficit de bienestar de la población española, manteniendo la Monarquía? Este es el punto clave que no centra el debate, y debería hacerlo.

Mirando el panorama y la situación política, es difícil no ver que hay un enorme enfado y desafección de la población hacia el Estado, incluyendo la Monarquía, del cual es el centro. Y existe una amplia percepción de que este Estado y su Constitución no son instrumentos válidos para realizar las profundas transformaciones que la población desea. Y también existe la percepción de que aquellos que promueven con mayor intensidad el statu quo (la gran patronal bancaria, la gran patronal, los grandes grupos mediáticos, la Iglesia Católica, el Ejército) son también los defensores de la Monarquía y sus principales paladines. ¿Creen los autodefinidos republicanos que defienden la Monarquía que con esta Monarquía vamos a poder tener una auténtica segunda Transición? Debería ser obvio que la persistencia de la Monarquía será un dique frente a grandes cambios.

Ni que decir tiene que el fin de la Monarquía no quiere decir el establecimiento de una República. Y ahí hay diversas versiones, pues una III República podría transmitir una visión de España que no fuera .profundamente justa y democrática, y que no fuera sensible a la plurinacionalidad del Estado español. Hemos leído artículos, incluso en Público, de fervientes republicanos del centro de la Península que han dejado muy intranquilos a republicanos “periféricos”. Una República no puede ser el sistema político español que tenga, en lugar del Rey, un Presidente democráticamente elegido. Aun cuando ello sería un paso positivo, lo que se requiere es un sistema mucho más democrático, mucho más justo, y mucho más sensible a la riqueza y diversidad de los pueblos y naciones que lo componen, basado en el policentrismo, en lugar del centralismo, y respetuoso de la riqueza plurinacional del Estado español, lo cual no ocurre ahora, y es más que improbable que ocurra bajo la Monarquía. Esta República exigiría un cambio sustancial en la distribución del poder de clase social, de género y de nación, al que el establishment español se opondrá por todos los medios, incluida la fuerza física. No pasa desapercibido que el nuevo Monarca vaya a ser el Jefe del Estado y de las Fuerzas Armadas. Y tampoco es un tema menor que haya escogido llevar puesto su uniforme militar en su nombramiento, para que quede claro, por si alguien no se había dado cuenta. ¿Que no lo entienden? Representa el establishment español de la España uninacional, con escasa conciencia social y temerosa de la democracia directa participativa, tolerando solo una democracia representativa poco proporcional y muy vigilada, con una carencia casi total de pluralidad en los medios. Así de claro, aunque esto, usted, lector, no lo leerá en los medios. En ninguno de los rotativos más importantes del país este artículo sería publicado. Y a esto le llaman democracia. Agradecería que este artículo fuera ampliamente distribuido.

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10/06/2014 - El ataque frontal al mundo del trabajo

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 10 de junio de 2014

Este artículo muestra el enorme descenso salarial que está ocurriendo en toda Europa y muy en particular en los países periféricos de la Eurozona, incluyendo España. El artículo muestra también la enorme extensión de la precariedad en los mercados de trabajo y la falsedad de los argumentos aducidos por la Troyka, por el Banco de España, la banca y la gran patronal, a favor de este descenso salarial, que está empeorando enormemente la situación económica de estos países.

Una de las constantes cantinelas del pensamiento neoliberal promovido por la Troika y por sus aliados –los gobiernos conservadores, neoliberales y socioliberales de la Unión Europea- es que hay que bajar los salarios a fin de aumentar las exportaciones y así salir de la crisis. Como es de esperar, los mayores medios de difusión reproducen este mensaje miles de veces, en su campaña orientada a crear una opinión popular favorable a estas políticas. La Comisión Europea, una vez más, ha publicado una serie de propuestas, señalando la importancia de que bajen los salarios. Algo semejante ha ocurrido con el Fondo Monetario Internacional y sus recomendaciones para salir de la crisis. Constantemente se acentúa que los salarios, y muy en particular los salarios de los países periféricos de la Eurozona (GIPS, Grecia, Irlanda, Portugal y España-Spain) han estado subiendo demasiado, lo cual ha causado o contribuido a que estos países tengan las grandes dificultades que presentan.

Por supuesto, tanto el Banco Central Europeo como el Banco de España, así como la patronal bancaria, han enfatizado también que los salarios son demasiado altos, dificultando la recuperación económica. Para complementar esta lista, las grandes empresas del IBEX-35 también han añadido su voz a este coro, instruyendo a los sucesivos gobiernos españoles para que hagan algo para forzar este descenso salarial. Y los gobiernos Zapatero y Rajoy (este último con más intensidad que el primero) han estado siguiendo estas instrucciones (que no estaban en sus programas electorales, como tampoco estaban los recortes de gasto público), aprobando tres reformas laborales cuyo principal objetivo (nunca explicitado) era precisamente reducir los salarios. Y lo han conseguido.

¿Han estado los salarios subiendo demasiado?

Para que pueda sostenerse esta postura de que los salarios han crecido demasiado, hay que analizar cómo estos evolucionan en relación a la productividad. Si esta última crece menos lentamente de lo que crecen los salarios, entonces la economía de un país puede tener un problema. Pero si observamos los datos (lo que raramente se hace) se puede ver que en todos los países de la Unión Europea la productividad, durante el periodo de la crisis iniciada en 2008, ha crecido más (y en España mucho más) que los salarios. Los únicos países en los que los salarios han crecido más que la productividad han sido Alemania (sí, Alemania), Francia y Bulgaria, tal como documenta Ronald Janssen en su artículo “European Wage Depression Since 1999”, Social Europe Journal, (30.05.14). Como promedio, en la Unión Europea, la productividad ha crecido un 4,3% durante este periodo, mientras que los salarios han subido solo un 2,4%. En realidad, en España los salarios han descendido, siendo de los pocos países en los que ello ha ocurrido. La gran mayoría han visto incrementar los salarios, aunque menos que la productividad.

Pero lo que es interesante subrayar es que lo mismo ha ido ocurriendo en la mayoría de países de la Unión Europea durante el periodo anterior al inicio de la crisis, es decir, durante el periodo 1999-2008. Como promedio, la productividad creció en la UE un 13% durante este periodo, mientras que los salarios crecieron solo un 8%. En Alemania, los salarios en 2008 eran un 2% más bajos que los existentes en 1999. En este país, la diferencia entre el crecimiento de la productividad y el crecimiento salarial durante el periodo 1999-2008 fue de 9 puntos porcentuales. En España, fue de 15 puntos porcentuales, en Grecia de 27 y en Polonia de 40.

Mientras, la Comisión Europea continúa insistiendo en que los salarios son demasiado altos. En Bélgica, Luxemburgo e Italia se está intentando que en los convenios colectivos no se tenga en cuenta la evolución de la inflación para ajustar los salarios. En Francia y Eslovenia, la Comisión está insistiendo en que el salario mínimo es demasiado alto. En España, la Comisión Europea, mientras aplaude las medidas tomadas por el gobierno Rajoy (uno de los gobiernos más hostiles a los sindicatos, con las reformas laborales, fiscales y económicas que más han favorecido al mundo empresarial a costa del mundo del trabajo), continúa insistiendo en que bajen más los salarios, siendo España uno de los países en los que han bajado más de la UE. Si a esta bajada de salarios se le añade el desmantelamiento del Estado del Bienestar (que consiste en el salario social) podemos ver que estamos viviendo un ataque en toda regla en contra del mundo del trabajo.

La falacia de los argumentos a favor del descenso salarial: la supuesta necesidad de aumentar la competitividad

El argumento utilizado para justificar que se bajen los salarios es que esta bajada es necesaria a fin de que aumenten las exportaciones y, puesto que los países no pueden bajar el valor de la moneda (al tener el euro), hay que bajar los salarios (lo que se llama devaluación doméstica). Pero la falacia de este argumento se hace patente con toda claridad cuando se mira el porcentaje que las exportaciones suponen sobre toda la actividad económica de los países. Pues bien, este porcentaje es bajo. Como promedio, el porcentaje del PIB que representan las exportaciones en la UE es solo de un 17%, lo cual quiere decir que el 83% de la actividad económica no está ligado a las exportaciones. No tiene sentido, pues, que se insista en que tengan que bajar los salarios de este 83% de la actividad económica que no tiene nada que ver con las exportaciones. El argumento que se utiliza para justificar la bajada de salarios a fin de que aumenten las exportaciones es aplicable única y exclusivamente al 17% de la actividad económica, es decir, al sector exportador, pero no al 83%. (Por cierto, incluso en este 17%, la competitividad podría aumentarse reduciendo los exuberantes beneficios de las empresas exportadoras y el valor del euro, a todas luces, excesivo).

Consecuencia de la bajada de salarios: la crisis de la demanda, del crecimiento de la deuda pública y el establecimiento de la deflación

La enorme reducción de los salarios ha sido la mayor causa de la crisis económica actual, pues ha creado un problema de demanda muy notable, causa de la ralentización del crecimiento económico. Este descenso de la demanda ha sido también la causa de la actual deflación (es decir, de una inflación negativa) que presenta un enorme problema para toda la población que está endeudada (que tuvo que endeudarse precisamente como resultado de la bajada de salarios). Y lo mismo ocurre con la deuda pública. La deflación dificulta el pago de la deuda, tanto pública como privada. La deflación (que es la bajada de la inflación a niveles negativos) elimina los efectos positivos que la inflación supone para los que deben dinero, pues lo que la inflación hace es que la deuda que un ciudadano, una empresa o un Estado tiene con los bancos sea cada vez menor. Si la inflación desaparece, quiere decir que usted no se beneficia de este efecto positivo de la inflación. Así, si un Estado tiene una deuda del 200% del PIB y la inflación cae un 1% por año, este Estado tendrá que pagar un 2% más cada año. Pero otra consecuencia de esta desviación es el estancamiento económico, resultado de aquella falta de demanda causada por el descenso salarial, creándose un círculo vicioso.

La aparición del precariado como fenómeno general

Pero el problema no se limita solo al descenso de los salarios. Afecta también al deterioro de los puestos de trabajo. Un fenómeno nuevo y masivo de las economías a los dos lados del Atlántico Norte es el crecimiento de una proporción de la población empleada que nunca tiene un trabajo fijo: siempre está trabajando en situación muy temporal, pasando de un empleador a otro, sin ni siquiera trabajar para una misma empresa que cubra, por ejemplo, su Seguridad Social. Este sector de la fuerza laboral en EEUU representa ya el 30% de toda la población empleada (según el GAO, Government Accountability Office of the US). Es el tipo de contrato preferido por amplios sectores de la patronal, pues pagan mucho menos en salarios y beneficios, incluida la Seguridad Social. Los salarios para este tipo de trabajo son mucho más bajos que los de los trabajadores con contrato fijo y sus prestaciones son mucho más limitadas. Una situación semejante está ocurriendo en la UE y muy en especial en los países periféricos de la Eurozona (los países GIPS).

Otro dato importante y sumamente preocupante es que este tipo de contrato precario afecta en EEUU (según GAO) a la gran mayoría de tipos de trabajo existente y no se limita a los trabajos de baja cualificación. Por ejemplo, un tercio de todo el cuerpo docente en las Universidades estadounidenses está en situación de precariedad, pagándoles muchísimo menos que a los profesores con contrato fijo. Este tipo de contratos ha ido sustituyendo a los fijos, constituyendo ya la mayoría de nuevos contratos desde el año 2001, tanto en EEUU como en la UE. Esta sustitución ha sido incluso más acentuada durante estos años de crisis. La preferencia por estos trabajadores por parte de los empresarios es su flexibilidad, puesto que pueden ser despedidos muy fácilmente, pagándoles menos. Las consecuencias de la predominancia de este tipo de trabajadores son enormemente negativas para toda la economía y son la causa del enorme deterioro de la demanda, así como del colapso de la Seguridad Social, pues sus cotizaciones sociales son mucho menores que las de los trabajadores fijos. Es interesante notar que los mismos economistas neoliberales que alertaban del impacto negativo que la Transición demográfica tenía en la viabilidad de la Seguridad Social están apoyando las políticas que están destruyendo las fuentes de financiación de la Seguridad Social. Así de claro.

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03/06/2014 - La abdicación del Rey: el fin de la Transición inmodélica

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 3 de junio de 2014

Este artículo señala que la abdicación del Rey es un indicador del fin de un régimen iniciado durante una transición que fue inmodélica.

El mensaje que el establishment español (es decir, la estructura de poder financiero, económico, político y mediático) ha estado promoviendo veinticuatro horas al día, trescientos sesenta y cinco días al año, y treinta y seis años de democracia, es que, como resultado de una Transición modélica, España ha gozado de una democracia homologable a cualquier democracia europea occidental que, bajo la dirección y tutela del Rey de España, ha alcanzado unos niveles de bienestar y calidad de vida semejantes, cuando no mejores, que los del resto de la comunidad a la cual España pertenece, la Unión Europea. El Rey, que derivó su poder del que le dio el Dictador, fue el arquitecto de unas instituciones representativas y democráticas que, en realidad, significaron una ruptura con el régimen anterior. Hasta aquí la visión idealizada de la Transición, de la democracia que produjo y del papel del Monarca en aquel proceso, visión que los mayores medios de información y persuasión han repetido constantemente durante estos años. La nula diversidad ideológica de los medios (con una discriminación marcadísima en contra de las izquierdas) explica que esta visión se haya convertido en la sabiduría convencional del país.

Los datos, que son testarudos, y que están ahí para aquellos que quieran verlos, muestran, sin embargo, la enorme falsedad de esta visión. En primer lugar, la Transición distó mucho de ser modélica. No lo fue, ni tampoco podía serlo. Los herederos de aquellos que dieron el golpe militar de 1936 y de la dictadura que estableció, controlaban los aparatos del Estado. Capitaneados por el Monarca, tenían todas las estructuras de poder –incluidos los medios- a su disposición. Los sucesores de aquellos que habían defendido la República, y habían sido vencidos por los golpistas (que habían ganado con el apoyo de Hitler y Mussolini) y, más tarde, fueron brutalmente represaliados (por cada asesinato político que llevó a cabo Mussolini, Franco cometió 10.000), acababan de salir de la clandestinidad, de la prisión y/o del exilio. No podía darse un desequilibrio mayor entre las derechas, lideradas por el Rey, y las izquierdas, que habían liderado las fuerzas democráticas en la resistencia frente a la dictadura. Era absurdo esperar que una relación tan desequilibrada como la existente en el periodo 1975-1978 entre las derechas y las izquierdas pudiera dar como resultado productos –la Transición y la democracia que estableció- modélicos. En realidad, dicho desequilibrio de fuerzas creó una democracia enormemente limitada, y un Estado del Bienestar dramáticamente insuficiente.

La democracia incompleta y el bienestar insuficiente

Hay múltiples indicadores de las insuficiencias de la democracia española. Uno, entre miles, ha sido la enorme protección que los medios siempre han dado a la figura del Rey. En ningún otro país el Jefe del Estado ha sido tan promocionado como en España. Durante muchísimos años no se pudo hacer una crítica a la Monarquía o al Monarca, y tampoco se podía enarbolar la bandera republicana. Recordaremos el hecho lamentable, bochornoso y vergonzoso del Presidente de las Cortes españolas, el socialista José Bono, de prohibir a los luchadores por la libertad (defensores de la República, en contra de los fascistas golpistas, que habían sido invitados a estar presentes en las Cortes) que llevaran banderas republicanas. Era más que simbólico que fuera un socialista, José Bono, el que propusiera tal prohibición. La incorporación del socialismo español a aquel Estado, mediante unas leyes que favorecían el bipartidismo, fue un elemento clave para la reproducción de aquel sistema democrático de tan pobre calidad.

Otro indicador de la escasa calidad del sistema democrático ha sido la escasísima conciencia social del Estado español. 35 años y medio de democracia, y España continúa teniendo uno de los gastos públicos sociales por habitante más bajos de la UE-15, el grupo de países de mayor riqueza de la UE. El hecho de que España se gaste mucho menos que el promedio de la UE-15 en las transferencias públicas (como las pensiones públicas) o en los servicios públicos del Estado del Bienestar (como la sanidad, la educación, los servicios sociales, la vivienda social, los servicios domiciliarios, las escuelas de infancia, y un largo etcétera), se debe precisamente a la enorme influencia que las clases más pudientes de la sociedad tienen sobre el Estado, un Estado que está entre los más pobres, más corruptos y más insensibles a las necesidades ciudadanas de la UE-15.

El fin de esta etapa

Pero estamos hoy viendo el fin de esta Transición. Nunca antes, durante el periodo democrático, el Estado español había perdido tanta legitimidad. Hoy, el rechazo de la población hacia las instituciones democráticas y hacia la clase política está generalizado. El famoso eslogan del movimiento 15-M “No nos representan” se ha convertido en un eslogan generalizado. La escasa calidad democrática del Estado explica que los partidos gobernantes (todos ellos próximos al establishment financiero y económico) estén llevando a cabo políticas públicas (recortes del gasto público social y descenso de los salarios) que no estaban en sus programas electorales. La carencia de un mandato popular explica no solo la indignación, sino también el rechazo y rabia frente a tales instituciones. Es importante subrayar que este rechazo no se traduce en una animosidad hacia la democracia, sino en una protesta por su constante tergiversación por parte de la clase política que la dirige. Hoy, el declive del bipartidismo y su sustitución por una pluralidad de partidos, en los que la izquierda contestataria puede alcanzar la mayoría con un gran apoyo popular, representan una amenaza para la permanencia de ese régimen. El descrédito de las instituciones herederas de la inmodélica Transición representa su principal amenaza. De ahí deriva el deseo de hacer cambios significativos en cuanto a los personajes que la hicieron –tales como el Rey-, para presentar la imagen de que hay una transformación que les puede salvar del posible fin del régimen. La abdicación del Monarca en favor de la figura de Felipe es un paso importante en esta dirección.

El reto para las fuerzas democráticas

Hoy, el grado de enfado y el rechazo de la mayoría de la población hacia el Estado español es mayoritario. Todos los indicadores muestran que el establishment político y mediático, radicado en la capital del reino, está perdiendo su capacidad de movilización y persuasión. Sus instrumentos, como los grandes medios de información, también han alcanzado unos niveles de falta de credibilidad nunca vistos antes en el periodo democrático. Se les ve más y más como portavoces de ese establishment. Y el nivel de agitación es elevadísimo. Hace solo unos meses, unos dos millones de personas en las Marchas de la Dignidad se reunieron en Madrid, en una manifestación llena de banderas republicanas, enarboladas en pleno desafío hacia las autoridades del Estado central que les había prohibido enarbolarlas. Hoy está ocurriendo aquello que la estructura de poder tiene más miedo de que ocurra: que la población pierda el miedo. El aumento tan notable de la represión es un indicador de ello.

Esta agitación es fruto del agotamiento de los productos que resultaron de la Transición inmodélica. Un Estado con poca conciencia social y un Estado jerárquico, excluyente y radial, que se ha opuesto a la redefinición de España como entidad plurinacional en la que los pueblos y naciones de España estén unidos voluntariamente, y no por la fuerza, una España en la que el derecho a decidir esté generalizado en todo el Estado y a todos los niveles. De ahí la enorme urgencia de que las auténticas fuerzas democráticas dejen a un lado sus sectarismos y diferencias y que trabajen juntas para hacer posible una ruptura real con el sistema heredado de la dictadura, con un cambio en las relaciones de fuerza entre las clases sociales y con una visión diferente de lo que es España. Para ello es necesaria una gran movilización (pacífica) de la población, pues cuando el pueblo se mueve, puede mover montañas. Nunca hay que olvidar que mientras que Franco murió en la cama, la dictadura murió en la calle. Y la segunda Transición, a una España republicana, justa, plural y democrática, requerirá una movilización semejante. Pero la historia del país muestra que ello es posible.

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