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Àngels Martínez i Castells. Boi Ruiz va de Juan Tamariz ante la Comissió de Salut
Àngels Martínez i Castells.

Seguramente debería reconocer que estoy algo resabiada, pero la comparecencia de ayer de Boi Ruiz,  ante  la Comissió de Salut del Parlament sobre los recortes  de su departamento me pareció un ejercicio de puro cinismo que alguien, en la propia sala, tenía que haber denunciado alto y claro. Ya se ve en la foto que de la cartera (que no chistera) poca cosa iba a salir más que conejos de peluche y mucho humo, pero es que el espectáculo era de magia, y Juan Tamariz no lo hubiera hecho mejor… aunque quizá sí más amable.

Se quedaron demasiado cortos los discursos de la oposición, obligados todavía por unas cortesías parlamentarias al uso con las que Boi Ruiz hizo malabares.  Porque seguramente merecía otro tono su cinismo tan melifluo como insultante cuando advertía, en tono aparentemente dialogante, que con todo lo que se ha esquimaldo, aún no llega para reducir el déficit  (???) de la sanidad. Y se reservó su cinismo de la mejor añada para insistir, una y otra vez, en que los recortes no iban a afectar para nada la calidad del servicio prestado. (Nota: este es un ejercicio de lógica “à la Sade”: hay servicios que desaparecen, por tanto ¿cómo va a verse afectada la calidad de las atenciones que YA NO prestan?)

Boi Ruiz (sin que se oyera ninguna (respetuosa) carcajada en la sala, justificó la entrega que está haciendo al sector pruvado de la sanidad desde una conselleria que debería velar, en primer y destacadísimo lugar, por el servicio público de salud, “para preservar el sistema de salud catalán”… eso sí, un sistema mixto cada vez más vampirizado por sus ex-jefes de la privada,  donde lo público va sufriendo más y más recortes.  Y aún, así, el conseller se permite echar la culpa a la falta de concierto económico con el Gobierno del Estado… El señor Conseller practica lo de mentir y confundir mezclando conceptos, confiando en  que nos perdamos en la maraña de amenazas económicas y palabras huecas…

No entiendo cómo nadie denuncia que  Boi Ruiz se quiera presentar conciliador y dialogante en el Parlament –y que se le acepte incluso la promesa de volver a  “hablar tanto con los partidos como con los agentes del sector para negociar las medias de ajuste que provocarán numerosos cierres de servicios”–  cuando los cierres ya están siendo una  realidad.  Para cuando se saque de la chistera la convocatoria de los famosos “diálogos” (si es que lo hace), poco habrá que negociar… Boi Ruiz se ha toreado la Comissió de Salut del Parlament con una política de destrozos ya realizados o en avanzado estado de descomposición, prometiendo que más adelante “Hablaremos y volveremos a hablar con quien haga falta”… ¿Para qué?  ¿Para decidir quién paga los gastos del sepelio de la sanidad pública?

La falacia esquizo de Boi Ruiz le lleva a explicar, en tono muy pausado, que hay que  para “mantener el sistema” es preciso desollarlo vivo. Y afirma, con ayuda de sus corifeos,  que sus medidas están teniendo gran aceptación popular (lo que faltaba: confunde a los manifestantes en defensa de la salud pública con hinchas de Jack el Destripador, a no ser que lo de popular lo circunscriba al partido que lleva ese nombre… )  Y nos advierte, al mismo tiempo, que debemos despertar de nuestro ensueño porque el sistema de salud que creíamos tener “no lo teníamos, de hecho, porque lo debíamos”. Textualmente:  “Estábamos ofreciendo unos servicios que pagábamos con unos dineros que no teníamos. Por esto hemos tenido que hacer estos sacrificios”…Pero ¿quién ha hecho los sacrificios, conseller?. Como muy bien señaló la diputada Mercè Civit, los sacrificios en forma de recortes tienen sesgo de clase. Y la presencia de las mujeres de Breda demostraba claramente que también tienen sesgo de género. Pero de todo esto Boi Ruiz no se entera. Nadie le ha contado nada que un sistema público anémico como él está perpetrando no puede permitirse, ni en broma, que se hagan afirmaciones del tipo: : “aunque hayamos recortado 900 millones de euros, tenemos mucho dinero en sanidad aún. La gente debe estar tranquila porque seguiremos ofreciendo un buen servicio sanitario”. Una afirmación que no augura nada bueno… si considera que todavía hay mucho dinero en la sanidad pública, seguirá el saqueo…

Otro momento destacado fue la información sobre la huelga del servicio sanitario es, para el conseller de salut, un problema de una empresa privada en el que no se siente llamado a intervenir : ¿para qué? privatizar es precisamente eso: que sea la lógica del beneficio la que administre lo público… y lo hunda para mejores resultados de las cuentas de explotación (en todos los sentidos) de las empresas y peor vida para los trabajadores que cubren como pueden –y con un salario también recortado– sus deficiencias.

Por su parte el PSC ha reclamado hoy al conseller de Sanidad que “rectifique y paralice” su plan de reordenación de la asistencia sanitaria para el verano y que debe entrar en vigor a partir del próximo lunes 1 de agosto…. Brindis al sol, y poco más. El conseller ha seguido con su sesión de magia: “Nada por aquí, nada por allá, y si creeis que algo teneis, os vais a tener que quedar con las mútuas… o sin nada”.


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